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EL GRAN ENCUENTRO
Sólo con grandes liderazgos se consuman grandes acuerdos políticos. Hace ciento diez años se produjeron entre el conservador Roque Sáenz Peña y el radical Hipólito Yrigoyen, que abrieron pasó a la ley del voto universal, secreto y obligatorio que, dicho sea de paso, los Estados Unidos, que pontifica sobre democracias ajenas, no tiene porque le teme a su pueblo.
Por Miguel Àngel Cárcano
NdE: Aquí, el hijo de un hombre clave evoca esas reuniones, realizadas en la casa del diputado tucumano Manuel Paz. Fueron diez días antes de asumir Sáenz Peña la presidencia de a Nación para la cual había sido "elegido a dedo" el 13 de marzo de 1910. "Será la última vez", dijo. Y cumplió.
La actividad de Sáenz Peña no decae un instante. Ha aceptado su candidatura bajo la condición de no contraer compromisos con partido alguno. Su compromiso es únicamente con el país. "No hay partido de gobierno, no hay gobierno de partidos".
Quiere ser el presidente de todos los argentinos, que su prescindencia y autoridad no sea discutida; que su palabra sea creída; que su ministerio esté integrado por personalidades de diversas tendencias que representen valores reales de capacidad y de conducta. "Gobierno para el país, no para mis amigos". (a)
Necesita la colaboración de los partidos, incluso del partido Unión Cívica Radical, que persiste en la abstención y la conspiración, a pesar de que un grupo de dirigentes deseaban participar en los comicios.
La persona de mayor influencia era Hipólito Yrigoyen, misterioso en sus actividades políticas e intransigente en sus ideas.
Sáenz Peña desea conocer personalmente su pensamiento.
Los buenos oficios del diputado Manuel Paz, amigo personal de los dos, facilita la realización de una entrevista, que debía ser histórica, porque en ella se conviene la participación de la Unión Cívica Radical en los comicios regidos por la reforma electoral que prometía el Presidente.
Es fundamental para Sáenz Peña que Yrigoyen tenga confianza en sus declaraciones.
Sáenz Peña va a la entrevista decidido a realizar la reforma y lograr la concurrencia a los comicios de la Unión Cívica Radical o su colaboración en el gobierno, como una forma de concluir con las conspiraciones y golpes militares.
Se realizaron dos conversaciones en casa del diputado Manuel Paz en el mayo secreto (2/10/1910).
Sáenz Peña expuso los puntos fundamentales de la reforma electoral.
Yrigoyen le sugirió la intervención a las catorce provincias, para neutralizar en los comicios la influencia de los gobernadores electorales.
Sáenz Peña se negó a emplear semejantes medios coercitivos y ofreció al partido participar en el gobierno con dos ministros.
Yrigoyen respondió como a Pellegrini en 1883: "El Partido Radical no busca ministerio, únicamente pide garantías para votar libremente en las urnas".
Sáenz Peña insistió en su propósito de realizar la reforma electoral sobre la base del padrón militar y la representación de las minorías. "Si el gobierno nos da garantías concurriremos a las urnas" responde, por fin. Yrigoyen. (b)
Pocos días antes de que el Presidente se hiciera cargo de sus funciones el Comité Nacional de la Unión Cívica Radical (8/10/1910), después de escuchar la información de Hipólito Yrigoyen sobre su entrevista con Sáenz Peña, resolvió rechazar la "invitación para participar en las fundaciones de gobierno" y estar "dispuesto siempre a caracterizar con su intención, y a sancionar con su voto definitivo la reorganización de los elementos constitutivos del derecho electora, en cuanto ella sea, plena y claramente, hecha en su concepto legal y en su aplicación verdaderamente garantizada".
La resolución es vaga y permite, según las circunstancias, tomar una actitud diferente. El propósito del Presidente se ha logrado con la promesa del caudillo opositor.
La promesa es condicional, pero para Sáenz Peña esa condición sabe que va a cumplirla y por lo tanto es un hecho la concurrencia del partido abstencionista a los próximos comicios.
El Presidente triunfa con su política de pacificar al país y concluir con las conspiraciones y amenazas de revolución; ha conseguido que el partido más reacio concurra a los comicios. Ahora es necesario articular la reforma y ajustar su conducta de gobernante para que la opinión pública crea en la sinceridad de su propósito.
(a) Carta del presidente Sáenz Peña al diputado José M. Olmedo, 20/10/1910. Discurso del Ministro del Interior en la Cámara de Diputados, 5/10/1913.
(b) La entrevista Sáenz Peña-Yrigoyen ha sido objeto de diversas interpretaciones sobre los temas tratados y lo resuelto en ella. Una de las personalidades más autorizadas que ha tratado este punto es Ramón J. Cárcano, ob. Cit. Leopoldo Melo en Los discursos de Indalecio Gómez, se ha ocupado del mismo tema. Las actas, borradores y originales de las dos conferencias, quedaron en poder del doctor Manuel Paz, entonces diputado nacional por Tucumán. Cuando falleció, su hermano Eduardo, por indicación de la señora del doctor Paz, cumplimiento el deseo de su marido, se los envió a mi padre en homenaje a su participación en la preparación y redacción de la conferencia. Esos documentos se hallan en mi archivo y son los siguientes:
1º) Borrador de la carta invitación del doctor Paz al señor Yrigoyen para concurrir a su casa el 21 de septiembre de 1910.
2º) Tres borradores de actas sobre temas tratados, uno de ellos corregido por el señor Yrigoyen.
3º) Copia de acta de la reunión del Comité de la Unión Cívica Radical, del 8 de octubre de 1910, autenticada por el presidente José Camilo Crotto, en las conferencias celebradas en casa del doctor Paz. Estos documentos no fueron conocidos por el doctor Melo y aclaran definitivamente el contenido y alcance de la histórica entrevista. Las actas de las conferencias fueron escritas por el doctor Paz y corregidas por Hipólito Yrigoyen. De estos documentos se deduce que la reforma electoral no fue el resultado de un pacto entre Sáenz Peña e Yrigoyen, porque el propósito de realizarla fue anterior a la entrevista.
La importancia de esta reunión reside en que el Presidente ratificó personalmente a Yrigoyen sus declaraciones y sus promesas de ofrecer seguridades a la oposición, garantizando la libertad de los comicios y éste prometió la concurrencia del Partido Radical si se producían las condiciones que ofrecía Sáenz Peña.
La argumentación de Leopoldo Melo no puede destruir ni negar el hecho de las reuniones realizadas. De la laboriosa elaboración de las reuniones sólo estaban interiorizados el Presidente Yrigoyen, Paz y Cárcano. De las mismas existen dos actas autenticadas.
Tuve oportunidad de asistir a las conversaciones que mantuvieron el doctor Manuel Paz, con mi padre, en nuestra casa de calle Talcahuano 1260. De ellas surgió la iniciativa de la entrevista. La dificultad consistía en hallar la oportunidad y el modo de presentarle la iniciativa al presidente Sáenz Peña y, al mismo tiempo, lograr que Yrigoyen aceptara la entrevista.
La reserva y sincronización de las gestiones fue materia de varias entrevistas entre Paz y mi padre
Fuente: La revolución por los comicios. Buenos Aires. Editorial Eudeba.1976. Correo: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.