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OYHANARTE ANTICIPA LA REFORMA

Con un título a tres columnas y una foto en la cual aparecía el entrevistado y el autor del artículo, Clarín anticipó un tema que cobraría extraordinaria resonancia años después: la reforma constitucional. Más allá de que haya hecho alguna mención en su campaña electoral, aquí se evidencia que Carlos Menem quería retener el máximo cargo de la República al que todavía no había accedido, lo cual se concretó con seis meses de regalo debido a la entrega anticipada del gobierno por parte del presidente Raúl Alfonsín, un asunto que en ese momento -12 de junio de 1989- estaba en plena negociación. Esa referencia de Oyhanarte fue ignorada en los debates que produjo la aprobación de la ley de necesidad que reclamaba la reforma, antes y después del llamado Pacto de Olivos (la reunión reservada entre Menem y Alfonsín fue el 4 de noviembre de 1993). Tampoco se habló de ello en la convención constituyente que deliberaría en Santa Fe en 1994. No son muchas las veces que un reportaje adelanta un hecho de alto significado que luego es olvidado. No existía Internet pero sí el archivo, desde donde hoy se rescata para que entre en la historia. Oyhanarte fue secretario de Justicia sólo tres meses y luego accedería, también por poco tiempo , a la Corte Suprema de Justicia, por segunda vez en su vida. El artículo es de uno de los grandes periodistas que se destacaron en la cobertura de áreas muy específicas, como en este caso la Justicia. Al final de su nota, se adjunta una semblanza sin firma publicada en La Nación al día siguiente de la muerte de Oyhanarte, en abril de 1997.

Por Claudio Andrada

El presidente electo Carlos Menem le solicitó a quien será su secretario de Justicia, Julio Oyhanarte, que designe una comisión de juristas para estudiar la reforma de la Constitución Nacional, durante la primera entrevista que mantuvieron con la presencia de quien será ministro del área, el profesor Antonio Salonia.

Así lo comentó el mismo Ohyanarte durante una conversación mantenida con Clarín, permanentemente interrumpida por los llamados telefónicos y la presencia de amigos que querían saludarlo, en la que señaló que hasta ese momento no había tenido oportunidad de conocer personalmente a Menem y que su impresión posterior era “óptima, porque es un hombre muy cordial, muy comunicativo y muy inteligente” (…).

En respuesta a una pregunta, indicó que no se había referido a lo que espera que se reforme, por lo que la tarea consistirá en formalizar el proyecto y elevarlo a la consideración presidencial y quizás de otras áreas de gobierno.

A juicio de Oyhanarte debería estudiarse la reforma de aspectos como el tiempo de los mandatos, tanto presidencial cuanto de los legisladores, con el propósito, inclusive, de igualarlos, fijando, por ejemplo, cuatro años para todos los cargos, con la evidente ventaja de que se realizarían elecciones también distanciadas en ese período similar, nada más. “Una elección general cada cuatro años”, indicó.

También es partidario el futuro secretario de Justicia de la reelección presidencial, un tema que Memen propiciará, según lo anticipó durante la campaña electoral, así como de la elección directa y no a través de electores, como señala la Constitución.

Cree asimismo que podría fijarse la fecha de iniciaciópn de os mandatos, que actualmente no está contemplada en la Carta Magna, y señala al efecto que en los Estados nidos se la cambió varias décadas atrás para adecuarla a las fechas de sesiones ordinarias del Congreso, si bien allá se hizo a través del sistema de introducción de enmiendas, que facilita este tipo de reformas que en nuestro caso sólo pueden ser contempladas por lo que decida una convención constituyente especialmente convocada.

También podrían ser temas de debate en el proyecto de reforma constitucional, dijo, el aumento del número de ministros, limitado a ocho en la actualidad, así como disponerse expresamente que los ciudadanos de la Capital Federal elegirán en forma directa a su intendente, como lo sostiene también el presidente electo. Es decir que el intendente dejaría de ser como hasta ahora “delegado” del jefe del Estado. (…)

Volanta, título y bajada: Reportaje exclusivo/ Oyhanarte: “Menem me pidió que examine la reforma constitucional”/ El futuro secretario de Justicia, Julio Oyhanarte, designará a los integrantes de la comisión que analizará la reforma de la Constitución. En ella se destaca la elección directa del presidente y vice, la unificación del mandato de los legisladores y el aumento del número de ministros”.

Fuente: Clarín, 12/6/89. 


 

Con Julio Oyhanarte, que ayer falleció a los 76 años, desaparece un jurista de excepcional estatura intelectual. Pero con él se va también un argentino comprometido hasta las entrañas con los procesos políticos y sociales muchas veces turbulentos que fueron dibujando el perfil real de la Nación en los últimos cuarenta años.

Porque convivían admirablemente en él esas dos condiciones la del jurisconsulto riguroso y la del observador finísimo y apasionado de los conflictos y desasosiegos de la realidad política fue durante muchos años el hombre de consulta insustituible en las cuestiones de Estado que requerían un análisis complejo y cuidadoso.

En los momentos críticos o de confusión institucional, la reflexión orientadora de Julio Oyhanarte restablecía la certeza y señalaba el camino jurídico adecuado. Como miembro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación a la que se incorporó en mayo de 1958, en coincidencia con la llegada de Arturo Frondizi a la presidencia de la República, desarrolló una labor de extraordinaria importancia. Conocedor profundo de la jurisprudencia norteamericana, fue en todo momento un intérprete lúcido y brillante del derecho.

* Talento poco común

Tenía un talento poco común para la formulación del pensamiento jurídico en relación con un caso o una situación determinada. Manejaba los elementos jurisprudenciales con verdadera maestría; se diría que había nacido para esa labor específica. Su paso por la Corte en la que permaneció hasta septiembre de 1962 y a la que retornó en 1989 dejó un legado valioso, en el que los especialistas encuentran constantes y renovadas enseñanzas.

Pero si su tarea como jurista alcanzó niveles descollantes, su vocación de hombre público sobrepasó largamente como ya se dijo los ámbitos del conocimiento académico y se proyectó a la arena política con generosa capacidad de entrega. Un hito insoslayable fue su participación decisiva en la solución de la crisis institucional abierta por el derrocamiento de Frondizi.

La celeridad con que Oyhanarte ideó y ejecutó la fórmula sucesoria que llevó a la presidencia de la República al doctor José María Guido, a quien tomó juramento en la Corte el 29 de marzo de 1962, cerró ese año el camino a una quiebra abrupta del orden constitucional y salvó el hilo de la continuidad de las instituciones democráticas.

La intervención de Julio Oyhanarte en ese momento crítico de la vida argentina quedó como una estimulante lección de responsabilidad política.

* Vocación de servicio 

 No fue la única vez que brindó un testimonio claro de su vocación por servir a la República por el camino del respeto al rigor jurídico en el contexto de una comprensión profunda de los desafíos políticos de cada hora.

En septiembre de 1962, Julio Oyhanarte renunciaba a la Corte por considerar que el presidente Guido se había apartado de la legalidad institucional al comportarse como un gobernante de facto y no como un mandatario aplicado al cumplimiento de las disposiciones del régimen de acefalía presidencial.

Muchos años después, en 1989, al renunciar como secretario de Justicia del gobierno del presidente Carlos Menem, produjo un informe en el que reconocía la legitimidad formal de la decisión del Gobierno de aumentar el número de miembros de la Corte Suprema pero expresaba su desacuerdo con las concretas circunstancias en que se intentaba provocar esa modificación.

* Criterios

l jurista aprobaba, fiel a criterios a los que siempre había adherido; el hombre de sensibilidad política desaprobaba la intencionalidad coyuntural que asomaba detrás de la medida. Había nacido en La Plata el 3 de julio de 1920.

Graduado en la Universidad Nacional de esa ciudad y doctorado en Ciencias Jurídicas y Sociales en la Universidad de Buenos Aires, Julio Oyhanarte militó desde muy joven en la Unión Cívica Radical, el partido de sus mayores, y mantuvo siempre una firme adhesión a la figura de Hipólito Yrigoyen. En 1956, al escindirse el partido, se sumó a la la UCRI, que lideraba Arturo Frondizi.

* La llegada a la Corte

Tenía 37 años cuando se incorporó a la Corte Suprema, donde compartió responsabilidades con Alfredo Orgaz, Benjamín Villegas Basavilbaso, AristóbuloAráoz de Lamadrid y Luis María Boffi Boggero.

En 1962 encabezó la fracción de la UCRI que se enfrentó con el sector conducido por Oscar Alende. Entre abril de 1972 y mayo de 1973 ejerció la presidencia del Consejo Económico y Social (Cones), creado por el presidente Alejandro Lanusse. En 1989 fue designado secretario de Justicia por el presidente Carlos Menem, pero permaneció en el cargo sólo tres meses.

En noviembre de 1989 se incorporó por segunda vez a la Corte Suprema, de la que se alejó, "por razones personales", en abril de 1991.Profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Buenos Aires y fundador de diversos institutos jurídicos universitarios, el doctor JulioOyhanarte fue autor de numerosos libros. Entre los más recordados se cuentan "Poder político y cambio estructural" (acaso su obra más difundida), "La expropiación y los servicios públicos" e "Historia de la Corte Suprema de la Nación".

Colaboró largamente, asimismo, en importantes publicaciones especializadas y su firma apareció muchas veces en La Nación . Su verdadero estudio era la biblioteca de su domicilio, donde se debatía por igual sobre el Derecho, la política o la suerte de Boca Juniors, del que era hincha apasionado.

Por ese estudio desfilaban con frecuencia, incluso, adversarios políticos, que acudían allí requeridos de un consejo orientador ante arduas cuestiones judiciales. Julio "Julito" Oyhanarte fue un hombre de diálogo, un hombre que sirvió, invariablemente, a la búsqueda de soluciones constructivas para la Nación.

* El cálido adiós de su familia

Un centenar de personas, entre familiares y amigos, despidieron ayer, en el cementerio privado Parque Memorial los restos de Julio Oyhanarte. Antes de arribar a su morada final, el doctor Alberto Azcona, amigo personal de Oyhanarte, dirigió unas palabras a los presentes con las que describió la figura humana y profesional del notable jurista y político argentino.

"De joven, Julio ya brillaba por su inteligencia y no era necesario esperar el paso del tiempo para reconocer esa virtud en él. Uno se quedaba impresionado de sus capacidades luego de cruzar algunas palabras", recordó su amigo. Luego de realizar una semblanza de su actividad política y jurídica, Azcona rescató a Julio Oyhanarte, por sobre todas sus virtudes "la calidad humana y la hombría de bien" que siempre tuvo para con su familia y sus amigos. Incluso para aquellos que no tenían relación con él pero sufrían alguna injusticia.

Así, Azcona recordó una anécdota de un joven, campeón de bridge de su club, que no era autorizado a viajar en un certamen internacional, por una "suerte de discriminación de las autoridades de ese club". Oyhanarte enterado de este percance, envió una carta a esa entidad, anunciando que tras ella vendría el juicio patrocinado por él mismo. Ante la repercusión del hecho, el club dejó participar al joven en aquel torneo internacional. El cálido homenaje de Azcona emocionó a varios de los presentes que, con resignación, despedían a un "ser brillante en sus capacidades y excelente por su hombría de bien".

Título y bajada: A los 76 años, falleció el jurista Julio Oyhanarte / Trayectoria: el ex miembro de la Corte Suprema, a la que llegó muy joven, fue hombre de consulta en períodos difíciles.

Fuente: La Nación, 30/4/97