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DE AQUELLOS TIEMPOS DE MUERTE

La llamada Masacre de Trelew, hace 38 años, sigue esperando justicia. Fue el crimen sorpresivo, de 16 de los 19 presos políticos detenidos el 22 de agosto de 1972 en la base Almirante Zar, después de la fuga de la semana anterior, en dos tandas, de 25 de ellos de la cárcel de Rawson. El caso fue elevado a juicio oral hace dos años. Aquí se ofrecen documentos revelados en forma exclusiva por La Noticia 1, aportados por periodistas que cubrieron el hecho, con valor muy especial por el de Héctor Pepe Castro, director de la radio de Puerto Madryn. 

Por La Noticia 1

El 15 de agosto de 1972, presos políticos alojados en el penal de Rawson lograron fugar en un operativo comando. Algunos de ellos lograron tomar el vuelo que los conduciría a Chile, el resto no llegó a tiempo y pidió ser restituido a prisión. Lejos de cumplir con el pedido encuadrado en el derecho, fueron fusilados en lo que en la actualidad se conoce como "La Masacre de Trelew".

A 38 años y esperando el juicio definitivo, vale recordar algunos testimonios directos, audios y archivos. De los 19 fugados, 16 resultaron muertos y hubo 3 heridos que esperan que el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Comodoro Rivadavia fije la fecha del juicio.

El juez que instruyó la causa en la que el secretario de Derechos Humanos de la Nación Eduardo Luis Duhalde se presentó como querellante, sostuvo que no debería pasar más tiempo y agradeció a la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires el material que entregó a la provincia de Chubut.

En la causa que estuvo a cargo del Juez Hugo Sastre están procesados los ex capitanes Emilio del Real y Luis Sosa, el ex oficial Carlos Morandino y otros dos agentes. Están acusados por "homicidio doblemente agravado por alevosía" por los 16 muertos y el mismo delito pero en grado de tentativa por los tres sobrevivientes.

El magistrado intentó que se encuadre como delito de lesa humanidad para que sea declarado imprescriptible aunque no sabe si su pedido prosperará.

* La causa

La causa reza "NN s/denuncia contra autores de la llamada Masacre de Trelew. 22 de Agosto de 1972. Base Zar. Trelew" y procedía del Juzgado Nacional Nº 12 iniciado en el año 2006.

Los querellantes son Eduardo Luis Duhalde, Luis Alen, Ana María Figueroa, Fernando Zarabozo, Martín Rico y Ciro Annicchiarico en representación de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y Alicia de Bonet, Hernán y Mariana Bonet, Ilsa de Roschi, Soledad Cappelo, Liliana Lesgart, Adriana Capelleti, Hila Ravier y Celia Lema como familiares de las víctimas y representantes letrados.

* Exclusivo testimonio

La prensa tuvo un rol decisivo a la hora de aportar no sólo su trabajo sino el riesgo que corrieron algunos de los periodistas que estuvieron en la cobertura del hecho y resultaron heridos.

En el año 2007, uno de ellos declaró ante el juzgado de primera instancia de Rawson: "Que el día 15 de agosto de 1972 yo me encontraba en el aeropuerto de Trelew". Tras lo cual,  agregó:  "nos encontrábamos en un camino que existía entre el edificio del aeropuerto y la plataforma donde se estacionaba el avión y nos quedamos conversando. El avión de Austral cerró su puerta, comenzó su rodaje por la calle de acceso rumbo a la pista principal y a pocos metros se detuvo, lo cual nos llamó la atención. En ese momento pasaron corriendo tres personas vestidas de militares por ese camino de acceso a la plataforma, que medio incluso nos llevaron por delante, y se abrió la puerta del avión, subieron y el avión continuó su carreteo y despegó".

En su relato ante el juez y su secretario, apuntó: "Luego supimos que los jefes de las organizaciones que habían logrado fugarse estaban vestidos de militares, motivo por el cual quienes protagonizaron ese encuentro con nosotros habían sido ellos".

Según relata este testigo privilegiado: "Evidentemente y por lo que después nos enteramos, en los mismos momentos en que nosotros nos retirábamos del aeropuerto,  por el otro lado habría entrado el resto de los evadidos de la cárcel de Rawson. Yo me encontraba luego trabajando en mi oficina y me entero por la radio LU.20 que había habido un copamiento del aeropuerto de Trelew. Me dirijo entonces hacia el aeropuerto que ya estaba rodeado por las fuerzas militares, las que en un principio no me permitieron acceder".

Allí llegaron los periodistas de canal 3 y de la radio LU 17 quienes fueron convocados al lugar donde se encontraron con los fugados quienes estaban junto a los pasajeros y tripulación dentro del edificio".

En otro de los escritos que tiene el juez en sus manos, se relata que estaban presentes "cuando arriba el Dr. Atilio Viglione e instalado en una oficina lateral del aeropuerto cumplimenta el requerimiento de revisación de cada uno de los presos, los que posteriormente se identificaban ante la cámara de televisión que los filmaba, diciendo yo soy fulano de tal y el Dr. Viglione decía a viva voz que se encontraba en buen estado de salud.

Se encontraba también -sigue el testimonio- el Dr. Godoy, el escribano González Gass, el Dr. Mario Abel Amaya, el director del diario Jornada Bernardo Feldman, el subdirector del diario El Chubut Dr. Adolfo Samyn y comienza una etapa de negociación que lleva adelante el Dr. Godoy con las fuerzas militares que estaban rodeando el edificio. Previamente y ante algunos problemas que surgieron por el nerviosismo existente entre las personas que estaban en la confitería del aeropuerto, logramos en una intervención que tuvimos los periodistas, que se dejara salir del edificio a las mujeres y a los niños, incluso tengo muy presente una persona conocida".

Más adelante detalla que "se continúa la negociación entre el capitán Sosa y el juez Godoy. Los evadidos exigían como condición para su rendición su traslado al penal de Rawson. Sostenían que en la base Zar su seguridad no estaba garantizada. En principio la autoridad militar a cargo se negó y anunció que iban a ser trasladados a la base Aeronaval Almirante Zar, justificando su posición en el hecho de que el penal de Rawson se encontraba tomado por los presos allí alojados.

Allí -prosigue- Mariano Pujadas y otros evadidos asumieron el compromiso de lograr convencer de viva voz, dijeron, a sus compañeros que estaban dentro del penal para que se rindieran y de esa manera se reestableciera la normalidad en el penal. En estas condiciones el acuerdo a que arribó el juez Godoy, los evadidos y el capitán Sosa fue la rendición con la entrega de armas y el traslado al penal de Rawson".

Los periodistas acompañaron a los grupos que salían del interior del aeropuerto de a cuatro o cinco y depositaban sus armas en el piso de la playa de estacionamiento del aeropuerto. De allí proceden las conocidas fotografías que hasta hoy muestran a los fugados en rendición y entregados a la justicia.

* Acatar al cuartel, no a la Justicia

En el expediente judicial también consta: "Concretada la rendición se acercó al lugar un micro de la marina al cual ascendieron la totalidad de los detenidos, el Juez GODOY, el Dr. AMAYA, el Director de Jornada FELDMAN, el subdirector del Chubut SAMIN y el suscripto.

" El omnibus permaneció unos cuantos minutos detenido en el lugar, no puedo precisar cuanto y en un momento se acerca personal militar y pide que baje el juez GODOY y los periodistas. Bajamos, era la playa de estacionamiento del aeropuerto y allí el jefe de la Base Aeronaval Trelew, capitán PACAGNINI a quien acompañaba el Capitán SOSA le comunica al Juez GODOY que se habia declarado el estado de emergencia y que por orden del comandante en jefe de las fuerzas armadas y presidente de la nación teniente general ALEJANDRO AGUSTÍN LANUSSE se había dispuesto el traslado de los detenidos a la base aeronaval Almirante Zar, el Juez GODOY le recuerda a los Jefes Militares haber negociado su traslado no a la base, sino al penal de Rawson, cuestión esta que ratificamos los periodistas por haber sido testigos de esas negociaciones.

" El capitán PACAGNINI le contestó al Juez GODOY que él era un militar y que como tal debía cumplir las órdenes que le impartían y que dada la orden por el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, General LANUSSE tenía que cumplir esa orden y trasladar los detenidos a la base.

" Fue en ese momento que el Juez GODOY dijo que si esa era la situación él se lo iba a comunicar a los detenidos y que además el Dr. AMAYA y los periodistas junto con él íbamos a ir a acompañar a los detenidos en el ómnibus la base.

" Los periodistas acompañamos este reclamo en virtud de haber sido testigos de la negociación y la rendición. Esto en principio no fue aceptado por los militares pero una posición firme del Dr. GODOY hizo que ingresáramos todos nuevamente al micro de la base.

" Ya dentro del micro el Dr. GODOY les comunica a los detenidos el cambio de planes y destino. El anuncio produce la lógica reacción de los detenidos que temían y ya lo habían expresado como argumento en la negociación que por su seguridad si iban a la base.

" El Dr. GODOY les dijo yo los voy a acompañar. El micro partió hacia la base. Recuerdo que en el fondo del micro iba un militar. Yo recuerdo ir sentado en el micro, al lado mío pasillo por medio, iba la mujer de SANTUCHO.

" El silencio en el recorrido se sentía, rodeado por vehículos militares, recorrimos el camino, cuando llegamos a la base, en la guardia, a los detenidos los derivan a los calabozos que estaban a la izquierda de donde entramos y al resto a un costado a la derecha de la guardia.

" Vino un oficial de Marina y nos comunicó a FELDMAN, AMAYA, SAMYN y a mi que éramos civiles y que nada teníamos que hacer en esa unidad militar motivo por el cual había un vehículo que nos trasladaría al centro de TRELEW. Ante esa orden lo saludamos al Dr. GODOY y le dijimos Doctor queda en sus manos esta situación en la que hemos participado y nos fuimos. Allí yo no supe más de ellos, fue mi último contacto. Por las referencias que yo tengo ese fue el lugar donde estaban los calabozos donde finalmente murieron".

* Testigos baleados

En el relato valioso del testigo se consigna que al día siguiente, tres periodistas de Buenos Aires y uno local fueron baleados por fuerzas de seguridad que dijeron haber "confundido" al hombre que había sacado un teleobjetivo para tomar una foto al penal.

El auto recibió varios impactos y el periodista de Associated Press fue herido en la espalda. Desde allí se alejaron en el auto que presentaba varios disparos logrando llegar a la comisaría de Rawson donde tras reconocerlos dispusieron que dos policías apostados sobre el capot del auto los acompañaran hasta el Hospital Santa Teresita, donde el corresponsal herido fue atendido.

El resto dela comitiva de prensa se trasladó hasta la sede donde estaba el Comandante del V Cuerpo de Ejército el General Betti para manifestar su reclamo.

¿Esto es Vietnam? La preguna cobró importancia cuando el periodista Armando Vidal publicó la historia en Clarín al cumplirse 30 años de la masacre.

El mencionado General Betti contestó: "Sí, es Vietnam" y agregó que si allí morían periodistas por qué no podía suceder lo mismo en Argentina.

La nota de Vidal, protagonista central en la cobertura periodística dice "Los hechos que aquí se recuerdan son parte de una historia escrita con la sangre del odio que dividió a los argentinos en la mitad del siglo XX y que, luego envolvió y diezmó a una generación surgida de ese encono que luchó por otro país".

Los únicos que lograron escapar y recalar en Puerto Montt fueron (Roberto) Santucho, (Enrique) Gorriarán, (Domingo) Mena, (Roberto) Quieto, (Marcos) Osatinsky y (Fernando) Vaca Narvaja.

Los compañeros que por algún motivo se "desencontraron" (NdE: se sumaron a la fuga aprovechando las circunstancias pero el objetivo central era la huida de los jefes de las organizacioens)  murieron fusilados (16 en ese momento y tres tiempo después).

Gestos de Pepe Castro

La historia hizo también de los trabajadores de prensa una cadena solidaria. El radiodifusor que ayudó a los periodistas porteños tuvo un gesto de hondo sentido con la esposa de uno de los detenidos militante de la Democracia Cristiana que llegó procedente de Rosario. Era la mujer del Dr. Nogueras quien llevaba una larga batalla en defensa de los presos políticos.

Héctor Pepe Castro, el mismo que Vidal menciona en la nota de Clarín, recuerda hoy que la mujer le dijo que "su marido estaba preso en el penal de Rawson y que desde el día de la fuga no tenían información alguna. Castro intentó averiguar encontrándose con un militar al que conocía y podía preguntarle. Al llegar comprobó que estaba extrañamente exaltado. Era el por entonces mayor, hoy fallecido, Eugenio Borzone.

Cuando le hizo conocer el motivo de su presencia en Rawson para preguntar por Noguera le dijo que el mejor consejo que podía darle a esa mujer era "decile que se vaya, que esto es un desastre, que corre peligro" y tras ello relató que en aquella madrugada le habían comunicado telefónicamente desde el Comando de Gendarmería de la base Almirante Zar que se había registrado un intento de fuga y había muertos.

Borzone sostuvo que le avisó al general Leopoldo Fortunato Galtieri la novedad y éste le ordenó hacerse presente en el lugar de los hechos.

Aquella misma mañana a las nueve y media, cuando nadie fuera del ámbito militar sabía nada de lo que había pasado en la base al abrir los calabozos, se encuentra con los cuerpos de los detenidos.

Castro escuchó de boca de Borzone el impacto que sufrió al ver los cadáveres de tanta gente porque cuando transitaba por el pasillo de los calabozos sintió quejidos de personas. Completó su confesión indicando que ordenó que esos tres heridos fueran asistidos en la enfermería de la base por lo que hubo tres sobrevivientes.

* Revelación para Pepe

No sólo ese dato sorprendió a Castro sino otro que fue más revelador: El hombre delegado por Galtieri tuvo que hacer frente a un conato de suicidio del jefe de la base Aeronaval Trelew, el capitán Pacagnini.

La última ayuda que le dio a la mujer fue facilitarle su regreso inmediato a Buenos Aires y asegurarse que llegase sana y salva.

Todas las declaraciones que los presos que se rindieron y el mediador Pujadas realizaron ante la prensa, antes del desenlace de estos hechos,  fueron difundidas en los medios.

Allí señalaron que trabajaban en "el marco de una lucha por la reivindicación del pueblo, el regreso de Perón y una serie de consignas que tenía su organización.

"Ese video tape, provocó un gran impacto en el país, máxime después de la muerte de los muchachos. Fue tan fuerte el impacto de las imágenes que el gobierno reaccionó dando rápida sanción a la ley de radiodifusión que lleva fecha 22 de agosto de 1972", afirmó el periodista.

Esas imágenes que en principio iba a ver el propio Juan Domingo Perón en España, fueron exhibidas a los padres de Mariano Pujadas en dos oportunidades antes de que su casa ubicada en las sierras de Córdoba fuese volada con explosivos (y sus padres, después asesinados).

A 38 años, todos esperan justicia. 

Fuente: lanoticia1.com