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SABLICH PREFIERE ESPERAR

El gremio más importante de los trabajadores del Congreso de la Nación, la Asociación del Personal Legislativo, tuvo un histórico secretario general, Ricardo Sablich,  secundado por el que era su amigo, Norberto Di Próspero, actual conductor, quien lo vencería en las urnas en un par de ocasiones. Ésta es una carta que dirigió a sus compañeros en marzo de 2012. 

Por Ricardo A. Sablich (*)

A mis Compañeros Legislativos: Quisiera tener la claridad suficiente para poder plasmar en la presente las sensaciones encontradas que me surgen. Aún, cuando creía que ya lo tenía resuelto, tal vez ello sea natural para quien desde el año 1987 (UPCN) en adelante 1988/1989, 1992/96/00/04/08 (APL), ha sido candidato, y por suerte y decisión de los compañeros, la mayoría de las veces electo (1° vocal, prosecretario gremial, y secretario general en tres oportunidades).

Sin embargo y a pesar de esas experiencias, creo que fue la voz de alguien que no hace política, quien con la sabiduría de las cosas simples, me asestó, con la crudeza que sólo tienen los amigos:

 - ¿Quién puede negar tu vocación? Sólo los que no te conocen, y a vos te conoce todo el mundo, pero si no parás aunque sea una vez, cualquiera tendrá derecho a pensar que tenés vocación sí, pero de candidato.

Probablemente esa charla fue la que me determinó a tomar la decisión de no participar en la elección de APL para el período 2012/2016 hace ya bastante tiempo, ahora, con el cronograma electoral en marcha, me encuentro buscando la forma menos política y más auténtica, de hacerla pública, dejando bien en claro que la decisión personal de excluirme de candidatura alguna no significa que abandone la militancia gremial, que pienso retomar una vez concluido el saludable acontecimiento de elegir.

Estoy seguro que este paréntesis que me propongo habrá de retemplar mi espíritu para volver a empezar con una nueva perspectiva, con las convicciones de siempre, y seguramente rodeado de afectos, en la búsqueda de renovados desafíos.

Hoy con 54 años, creo que aún tengo mucho por dar, sin olvidar que siempre afirmé que la verdadera vocación no requiere de escritorio ni de chapa alguna.

Siento,sí, la obligación de volcar de alguna manera, todo lo que aprendí al lado de los trabajadores, así como también destacar el respeto y el agradecimiento para con los integrantes de la Comisión de Acción Política, quienes conocían mi decisión desde hace dos años, y nunca me dejaron de lado ni me restaron protagonismo; al contrario, por ello quiero aclarar que mi decisión no implica que el Frente Legislativo (La Lista Azul) deba acompañar este paréntesis que hoy decido.

Estoy convencido que este paso que doy, brindará al Frente una mejor perspectiva de cara al futuro.

Creo además indispensable que el conjunto deba basar su deseo de representar, no en la solidaridad, lealtad o afecto con un referente, sino en cambio, para que resulte debe palparse, sentirse, teniendo que darse en un contexto determinado, ya que de otra manera no estaríamos cumpliendo con nosotros mismos, y en mi caso estaría permitiendo una vez más que la familia legislativa vuelva a quedar inmersa en la dicotomía que provoca esa rivalidad casi futbolera, que nada tiene que ver con un proyecto gremial o político.

Prefiero a partir de esta acción, permitir salir de esta controversia no buscada, pero que es una realidad, y cumplir de esta manera con uno de los principales valores de la Lista Azul, que es el que prime el interés del conjunto por sobre el individual. (Las veces que hemos logrado algo trascendente, en el Congreso no reinaba el sálvese quien pueda).

Por último, quiero manifestarle a los afiliados a APL que una vez concluido el tiempo electoral, ratifico mi compromiso de seguir militando, allí donde consideren mis compañeros que puedo ser más útil, sin otra pretensión que la de ocupar el lugar que le corresponde a quien dice estar al servicio de los trabajadores.

Para finalizar, un enorme agradecimiento a los hombres y mujeres que a lo largo de tantos años han mantenido viva la esencia y razón de ser de nuestro espacio, con el compromiso y la lealtad que ello requiere, asumiendo que con los años, aprendemos que en la vida hay un tiempo para todo, y para este Frente Legislativo, si se me permite traer a Leopoldo Marechal, la Lista Azul es como el otoño, "que aún envuelto en hojas secas viene cargado de semillas”.

Un fuerte abrazo, Ricardo A. Sablich

(*) Durante su gestión al frente de la APL, con acuerdo de ambas Cámaras y activa participación del gremio, se logró la sanción de la ley de estabilidad de los trabajadores legislativos (24.600). 

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