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DEL ´61 AL ´76, SEGÚN OSCAR ALENDE

Con su estilo apasionado, con la libreta de apuntes de actos y fechas tomado de los diarios, el líder del Partido Intransigente cuenta aquí una historia de casi tres lustros que lo tuvo por protagonista. Habla de Perón, como eje y cuenta lo que él decía respecto de que los bombardeos de la Marina de 1955 tuvieron el auspicio de la misma armada inglesa, vinculadas ambas por la masonería. Especie de mensaje a la juventud argentina de todos los tiempos, este aporte seguramente lo es también para todos los periodistas de sueños jóvenes.

Por Oscar Alende

Nuestra civilización está en crisis. Están caducas las viejas estructuras y los clásicos ordenamientos mentales. La revolución técnica nos abruma cada día con incitaciones nuevas y exige urgentes y elásticas respuestas."Hay una crisis de confianza y de fe, un desconocimiento de nuestras virtudes intrínsecas y nuestras posibilidades inemnsas.

Se duda del gobierno, pero no se cree en los opositores. No se cree en los políticos ni en los antipolíticos. No se cree en las informaciones cuando dicen la verdad o cuando recogen fantásticas conjeturas. "Se ha perdido el sentido heroico de la militancia y la sensualidad pretende tutelar vidas.

La sospecha, el resentimiento y el rumor protagonizan. Hay una crisis de sensibilidad, un egoísmo suicida, un desapego de los valores morales. Se recuerdan los derechos y se olvidan los deberes. Hay una crisis de seriedad y de grandeza. El menudeo y el detalle, el mote y la invectiva, se han constituido en instrumentos de proselitismo y combate.

No deben existir proscriptos en el campo democrático. Debemos depositar en un cofre las que ya son, para todos los sectores, amargas experiencias pasadas. A esta altura de los acontecimientos cada grupo ha sido ignorado, perseguido o exaltado.

Por turno, víctimas, jueces o verdugos, en una sola generación. Si queremos adaptar el conjunto social del país a las condiciones inquietas y dinámicas de nuestro tiempo, es necesario y urgente elaborar con seriedad una síntesis creadora, sobre la base de coincidencias fundamentales, mirando al futuro". Oscar Alende, 7 de marzo de 1961. La fecha es correcta, cualquier parecido con la actualidad que se haya formado en su cabeza corre por cuenta de su imaginación. (Nota del editor de Congreso Abierto: la acotación la hace el propio Alende)

* Frondizi y Guido. La gobernación de Buenos Aires. La candidatura de 1963. Golpe tras golpe. Dieciocho años de proscripción peronista.

Los densos acontecimientos que corren desde principios de 1958 hasta el 28 de junio de 1966 se llenan con fieras disputas entre los dos partidos que provienen de la división del radicalismo en 1957, UCRI y UCRP, mientras el peronismo sufre una larga condena proscriptiva. Su detalle aparece minimizado ante la hondura y la dramaticidad del conflicto contemporáneo.

No es ésta la oportunidad para colocarnos en jueces o difusores de las obligaciones o las actitudes que hemos debido asumir.

Para la gente joven esta lonja de historia se incluye sobre el denominador común que abarca más de cinco décadas.

Por otra parte, en dos libros, Entretelones de la Trampa (Editorial Rueda, 1964) y Punto de partida (ídem, 1965), he volcado mi crónica de luchas y quehaceres, a la manera de una catarsis purificadora. Señalo sí que ya advertíamos los síntomas premonitorios de la actual caída.

En un mensaje del 7 de marzo de 1961 que titulé Mensaje de apertura a lo social y humano, señalé: "Nuestra civilización está en crisis. Están caducas las viejas estructuras y los clásicos ordenamientos mentales. La revolución técnica nos abruma cada día con incitaciones nuevas y exige urgentes y elásticas respuestas".

Hay una crisis de confianza y de fe, un desconocimiento de nuestras virtudes intrínsecas y nuestras posibilidades inemnsas. Se duda del gobierno, pero no se cree en los opositores. No se cree en los políticos ni en los antipolíticos.

No se cree en las informaciones cuando dicen la verdad o cuando recogen fantásticas conjeturas. Se ha perdido el sentido heroico de la militancia y la sensualidad pretende tutelar vidas. La sospecha, el resentimiento y el rumor protagonizan. Hay una crisis de sensibilidad, un egoísmo suicida, un desapego de los valores morales.

Se recuerdan los derechos y se olvidan los deberes. Hay una crisis de seriedad y de grandeza. El menudeo y el detalle, el mote y la invectiva, se han constituido en instrumentos de proselitismo y combate. No deben existir proscriptos en el campo democrático. Debemos depositar en un cofre las que ya son, para todos los sectores, amargas experiencias pasadas.

A esta altura de los acontecimientos cada grupo ha sido ignorado, perseguido o exaltado. Por turno, víctimas, jueces o verdugos, en una sola generación.

"Si queremos adaptar el conjunto social del país a las condiciones inquietas y dinámicas de nuestro tiempo, es necesario y urgente elaborar con seriedad una síntesis creadora, sobre la base de coincidencias fundamentales, mirando al futuro".

Hace 21 años. joven compatriota, puedes preguntar ¿Por qué no se hizo?. Porque no dejaron. Permítaseme un desahogo.

Mis primeras palabras al hacerme cargo de la gobernación de Buenos Aires el 2 de mayo de 1958 fueron: "Asumimos el gobierno bajo condiciones singulares y en tiempos difíciles. No hemos conquistado nuestros mandatos en virtud de un proceso democrático normal. Aspiramos a estar en condiciones de afirmar, dentro de cuatro años, cuando la ciudadanía ejerza en plenitud sus derechos cívicos y un gobierno constitucional, que el orden jurídico y la paz social están definitivamente consolidados en nuestra provincia" .

Y cumplí.

A propósito de mi candidatura a presidente y a mi disposición de no aceptar una función mal habida, destacó la carta enviada al doctor Horacio Domingorena el 14 de junio de 1963.

Tres párrafos: "Nunca he actuado contra nadie. Siempre en pro. El 'ismo' tras mi apellido me molesta. Le pido que en mi actitud vea un sacrificio más. No me he anotado en la carrera por el poder. Sé que así no llegaré ahora y quizás nunca".

* Las dictaduras de Onganía, Levigston y Lanusse

Fracaso tras fracaso. Mutua defenestración. A fines de mayo de 1969 estalló el "cordobazo". El 8 de junio de 1970, días después del secuestro de Aramburu, lo derrocaron a Onganía. El designado fue Levingston. El 22 de marzo de 1971 Lanusse lo derrocó a Levingston.

El anterior 12 de noviembre de 1970, peronistas y radicales de Balbín habían firmado con Rawson Paz la Hora del Pueblo, en la que nosotros no estuvimos.

Estos hechos son en cierta manera contemporáneos y de conocimiento juvenil. Los detalles hasta el proceso previo electoral de 1973, están relatados detalladamente en mi libro Los que mueven las palancas, hasta fines de 1972. Y quienes no hayan tomado noticia, en relación con estos gobiernos, poco pierden para acrecentar y depurar su cultura ciudadana.

* Triunfal regreso de Perón y proscripción de su candidatura

Perón esperaba desempeñar, y así nos lo dijo cuando lo visitamos en Madrid en 1969, un rol de futuro muy distinto al anterior de sus primera y segunda presidencias.

Los largos días del prolongado exilio lo habían llevado a profundizar el análisis de lo que hizo y debió hacer y las experiencias vividas le demostraron que muchos de los que consideró adversarios no lo eran, mientras defeccionaban en el silencio o el acomodo algunos de sus antiguos admiradores.

La descarnada información europea y su ancestro americano lo empujaban a un razonado programa pacificador.

"Unámonos, Alende", nos dijo.

Sin embargo, no dejaba de ser él mismo. El hombre sobre cuya filosofía política yo había formulado atrevidas, pero certeras opiniones durante un debate en la Cámara de Diputados sobre el Segundo Plan Quinquenal, el 19 de diciembre de 1952.

Lo relacioné allí con las concepciones de Pareto, la teoría soreliana, las de Michel, la de Maquiavelo. Y recordé allí las palabras de Guglielmo Ferrero, cuando señaló que sobre el cesarismo puede anticiparse mucho, pero lo que no se ha planificado todavía es como se hace la sucesión de los Césares en el gobierno.

En la misma sesión solicité la publicación del libro de Perón sobre Conducción política, substraído de la circulación.

¿Quién se podía oponer al pedido de publicación?

Y es con esa formación al estilo del general Verdy du Vernois en la batalla de Nachau o de Napoleón con su discurso de la cornisa de Genova, que gustaba repetir, como enfrentaba lo político-militar sabedor que el arte de ganar una batalla franquea la licitud de cualquier medio destinado a la obtención de la victoria.

Lo manejó todo frente a una clase política militar y civil estrechada y estrecha, con mentalidad de estación terminal.

En esa larga ausencia, su ejercitación estrictamente política, ante la defección y el permanente fracaso de las conducciones militares que se sucedían, impuso a la distancia su carisma y su prestigio popular, hasta lograr la rendición total de sus camaradas opuestos.

De este lado se deslucían las transferencias que pasaban de uno a otro la incapacidad, la improvisación y la soberbia de gobernantes bisóños, sin estaño político. Como ahora, según mis juicios.

Para seguir mejor los acontecimientos, inserto la siguiente cronología:

7 de abril de 1972. La justicia sobresee a Perón en las causas pendientes.

17 de abril de 1972. Los mandos del Ejército resuelven que Lanusse no sea candidato a Presidente de la Nación.

El dramático lunes 10 de abril con las muertes del general Juan Carlos Sánchez y Salustro, el "mendozazo" y el fracaso de la misión Sapag, que le ofrece dinero a Perón, cierran una etapa.

30 de mayo de 1972. Asamblea de la Coincidencia Nacional, en el hotel Savoy. Las fuerzas políticas rechazan la tentativa de reformar la Constitución para favorecer el continuismo.

24 de junio de 1972. El Partido Justicialista organizado legalmente elige candidato a Presidente al general Perón.

27 de junio de 1972. Perón revela detalladamente a L 'Espresso las negociaciones secretas que le ha propuesto el coronel Cornichelli, enviado de Lanusse.

7 de julio de 1972. Lanusse, en un discurso a las fuerzas armadas anuncia la cláusula que obliga a los candidatos a estar presentes en la Argentina sin abandonar el país, desde el 25 de agosto. Se suspende la personería de la C.G.T. y se congelan los fondos de la central obrera y los sindicatos. Es la proscripción de Perón y la respuesta al fracaso de las tentativas de soborno.

20 de julio de 1972. El Partido Intransigente exige para integrarse en el Frecilina, un programa de revolución nacional, de clara definición ideológica.

27 de julio de 1972. Discurso de Lanusse en el Colegio Militar, de lenguaje agresivo, directo y desafiante contra Perón.

12 de setiembre de 1972. Asamblea de partidos políticos y sectores sociales. Se considera inconstitucional la cláusula proscriptíva.

4 de octubre de 1972. Perón propone 10 puntos. El gobierno rechaza el 5°, 6° y 7°.7 de octubre de 1972. La Convención Nacional del Partido Intransigente me elige candidato a Presidente.

20 de octubre de 1972. El doctor Almasquet Dedeu me interna en la Clínica Privada Modelo, con peligro de muerte inminente.

17 de noviembre de 1972. Perón regresa al país y sostiene en Ezeiza su primer reunión en el hotel Internacional, donde es obligado a pernoctar, con exhibición de armas de fuego.

20 de noviembre de 1972. Reunión multipartidaria en "El Niño" (sic) (Fue en la confiteria Nino).

21 de noviembre de 1972. Diálogo Perón-Balbín.

28 de noviembre de 1972. Alta médica. Regreso a Banfield con veinte kilos menos.

5 de diciembre de 1972. Por la noche, en el domicilio de (Benito) Llambí, el doctor Campora anuncia que se ha decidido la constitución del Frente Justicialista y la candidatura de Perón.

6 de diciembre de 1972. (Informe Portero-Arana al partido). El día 6 aparece en los diarios una noticia que no se corresponde con la realidad, sobre el Frente. Nueva reunión por la mañana en lo de Llambí. "En cuanto a nuestra petición de contar con un plazo para consultar al partido, no se concedió. Luder respondió que era necesario firmar el acta ese mismo momento, pidiendo que quienes no estábamos dispuestos a hacerlo nos retiráramos. Ese mismo día 6, a las 20 horas, presenté en el hotel Presidente la segunda edición de Los que mueven las palancas. Llambí se hizo presente y pidió entrevistarme con urgencia.

7 de diciembre de 1972. Llambí, en mi domicilio de Banfield, me ofrece integrar la fórmula con Perón. Le expreso que en mi entender, el general no quiere ni puede ser Presidente, por su estado de salud. Mi respuesta fue respetuosa y valorativa. La Nación de la fecha expresa: "Anoche se efectuaron algunos encuentros informales tendientes a que la Alianza Popular se incorpore al frente. En esa gestión se vio a Benito Llambí..."

8 de diciembre de 1972. "Se agotaron las instancias legales. Los candidatos Serán presentados a la Justicia Electoral. El caso será llevado a la Corte Suprema, con rápidos trámites. Si ésta rechaza la candidatura, en esta instancia Perón y el justicialismo podrán cambiar la fórmula presidencial del Frente o, de lo contrario, el Frente podrá ir a elecciones sin candidato presidencial propio. Esta última posibilidad es la que se considera más factible de concretarse.

14 de diciembre de 1972. Viaje de Perón al Paraguay. Deja en un sobre los nombres de Cámpora y Solano Lima. Su nombre ha quedado proscripto. Las consecuencias de ese acto maligno y torpe serán muy lesivas para el futuro.

15 de diciembre de 1972. El Congreso Justicialista lo proclama a Cámpora.

19 de diciembre de 1972.  (Arturo) Mor Roig, ministro del Interior, aclara que la cláusula del 25 de agosto, en la que Cámpora queda comprendido por sus viajes a Madrid, será aplicada "dentro de un marco de razonabilidad".

Es decir, no habrá proscripción para Cámpora.

Es que con esta maniobra el gobierno de los equívocos calculaba que Cámpora no llegaría al cincuenta por ciento de los votos y que, en la segunda vuelta, el antiperonismo unido se impondría al peronismo.

11 de enero de 1973. Las declaraciones al diario Mayoría y las que coetáneamente formuló en Madrid después de su regreso, traducen, entre picantes adagios y admoniciones revulsivas, la intima vocación del general. Piensa en el triunfo con otro candidato. "Cuando terminen, nos juntamos con los radicales y decimos simplemente que vamos a gobernar de acuerdo. Eso ya lo tenemos establecido". Fue particularmente duro con la Marina, a propósito de 1955. "Por eso ellos le dieron espoletas, bombas y combustible, que fue el instrumento de la revolución, hecha por la masonería inglesa ligada a la masonería de la Marina, tan preponderante en ella". Exaltó el papel de la juventud. "Hay que darles el manejo". Y finalmente dejó correr sus sueños.

Volvió a la reconquista del poder, descarnado, el 20 de junio.

Todo lo sucedido la juventud lo conoce, por acción o de oídas. Realmente, como nunca, se congregó en las calles y plazas con apasionado fervor. Corrieron sangre y sueños.

* Tercera presidencia de Perón y muerte

Para los juicios sobre el último y conflictuado tramo constitucional, deben tenerse en cuenta algunos basamentos:

1) La proscripción de Perón alteró deliberadamente el proceso. Se constituyó un frente irregular y no representativo. Sobre esa base se dispusieron las representaciones parlamentarias y los gobiernos de provincia.

2) La Argentina que Perón encontró en 1972 era muy distinta a la que dejó en 1955 y también diferente a muchas apreciaciones que le llegaban durante su exilio.

3) El pueblo quería votar contra la dictadura y el régimen militar. No quería perder su voto.

4) En esa situación anómala e irregular, la idea de la constitución de un movimiento nacional capaz de cubrir un ciclo sustantivo debía postergarse. Cámpora dirigía, con el conocimiento del verdadero estado de salud de Perón. No hubo programa, el programa se dijo, era Perón. Todo era endeble, flotaba en el aire, las coincidencias giraban únicamente en lograr la derrota del G.A.N. proyectado por Lanusse, que como el Proceso de hoy, se llama continuismo.

5) Sin ser parte del FREJULI, el Partido Intransigente, privado de su nombre, Unión Cívica Radical Intransigente, por la dictadura militar dirigida por antagonistas radicales en 1972, corría el riesgo de su desaparición. Desde 1965, con el desprendimiento del M.I.D., habíamos perdido fuerza electoral. Sin recursos, con cuadros debilitados y con escasa capacidad de movilización, debía reiterar yo el sacrificio de 1963, esta vez con nula chance. Lo importante era cimentar la existencia y la presencia futura del P.l. El convenio de emergencia con el Partido Revolucionario Cristiano y los restos de una semi inexistentee Udelpa se llamó Alianza Popular Revolucionaria y tuvo el apoyo de sectores progresistas y el Partido Comunista.

6) AI 24 de marzo de 1976 el P.l. era, por la calidad de su bloque en diputados, por su conducta, por su extensión geográfica, la cantidad de distritos organizados y el número de sus afiliados, la tercera fuerza nacional. Y en los últimos cinco años, con fidelidad a su tradición radical yrigoyenista, a su vocación por crear un movimiento nacional y a su fervor democrático, es el núcleo político más significativo en cuanto a su sólida unidad. Está en condiciones de bregar y respaldar su propia identidad.

7) La guillotina sobre Cámpora cayó tajante. Las intervenciones sobre Buenos Aires, Córdoba, Salta y Mendoza, entre otras, tuvieron signo igual. Perón no se encontraba en condiciones físicas ni volitivas para gobernar, ni lo quería y alguna vez los historiadores deberán calar hondo en las razones por las cuales se auspició y sostuvo su planificado regreso a la Nación por parte de quienes durante tan largo tiempo le negaron su derecho a volver. Mantenía en ocasiones su lucidez y su simpatía natural, pero no podía ser consultado ni resolver ningún problema concreto de gobierno. Viejo, se dice, es el que tiene diez años más que uno. Sus dolencias, que debían disimularse, lo tornaron influenciable y se rodeó de quienes no debía, a los que por otra parte, debía reconocer sus asistencias en las horas difíciles de soledad e inconsecuencia. Con informaciones amañadas, sus opiniones se limitaban al visto bueno.

A los 40 días de asumir el cargo tuvo un edema agudo de pulmón, complicación habitualmente terminal que implica la falla del ventrículo izquierdo, la que en manos políticas responsables debió llevarlo, por lo menos, al inmediato pedido de licencia. O al relevo amistoso, que hubiera prolongado su vida. Lejos de eso, se lo siguió usando, con viajes alejados y mostraciones públicas exigentes. Hasta que su sólida contextura se rindió el 1° de julio de 1974.

 * La decadencia

Desaparecido el general, un gobierno asentado hasta entonces sobre su indiscutida y plena jefatura personal empezó a girar en rueda loca.

La falta más notable ante la historia, se dio en el no cumplimiento del programa de liberación, con temple nacional y social, que el pueblo votó.Una vez más y como siempre desoídos, cumplimos con el deber de formular nuestra oportuna advertencia.

Un mes después de la muerte de Perón, el presidente justicialista que lo reemplazó, Duilio Brunello, antiguo colaborador de Gelbard, llamó a una reunión multipartidaria el 29 de julio de 1974. Difíciles días aquellos, en pleno auge subversivo. (Asesinados Mor Roig y (David) Kraiselburd).

Si la legalidad no es el cauce, afirmamos, perderá el gobierno su legitimidad substancial. Si no se institucionalizan las exigencias revolucionarias del pueblo, las instituciones no podrán ser honradas ni legítimamente defendidas.

La revolución debía insertarse cumpliendo lo votado el 11 de marzo y el 23 de setiembre en la legalidad, expresamente, sin ninguna relicencia.

Mientras subsistan las estructuras deformantes que hemos heredado del colonialismo, estipulamos, mientras se prolongue el arcaísmo productivo de nuestros campos y se mantenga la intermediación, mientras siga anulado el federalismo y el Estado no delimite apropiadamente sus áeas, las sociales y las privadas, mientras los trabajadores no participen activamente en las decisiones y la organización de las empresas, las presiones sectoriales se harán sentir por la indefinición del proceso de cambio.

Si el pueblo está presente y activo, dijimos, el proceso estará resguardado en libertad, procurando que lo humano sea el centro de toda acción creadora.

Reiteramos la lucha para que en nuestra tierra y en Iberoamérica la revolución tenga caracteres nacionales, tomados de la propia vida de cada Nación y de las realidades económico-sociales de sus pueblos.

No queremos, sugerimos, una mera legalidad formal.Si la legalidad, impetramos, no es el cauce que conduce a la independencia política, económica y espiritual de la Nación y a la construcción de una sociedad igualitaria concebida a la medida del hombre argentino; si la legalidad no vigoriza la lucha contra el privilegio y por el contrario, consolida los existentes o crea nuevas formas de desigualdad social, la legalidad pierde su legitimidad substancial, el contenido de justicia que quisieron infundirle los fundadores de la nacionalidad.

En la reunión se hicieron presentes treinta y seis movimientos y partidos, la C.G.T. y la C.G. Empresaria, que aglomeraba a todos. Discursos durante larguísimas horas. Se aprobó un documento prefabricado. Lamentable pérdida de tiempo y espacio.

Nosotros nos retiramos antes. Y la legalidad se perdió.

* El 17 de marzo de 1976

La noche antes, por la cadena de radios y televisión mi voz fue la última civil que se escuchó en libertad. Las tropas ya estaban en la calle.

Expresé una justificada crítica a la situación existente y reclamé del gobierno con la presentación de soluciones concretas, enumeradas en ocho puntos que abarcaban todas las actividades de la Nación.

Distinguí cuatro grupos de opinión.

El primero, el de aquellos que querían la caída del gobierno, sin importarles lo que viene detrás; el segundo, el de los profesionales golpistas, que saben que ésta es la única manera de acceder al poder y de llegar al gobierno; el tercero lo integran quienes pregonan la democracia pero no quieren cumplirla, y el cuarto lo integramos los que pensamos que la lucha por la emancipación no se agota en los aspectos electorales, los que señalamos que la legalidad debe ser el instrumento de lucha contra el privilegio de afuera y de adentro, la herramienta para una sociedad justa y solidaria con presencia del pueblo, porque nuestra experiencia dice que cuando está ausente, sobreviene la abominación de las libertades y la entrega del patrimonio nacional.

Y sostuve que cada vez que los militares toman el poder en la Argentina, resulta que no solucionan ningún poder y se agravan los existentes.

No me equivoqué cuando sostuve que ese era el final de un ciclo y el comienzo de otro nuevo que enganchará lo que la Argentina debió ser y no fue y lo que la Argentina va a ser, patria liberada en lucha por un mundo mejor. En eso estamos.

Fuente: magicasruinas.com.ar