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DE PERÓN A PERÓN (1a. parte)

La obra de Perón durante sus dos primeros gobiernos, el segundo frustrado por un golpe militar fraticida (1946/1955), incluyendo el destierro y su aclamado retorno para su tercera presidencia,  llevaron al conocido autor de este trabajo a explicar que el legado de ideas del líder peronista todavía sigue vigente. El 1º de mayo de 1974, dos meses antes de morir, Perón esbozó ante la Asamblea Legislativa lo que llamó un Modelo Nacional para una nación que no lo tenía ni lo tiene. Esta es la primera parte de un largo texto que se publicará por  tramos en las próximas tapas de Congreso Abierto (*). Al final, se enumeran sus veinte capitulos de los que aquí van cinco.  

Por Fernando Pino Solanas
Estoy persuadido de que si nos pusiéramos todos a realizar este trabajo y si, entonces, comparáramos nuestros pensamientos, obtendríamos un gran espacio de coincidencia nacional. Otros países que han elaborado un estilo nacional, tuvieron siglos para pensarse a sí mismos, o el catalizador de la agresión externa. Nosotros no tenemos ni una ni otra cosa. Por ello, la incitación para redactar nuestro propio Modelo tiene que venir simplemente de nuestra toma de conciencia. “ (J.D.Perón: “El Modelo Argentino”1.5.74)

Hace más de cuarenta años moría el General Juan D. Perón, el hombre que tanto había aportado a la Argentina durante el siglo XX y quien nos dejara el más original proyecto emancipador contemporáneo. En este año de ambigua celebración del Bicentenario y a casi siete décadas de la Declaración de la Independencia Económica que hiciera su primer gobierno, es una ocasión privilegiada homenajearlo con el rescate de su legado doctrinario que más allá de las distancias y los cambios de época, sigue siendo un faro innovador y una referencia insoslayable para las nuevas generaciones. 

1.- Perón y la línea independentista

 “En nuestro país -no es un secreto para nadie- que el imperio inglés se fundó sobre los despojos del imperio español. Nosotros, colonia española, pasamos a ser colonia inglesa. Por eso en la Argentina ha habido una línea anglo-sajona, y una línea hispánica. La línea hispánica ha sido la que siguió con la idea independentista. La otra es la línea colonial.” (J.D.Perón:“Actualizacion Política y Doctrinaria”1971).

Desde la gran Revolución Mexicana de comienzos del siglo XX, ningún otro proceso social había impactado tanto en Latinoamérica, surgido desde el sur del sur en 1945. La Segunda Guerra había dejado 50 millones de muertos y el bombardeo de Hiroshima y Nagasaki inauguraba la era del terror nuclear.

Lejos de consolidar un futuro de paz, en las conferencias de Yalta y Potsdam empezaba un nuevo reparto del mundo. Las cinco potencias vencedoras serían las únicas con derecho al veto en el estratégico Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Los recursos de África, América Latina y Asia no comunista, quedaban a merced de las corporaciones euro-americanas, mientras los de Europa oriental serían del dominio de la ocupación militar de Stalin.

Era el inicio de la Guerra Fría.

Frente al escenario de confrontación, desde el sur se encendió una luz alternativa: Juan Perón, elegido presidente en los primeros comicios democráticos desde el golpe militar de 1930, plantea la tercera posición frente a los dos bloques del poder mundial.

De un lado, la explotación inhumana del colonialismo en los tres continentes, el capitalismo anglosajón, incluso en las metrópolis occidentales; del otro, la Europa oriental, la dictadura sangrienta del comunismo stalinista.

Detrás de las campañas de propaganda que los mostraban como paradigmas de la libertad o la cuna del hombre nuevo, se escondían regímenes opresores; en los EEUU, seguía la discriminación racial; la Francia Libre mantenía su colonialismo y en mayo del 45, cuando Paris celebraba su liberación de la ocupación nazi, bombardeaba las poblaciones civiles de ciudades argelinas y reprimía salvajemente al pueblo vietnamita. En el bloque soviético, la acción represiva de la KGB en las “democracias populares” y los fusilamientos en Polonia. La rebeldía o disidencia con el stalinismo se pagaba con el destierro siberiano o la muerte.

Ante ese escenario, Perón tiene la osadía de proponer una opción distinta sustentada en las tradiciones populares y las luchas independentistas del continente: revolución en paz y democracia social.

Su originalidad consiste en no dejarse atrapar por los códigos ideológicos dominantes de derecha o de izquierda: el liberalismo capitalista y el marxismo soviético.

Rescata el legado anticolonialista de San Martín, Belgrano, Artigas, Bolívar, Sucre, Hidalgo, Martí, que sellaron la independencia continental en alianza con los pueblos originarios, los criollos, negros y mestizos.

“La línea nuestra es la de la Primera Junta, que era independentista, Rosas, Yrigoyen y Perón. Todos los demás gobiernos argentinos han permanecido en la línea anglo-sajona y la han servido de una manera directa o indirecta. De manera que todo esto tiene una continuidad histórica en el mundo”. (“Actualización Política y Doctrinaria”1971)

La concepción política de Perón era expresión del nacionalismo independentista, una conciencia nacional nacida en los movimientos populares del nuevo siglo: la chusma de Alem e Yrigoyen; el aporte de los intelectuales como Manuel Ugarte, José Ingenieros, Scalabrini Ortiz, Jauretche, Lisandro de la Torre, Alfredo Palacios y los historiadores revisionistas en Argentina; el APRA de Haya de la Torre en Perú; el nacionalismo de Cárdenas en México; Jorge Eliécer Gaitán en Colombia; Arévalo y Arbenz en Guatemala.

Ante la marcada dependencia pro-británica, Perón se lanza a promover un movimiento popular antioligárquico y descolonizador.

La Argentina de los años cuarenta era un país de servidumbres europeizantes; la conciencia nacional estaba adormecida y el pueblo trabajador se encontraba en un total desamparo.

Perón la describía así:

“El estado social del país era miserable. Había peones que ganaban 12 pesos por mes. Todo ese estado de cosas se debía a que el país era un país ocupado, una colonia del imperialismo británico y todos los servicios eran también británicos“(Perón: “La Revolución Justicialista”, film de Solanas y Getino.1971)

Los coroneles que promueven la heterogénea asonada de componentes nacionalistas del 4 de junio de 1943 contra el continuismo oligárquico de Patrón Costas, toman a Perón como su ideólogo y le proponen encabezar el movimiento.

Cuando le preguntan que es lo que quiere, la respuesta del coronel los sorprende:”quiero que me nombren presidente del Consejo Nacional del Trabajo” -un organismo oscuro e intrascendente. Ellos se rieron y dicen:

 “Cómo: ¿a usted lo nombramos ministro del Ejército y quiere ser Secretario de Trabajo y Previsión? Yo necesitaba el punto de apoyo, una palanca para hacer la preparación humana de la revolución…”.

Tenía su propia concepción acerca del significado de una revolución:

 ”La revolución es un hecho humano, hecho por los hombres, de manera que lo fundamental es prepararla en la mente de los hombres. Las revoluciones las realiza un ideólogo, un realizador y 100.000 predicadores. Lo que hay que hacer – les dijo a los coroneles- es llamar a elecciones. Si el pueblo nos elige tendremos el mandato explícito del pueblo y nadie podrá detener la revolución, porque tiene que ser un gobierno fuerte y el gobierno fuerte no es sino aquel que proviene del pueblo. El gobierno militar es un gobierno de fuerza, no es un gobierno fuerte. El único gobierno fuerte es el que marca el pueblo…Y no nos pusimos de acuerdo.” (Perón: “La Revolución Justicialista”, film de Solanas y Getino.1971)

Perón y sus descamisados despiertan el temor y la reacción oligárquico-militar. Lo detienen y confinan en la isla Martín García. El 17 de octubre del 45, la movilización de los trabajadores invade la aristocrática Buenos Aires y logra la liberación de su líder. Desde el balcón de la Casa Rosada, los convoca a unirse para rescatar la Patria:

“Muchas veces he asistido a reuniones con trabajadores, pero esta vez sentiré un verdadero orgullo de argentino, porque interpreto este movimiento colectivo como el renacimiento de una conciencia de los trabajadores que es lo único que puede hacer grande e inmortal la Patria… Únanse...! Sean hoy más hermanos que nunca…sobre la hermandad de los que trabajan ha de levantarse la unidad de todos los argentinos…”(Perón: 17/10/ 1945. “La Revolución Justicialista”)

En aquellas circunstancias, el coronel Perón se hace cargo de la Secretaria de Trabajo y Previsión y asume la causa de la defensa y demanda de los trabajadores como si fuera un destino manifiesto. Lo recordaba así:

 “...tal vez porque sentía desde mucho tiempo antes vibrar la revolución total del pueblo y estaba decidido -tal como lo expresé el 2 de diciembre de 1943- a “quemarme en una llama épica y sagrada para alumbrar el camino de la victoria”. (Perón: 1/5/1974 Congreso Nacional)

2.- Innovaciones y aportes de la Revolución de Perón

 “Todas las grandes revoluciones de la historia han tenido un contenido semejante. Son hechos históricos semejantes y ha sido la lucha de los pueblos contra sus oligarquías e imperialismos dominantes el factor determinante..”(Peron :idem “La Revolución Justicialista” 1971)

Perón pone en ejecución una revolución nacional y social, que fue vista como modelo alternativo al capitalismo occidental y al capitalismo de Estado del comunismo soviético.

En solo dos años llega al gobierno y ejecuta un proyecto inédito en el continente, que ha sido planificando desde el Consejo Nacional de Posguerra: nacionaliza el Banco Central, el crédito bancario, el comercio exterior, los puertos y servicios públicos.

Los Planes Quinquenales ejecutan 76.000 obras públicas -más escuelas y hospitales que en toda la historia nacional- e impulsa un desarrollo sin igual de nuestra industria y tecnología.

Es necesario recordarlo porque lo que nos contaron los voceros kirchneristas es que sus doce años de gobierno fueron poco tiempo para revertir la tendencia, ejecutar grandes obras o reconstruir los ferrocarriles.

Perón, con sus Planes Quinquenales puso en funcionamiento la mayor revolución industrial de la historia nacional, apoyada en el desarrollo del mercado interno.

Transporte:

En 1948, el gobierno estatiza todas las líneas férreas en Argentina, incluyendo 25 mil bienes indirectos como el puerto de Bahía Blanca, empresas eléctricas, de tranvías y transporte automotor, que quedan bajo el control de la Empresa de Ferrocarriles del Estado Argentino. En 1952 se crea la Fábrica Argentina de Locomotoras (FADEL) con el objetivo de fabricar 600 locomotoras diesel.

En 1954 se construye la primera locomotora aerodinámica del mundo, obra del ingeniero Livio Porta, que hacía 155 km en la trocha angosta. En 1954, la red ferroviaria argentina alcanza los 48 mil km de extensión, su máximo histórico.

Energía:

En 1946 se crea la Dirección General de Centrales Eléctricas del Estado y un año después nace la empresa pública Agua y Energía Eléctrica (AyEE).

En 1948 firma con Uruguay el acuerdo para la construcción de la represa hidroeléctrica de Salto Grande sobre el río Uruguay con una capacidad de generación de 840MW. (1)

En 1952 la capacidad instalada de generación hidroeléctrica alcanza los 350MW, un incremento de 678% con respecto a 1943, como resultado de la construcción de las represas del Escaba (Tucumán), El Nihuil (Mendoza), Los Quiroga (Santiago del Estero), seis diques-usinas en Córdoba, seis en Catamarca, cuatro en Río Negro y tres en Mendoza.

En 1950, el gobierno forma la Comisión Nacional de Energía Atómica (Conea), promoviendo el desarrollo e investigación de la energía nuclear con fines pacíficos.

Petróleo y gas:

En 1949, la reforma constitucional declara a los yacimientos hidrocarburíferos como “propiedades imprescriptibles e inalienables de la Nación”. YPF incrementa su producción petrolera en un 50% y alcanza una participación del 84% en la extracción de crudo en Argentina.

En 1952, las reservas de petróleo de YPF ascienden a 1.900 millones de barriles de crudo, un incremento de 650% con respecto a 1946, como resultado de la exploración en Neuquén, Comodoro Rivadavia, Salta, Tierra del Fuego y Mendoza.

En 1946, Perón crea lo que sería la segunda empresa del país y la tercera de gas del mundo: “Gas del Estado” cuyo objetivo era transportar gas natural a todo el territorio nacional. La flamante empresa estaba a cargo del ing. Julio V Canessa, que se había formado en la YPF de Mosconi y para quien no había nada que no pudiéramos hacer:”todo es cuestión de tiempo y organización” nos decía a quienes integrábamos su secretaria privada en 1958.

Canessa propuso a Perón construir con tecnología nacional y sin financiamiento externo, el gasoducto Comodoro Rivadavia–Buenos Aires, de 1.605 km. de extensión; uno de los más largos del mundo por aquel entonces. Comenzó la obra en enero de 1947 y fue inaugurado a fines de 1949.

La distribución y consumo de gas tuvo un incremento de 4.900% con respecto a 1946 y un significativo descenso de las tarifas, debido a la reducción de los costos de transporte y la red de gas natural.

Comunicaciones:

El 1 de julio de 1946, el gobierno estatiza la Unión Telefónica (propiedad de ITT, el operador dominante en el mercado argentino), creando la Empresa Mixta Telefónica Argentina (futura Entel), en la cual el Estado Nacional era propietario del 51% del capital.

En 1949 Argentina contaba con 0,65 millones de líneas fijas, un incremento de 36% con respecto a 1943. En 1952, la extensión de la red telefónica argentina ascendía a 529 mil km. de líneas de cable, un aumento de 267% con respecto a 1943,

Marina mercante:

A fines de 1946, la Flota Mercante del Estado había triplicado su tonelaje (entre unidades en servicio y en construcción) con respecto al año anterior. Perón decreta que todas las mercaderías compradas y vendidas por parte del Estado deberían ser transportadas en buques de la Flota Mercante del Estado.

En 1948, la marina mercante argentina supera en tonelaje a la del Brasil, convirtiéndose así en la mayor de América Latina. Se incorporan nuevos buques de alta mar así como 18 buques-tanque para YPF con un tonelaje de porte bruto de 234 mil toneladas.

Por primera vez en la historia, en 1951 la flota mercante nacional superó en toneladas descargadas en puertos argentinos a las toneladas descargadas por buques de pabellones extranjeros.

Aviación:

En la fábrica de aviones de Córdoba, en 1946 comienza la fabricación de 200 aviones de entrenamiento (DLL); en 1947 vuela el primer avión a reacción del hemisferio sur Pulqui I y en 1950 el Pulqui II, un caza bombardeo competitivo con el Mig ruso y el Sabre americano.

El 30 de abril de 1949, Perón inaugura el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, uno de los mayores del mundo por aquel entonces.

Un año después se crea Aerolíneas Argentinas Empresa del Estado y la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) premia en 1951 a Aerolíneas Argentinas como la mejor línea aérea comercial del mundo por su calidad y parámetros organizativos.

Siderurgia:

Se crea la acería SOMISA, se relanza el plan siderúrgico nacional, el complejo de Fabricaciones Militares y las industrias para la defensa.

Las reformas sociales:

La acción más trascendente será hacer realidad la justicia social, que le devuelve al pueblo trabajador su dignidad. Junto a Evita, la obra que realizan es una verdadera revolución social y un ejemplo para América Latina.

Se incorporan a la Constitución Nacional los derechos del trabajador, de la niñez y ancianidad, se otorga el voto para la mujer y el reconocimiento sus derechos políticos.

La población trabajadora logra la jubilación y una inédita cobertura social.

Los derechos de sindicalización adquieren rango constitucional, lo mismo que el habeas corpus, por primera vez en el mundo se ponen en práctica los contratos colectivos de trabajo y se aprueba el estatuto del peón.

Perón se reía contando que….

“La primera carta que recibí fue de mi madre, que en la estancia tuvo que pagarle a los peones los sueldos establecidos por nosotros. Y me escribió una carta diciendo: “me parece que te has vuelto loco. No vamos a poder pagar esos sueldos.” Y yo le dije: “vieja, o pagá o cerrá la estancia”. Y los tuvo que pagar.” (Perón: Film “La Revolución Justicialista” 1971. Solanas y Getino)

La nueva legislación social y laboral incluye vacaciones pagas, indemnizaciones, mejoras en las condiciones de trabajo; las Cajas de Jubilaciones que cubrían a 300.000 afiliados en 1944, alcanzan a 3.500.000, en 1949; ley de pensiones (Ley Nº 13.478), para toda persona mayor de sesenta años no amparada por ningún sistema de jubilación.

Se construyen 300.000 nuevas viviendas sobre un déficit de 650.000; se crea de la Fundación Eva Perón para atender necesidades sociales en general; la revolucionaria política sanitaria del ministro Ramón Carrillo lleva el hospital hacia la comunidad y duplica el número de camas entre 1946 y 1951; surgen los Policlínicos Sindicales (ferroviarios, bancarios, obras sanitarias); se funda la Universidad Obrera Nacional, que es la actual Universidad Tecnológica Nacional.

 3.- Evita y la revolución de la mujer

Evita: “Yo no valgo por lo que hice, yo no valgo por lo que he renunciado; yo no valgo ni por lo que soy ni por lo que tengo. Yo tengo una sola cosa que vale, la tengo en mi corazón, me quema en el alma, me duele en mi carne y arde en mis nervios: es el amor por este pueblo y por Perón….Si este pueblo me pidiese la vida, se la darla cantando, porque la felicidad de un solo descamisado vale más que toda mi vida..”(Discurso del 22/8/51).
Perón: En toda la acción político-social yo tuve en ella el mejor ministro sin cartera..Fue obra exclusiva de Eva Perón los derechos de la mujer…fuimos uno de los primeros países que dimos a la mujer los mismos derechos civiles y políticos que a los hombres..” (Film“La Revolución Justicialista”1971. Solanas /Getino)

La figura excepcional de Evita es imposible de resumirla en estas pocas líneas. Exige un trabajo similar al que realizamos con el General. Hay que imaginarse los tiempos reaccionarios de la Argentina de los años cuarenta, cuando la mujer no tenía derechos cívicos y estaba reducida a las tareas de la casa, y para trabajar debía afrontar prejuicios y discriminaciones.

Evita fue la llama de la revolución, un ser de capacidades extraordinarias que en pocos años, junto a Perón, se convierte en una referente cultural y social sin precedentes en América Latina.

“Yo no soy más que una mujer del pueblo argentino, una descamisada de la Patria, pero una descamisada de corazón, porque siempre he querido confundirme con los trabajadores, con los ancianos, con los niños, con los que sufren, trabajando codo a codo, corazón a corazón con ellos para lograr que lo quieran más a Perón y para ser un puente de paz entre el general Perón y los descamisados de la Patria”. (Evita: discurso del 22/8/51)

Evita fue la pasión, la generosidad, la encarnación de la bandera de la Justicia Social y del amor por los niños y los ancianos y todos los descartados. Hay que escuchar sus discursos para sentir la fuerza de su crítica al egoísmo oligárquico y los vendepatrias.

Su conexión visceral con las necesidades de los más humildes y desamparados traslucía sus propia experiencia: una vida con privaciones, en una sociedad conservadora llena de injusticias y con mínimas oportunidades.

Por primera vez en América, la mujer vota y un tercio de los cargos electivos corresponderán al cupo femenino. Ella decía: 

 “Mujeres de mi patria. Recibo en este instante de manos del gobierno de la Nación la ley que consagra nuestros derechos cívicos. Aquí está, hermanas mías. Resumida en la letra apretada de pocos artículos, una historia larga de luchas, tropiezos y esperanzas, que traduce la victoria de la mujer sobre las incomprensiones, las negaciones, y los intereses creados de las castas repudiadas por nuestro despertar nacional” (Film“La Revolución Justicialista”1971. Solanas /Getino)

Su obra desde la Fundación Eva Perón es inmensa e imposible de resumir aquí:

Evita: ”La ayuda social va dirigida al sector humano que el Estado y la sociedad no pueden ni deben ignorar y es un deber de solidaridad humana que supera todo prejuicio. La ayuda social suministrada racionalmente, protege y estimula. La limosna, dada para satisfacción de quien la otorga, deprime y aletarga. La ayuda social está destinada a mitigar necesidades y restituir a la sociedad, como elementos aptos, a los descendientes de los desamparados." (28 de julio de 1948)

Evita no fue una excepción: de Juana Azurduy a las Madres de Plaza de Mayo, la mujer argentina fue capaz de realizar esfuerzos excepcionales y enfrentar aberraciones de todo tipo: trabajadoras, militantes sociales y políticas, amas de casa, profesionales, estudiantes, intelectuales, fueron estaqueadas, violadas, fusiladas, parieron en las cárceles, les robaron sus hijos y no claudicaron.

En mis sesenta años de militancia, he conocido mujeres que por su rebeldía y coraje me recordaban a Evita..

 “yo tengo con Perón y con los trabajadores, una deuda sagrada; a mí no me importa si para saldarla tengo que dejar jirones de mi vida en el camino..” ( Evita, discurso 17/10/51)

* El golpe de 1955

Nada como la muerte de Evita debilitó más al General y al movimiento. El golpe militar de septiembre de 1955 derroca al gobierno. Juan Perón emprende el largo viaje del destierro que se extenderá por 18 años y deberá afrontar hostigamientos y tentativas de asesinato. (NdE: para seguir la secuencia que marca Pino Solanas resulta útil señalar que Evita murió el 26 de julio de 1952, que el 1º de mayo de 1953, un grupo de terroristas radicales puso bombas en un acto de la CGT en Plaza de Mayo, con un saldo de seis muertos y muchos heridos, y que el 16 de junio de 1955 se produjo el incalificable bombardeo de la Marina y la Aeronáutica a Plaza de Mayo, con blanco dos de ellas en la Casa de Gobierno, además de descarlas sobre la entonces residencial presidencial que estaba en la Av. Libertador en y otros lugares de la ciudad. El número de víctimas fue cinco veces mayor a las oficialmente estimadas por el propio gobierno, o sea no menos de 1.500 muertos).

En ningún momento abandona la jefatura estratégica del Movimiento y desde el exilio comandará la resistencia a la mal llamada “Revolución Libertadora” enviando miles de cartas y directivas a sus militantes.

La dictadura de Aramburu y Rojas no titubea en fusilar generales, oficiales superiores, delegados sindicales y militantes barriales, como sucedió en junio de 1956.

Cuatro mil dirigentes políticos y sindicales fueron confinados en la Patagonia y pese a la represión, desde la clandestinidad se puso en movimiento la famosa “resistencia peronista”, una de las mayores epopeyas populares de la historia latinoamericana contemporánea: miles de marchas, huelgas, movilizaciones, acciones violentas y ocupaciones de fábricas simultáneas, hicieron retroceder al régimen y forzaron el llamado a elecciones.

Recordemos algunos de los grandes militantes de aquella resistencia: John William Cooke, Dardo Cabo, César Marcos, Héctor Tristán, Sebastián Borro, Amado Olmos, Raimundo Ongaro, Di Pascuale, Julio Troxler; los militantes de la Juventud como Envar El Kadri, Jorge Rulli, Gustavo Rearte, Raymundo Villaflor, Felipe Vallese, Angel Taborda y muchos otros.

4.- Regreso y fallecimiento de Perón

 “General, ¿usted cree que lo van a dejar volver?”. “Quién sabe… es muy tarde para mi, pero es temprano para ustedes”.

En 1972, el General realiza su primera visita al país y meses después, se produce el triunfo del gran frente electoral que se arma para las elecciones del 11 de marzo de 1973 donde es elegido presidente Héctor Cámpora.

El 20 de junio de 1973, Perón regresa definitivamente a su Patria.

A pesar de la calumniosa campaña desplegada en el país y en el mundo haciéndolo responsable de todos los males argentinos, Juan Perón y Eva Perón siguen vivos en el alma de su pueblo.

Hoy el 60 por ciento de los argentinos se sigue asumiendo como “peronista” y aunque vote otros partidos e ignore el legítimo legado de Juan y Eva Perón los identifica como la matriz cultural de sus anhelos de justicia social, independencia y soberanía.

Aquel fuego sagrado que llevó a Perón a “quemarse en una llama épica y sagrada” y a Evita despedirse diciendo “volveré y seré millones”, impulsa a Perón a retornar en 1973, sabiendo que su vida se acorta.

 “Llego casi desencarnado, nada puede perturbar mi espíritu porque retorno sin rencores ni pasión. Necesitamos una paz constructiva, sin la cual podemos sucumbir como nación”(Perón 20/6/73)

El país que recibe al General está inmerso en una crisis profunda y violentado por 18 años de dictaduras y gobiernos tutelados. El movimiento tiene múltiples divisiones y, como lo definía Perón, marcha organizado desorganizadamente.

Las órdenes del General se cumplían a medias y a pesar de sus directivas, no se había construido en el país una organización capaz de servirlo y de ejecutar su proyecto.

En 18 años de resistencias, no se había logrado el retorno ni la devolución del cadáver de Evita. (NdE: la devolución del cadáver y de su grado militar fue producto de una negociación en tiempos del tramo final de la llamada Revolución Argentina cuando el presidente de facto era Ernesto A. Lanusse, en el marco del Gran Acuerdo Nacional promovido por el propio Lanusse -su ministro del Interior era el ex titular de la Cámara de Diputados, Arturo Mor Rolig- que en un primer momento alentó la idea de ser el candidato a presidente de la Nación con votos del peronismo).

Perón regresa a una realidad convulsionada, desoyendo el consejo de sus médicos que le advierten su precario estado de salud. Su idea no es ser candidato ni mucho menos presidente y nos dirá: “...eso de estar firmando o atendiendo asuntos burocráticos no dejan tiempo ni para leer los diarios...”.

Su idea es mantener la conducción estratégica, ayudar al país a salir de la crisis y a la pacificación para poner en marcha su proyecto emancipador. Lo que más lo motivaba era ayudar a la integración de la Patria Grande, fortalecer a los líderes del continente.

“Yo vine para ayudar a reconstruir al hombre argentino, la unidad que propusimos fue para concretar la liberación nacional, y no para darles coraje a los enemigos de nuestra patria. Esa unidad era y es para que el pueblo pueda hacer su voluntad sin obstáculos”. (J.D.Perón: 12/6/74)

Con la bandera de la unidad nacional convoca a todos los sectores políticos, económicos y sociales a la gran política de cortar las amarras del neocolonialismo; se abraza con el líder radical Ricardo Balbín y proclama: “para un argentino no debe haber nada mejor que otro argentino”.

La sangrienta provocación que lo recibe en Ezeiza en junio de 1973, es el comienzo de un cerco que le ha tendido la CIA conducida por Bush padre.

Los atentados y asesinatos que vendrán en las semanas y meses siguientes, más las provocaciones guerrilleras de la extrema izquierda, buscan desestabilizar el tercer gobierno peronista.

* El Plan Trienal y la guerrilla

El General no retrocede: une a políticos, empresarios y sindicalistas en el gran acuerdo político y social y lanza el último proyecto emancipador de la Argentina: el Plan Trienal.

En su momento, fue el más avanzado y exitoso del continente: logra bajar la inflación al 3%, la desocupación al 5% y distribuye entre los trabajadores el 47,5% del PBI.

Pero las tensiones y exigencias políticas van desgastando a Perón: estaba cansando, su salud se deteriora y no ha logrado salir o romper el cerco que se ha tejido en torno suyo.

Su sirviente López Rega, informante de la Embajada de EEUU, le grababa sus conversaciones y le ocultaba las citas.

El asesinato del secretario general de la CGT, José Ignacio Rucci, ejecutado por los Montoneros a 48 horas de haber sido reelegido con el 62% de los votos, y a dos semanas de la muerte de Salvador Allende fue un golpe demoledor e inesperado para el General.

La organización guerrillera, en lugar de ponerse a sus órdenes para defender el proyecto, pretendió condicionarlo y disputarle la conducción con ideas tan anacrónicas como infantiles.

Los atentados contra el gobierno se mutiplicaron: el 21 de diciembre del 1973 el Congreso sancionaba el paquete de leyes económicas del Plan Trienal -elaborado por el equipo del ministro Gelbard- y tres semanas después, la guerrilla del ERP tomaba el cuartel de caballería blindada de Azul ejecutando a su jefe, el coronel Gay y a su esposa, y dejando numerosos heridos.

Las acciones de las organizaciones armadas que comandaban Mario Roberto Santucho (ERP) y Mario Eduardo Firmenich (Montoneros) facilitaron el triunfo de los planes de Henry Kissinger y llevaron a la derrota a una juventud plena de ideales, justicia y libertad.

Miles de jóvenes fueron asesinados por la dictadura o partieron al exilo interno o externo.

Fue la mayor tragedia de la Argentina contemporánea.

La estrategia de EEUU y sus aliados fue impedir la consolidación de un polo liberador en el sur del continente.

Después de la derrota en Vietnam en 1973, los estadounidenses decidieron intervenir en su patio trasero latinoamericano con un cordón de golpes de Estado que cercaba el proceso revolucionario argentino.

El regreso de Perón, jefe del mayor movimiento popular del continente, era una señal peligrosa para los intereses imperiales que se sumaba a los procesos emancipatorios que vivian los países de la región: Chile, Bolivia, Uruguay.

El eje anglosajón necesitaba cortarle las piernas al gobierno popular de Perón, golpear su proyecto industrialista, impedir que la Argentina diera ese salto y surgiera como potencia emergente en el siglo XXI, como lograría hacerlo Brasil.

Henry Kissinger -secretario de Estado del presidente Nixon- y Bush padre, desde la CIA, pergeñaron el sangriento Plan Cóndor contra los dirigentes populares del continente.

* La Triple A

A pocos días de la muerte de Perón, se multiplicaron las matanzas de la Triple A en que participaba López Rega –integrada por Rodolfo Almirón y otros sicarios- que había comenzado a actuar semanas antes, mientras se producían los asesinatos de líderes latinoamericanos: en Buenos Aires son ejecutados el general chileno Carlos Prats –ex comandante del ejército del presidente Allende- y el ex presidente boliviano General Juan José Torres.

Además, en mayo de 1976 secuestran y matan al senador uruguayo Zelmar Michelini junto al presidente de la Cámara de Diputados oriental, Héctor Gutiérrez Ruiz y envenenan al ex mandatario brasileño Joao Goulart en la provincia de Corrientes. Años más tarde mueren en atentados aéreos el presidente de Ecuador Jaime Roldós y el de Panamá Omar Torrijos.

Después vino la guerra de Malvinas para reafirmar la decisión británica de defender los recursos ictícolas y petroleros del estratégico archipiélago, en la boca de los dos mayores océanos del planeta.

Desaparecida la conducción estratégica de Perón y sepultado su proyecto, un año después el Plan Trienal es desactivado por el golpe económico del Rodrigazo.

La devaluación y el ajuste salvaje anticipan la dictadura genocida que vendrá.

Es la derrota estratégica del proyecto de país democrático, independiente e industrial con el que había soñado Perón y el fracaso de una nueva tentativa de reconstruir la alianza entre la burguesía nacional, los trabajadores y las FFAA.

Mediante la disolución de las instituciones y el terror, comenzaba en la Argentina un marcado proceso de neocolonización y mafiosidad.

5.- Menem o la restauración conservadora

“Si alguna vez llegase a haber otro golpe, el pueblo quedará tan derrotado que la vuelta constitucional servirá solamente para garantizar con el voto popular los intereses del imperialismo y de sus cipayos nativos.”(Perón. Carta)

La restauración neoliberal conservadora iniciada con la muerte de Juan Perón y la llegada del ministro Rodrigo, se profundiza un año y medio después con el golpe militar del 24 de marzo de 1976.

La represión social de Martínez de Hoz venía a reponer la estructura dependiente y neocolonial que había comenzado a cambiar el Plan Trienal.

Comienza el abandono y degradación de las empresas del Estado y la entrega de yacimientos de YPF a grupos económicos locales. Con la “renovación peronista” y la llegada del justicialista Carlos Menem al gobierno por la renuncia anticipada de Raúl Alfonsín -julio de 1989- frente al golpe de la hiperinflación, se terminaron de vaciar los contenidos emancipatorios del proyecto de Perón.

Con el desembarco de las políticas del Consenso de Washington comenzó a instalarse la República Neoliberal y la restauración neocolonial contra la que tanto había luchado Perón.

Disfrazado del “tigre” Facundo Quiroga y a quince días de asumir la presidencia, Carlos Menem, apodado “la comadreja de los llanos”, le confesó a un periodista: “si hubiera dicho lo que iba a hacer no me hubieran votado” (NdE: no hay constancias de que haya sido Menem el autor de esa frase que se le atribuye al ex tenista Guillermo Vilas al hablar del ex presidente).

No era para menos: remplazó su programa justicialista por el liberalismo banal de la UCD de Alsogaray y nombró ministro de Economía al gerente de la multinacional Bunge y Born.

Fue un descarado fraude a los votantes: la prometida “revolución productiva” terminó siendo un brutal shock de ajustes impuesto por los organismos internacionales: el Fondo Monetario, el Banco Mundial, el Banco de Desarrollo…comenzaba a desmontarse el Estado de Bienestar construido durante décadas: se vació el sistema jubilatorio, se remataron los recursos del subsuelo y se alteraron o disolvieron los organismos de control del Estado e las inversiones extranjeras, deuda pública, estadística, etc..

* El remate del patrimonio

 En nombre de Perón, se cometieron todas las traiciones: una legión de dirigentes, gobernantes y arribistas, se montaron al menemato para ocupar cargos y obtener beneficios.

Quizás no existió en la historia suramericana, una operación destructora más canalla e irresponsable, como la ejecutada por Menem y la dirigencia política, sindical y empresarial que lo acompañó.

La ley de Reforma del Estado votada en agosto de 1989 y que todavía sigue vigente, delegaba las facultades soberanas del Congreso en el Poder Ejecutivo, facultándolo para enajenar sin inventario ni balance, el patrimonio acumulado por generaciones de argentinos.

Canjeadas por bonos de la deuda externa tomados a valor nominal cuando valían en el mercado apenas el 20% , fueron rematadas las empresas e industrias de infraestructura del Estado con sus inmuebles, maquinarias, vehículos y yacimientos como sucedió con Ferrocarriles Argentinos; las represas hidroeléctricas de Agua y Energía e Hidronor; Entel; la marina mercante, la industria aeronáutica, etc.

La furia y delirio privatizador hacía recordar las ejecuciones de los genocidas: del jefe al último sicario, todos apretaban el gatillo.

 “No podemos negar que la descomposición general del país nos ha alcanzado también a nosotros, especialmente en el horizonte directivo. La existencia de algunos peronistas que se han dedicado a defender sus apetitos o intereses personales o a servir los de sus círculos o “trenzas”, han provocado un cierto grado de disociación perjudicial a los fines del conjunto del Peronismo.(..) es indudable que tales defectos, especialmente imputables a los dirigentes, solo se podrán corregir mediante una verdadera revolución dentro del peronismo” (Perón:“La Hora de los Pueblos”, 1968).

El Plan Modernizador de la Reforma del Estado fue una suerte de tusami desvastador que liquidó un siglo de construcción de un cierto poder de decisión nacional y dio vuelta el modelo económico ejecutado hasta entonces.

No solo se enajenaba el subsuelo, el petróleo y los metales, sino que por primera vez en América Latina se permitía que desembarcara en el país el modelo de las semillas transgénicas y los agrotóxicos que iban a expandirse hacia Uruguay, Paraguay y Brasil.

Las fértiles y naturales tierras pampeanas serían bombardeadas por cargas letales de glifosato, endosulfán y muchos otros herbicidas…

* La reforma Constitucional del 94 y la provincialización de los recursos del subsuelo

 La reforma de la Carta Magna nació del Pacto de Olivos entre el Partido Justicialista y la UCR. Su principal objetivo fue legalizar la llamada “Reforma del Estado” dándole continuidad jurídica a las privatizaciones del petróleo, la minería y las empresas públicas.

Por primera vez en la historia nacional se resolvía a favor de las provincias el viejo conflicto con la Nación por la propiedad de los minerales y demás recursos del subsuelo.

Era una resolución política injusta que no resolvía el conflicto de fondo sobre la propiedad de los recursos.

¿El petróleo, la pesca, los minerales, son de quienes los tienen en su territorio o son de todos los argentinos que han financiado su descubrimiento y explotación y deben compartirse con equidad?

Si tomamos el ejemplo del crudo, de las 24 provincias catorce no tenían hidrocarburos pero habitaban en ellas el 85 por ciento de los argentinos que durante setenta años habían aportado al descubrimiento e instalación de los yacimientos, y realizado una millonaria inversión en la construcción de decenas de pueblos y ciudades, carreteras, usinas, hospitales, escuelas y el desarrollo de la industria hidrocarburífera nacional.

En estas provincias estaban las grandes refinerías e industrias y el 95 por ciento del consumo.

En las diez provincias restantes y poseedoras del recurso, vivía solo el 15 por ciento de la población.

La nueva norma venía a destrozar la unidad patrimonial de la Nación porque al sacarle la propiedad de los recursos del subsuelo –art 40 CN/1949- la debilitaba económicamente y dejaba a los yacimientos expuestos a la voracidad de las corporaciones.

Desde entonces, las provincias pasaron a negociarlos en forma directa y en desventaja con las poderosas multinacionales cuya facturación es cientos de veces más grande que los presupuestos provinciales.

Las corporaciones se convirtieron en dueñas de los territorios.

La reelección de Carlos Menem, garantizaba la continuidad del modelo y fue canjeada por las reformas democráticas que impulsaba Raúl Alfonsín en la Convención de Santa Fe, pero buena parte de sus estatutos progresistas no fueron reglamentados y quedaron en letra muerta.

La cláusula transitoria de llamar a una nueva ronda de la coparticipación federal en los próximos 24 meses nunca se cumplió y pasaron 22 años.

El reconocimiento a la “preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas y la propiedad comunitaria de las tierras que tradicionalmente ocupan” es uno de sus deudas más vergonzosas.

La deuda externa convertida en bonos en 1991 por Domingo Cavallo y el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Nicholas Brady, será la estrategia del endeudamiento permanente que hasta hoy mantiene embargado a nuestro país.

Los bonos se vendieron a los ahorristas de todo el mundo través de los bancos. La impostura y el doble discurso pasaron a ser prácticas cotidianas. El aggiornamiento doctrinario sirvió para remplazar al movimiento por el partido y sin conducción estratégica, el “pejota” se transformó en el partido del poder y el gobierno pasó a ser territorio de negocios.

(1) La obra de Salto Grande se encaró mucho tiempo después, en el tercer gobierno de Perón. Los trabajos comenzaron el 1º de abril de 1974 y la primera de sus turbinas arrancó cinco años después. En 1970, se había jubilado el encargado de custodiar el monolito que indicaba el lugar de su instalación en el río Uruguay (1946) que años antes lo había partido un rayo. El autor de esa nota en Clarín - acomplañada con la foto del monolito y su cuidador- fue el hoy editor de Congreso Abierto. Y  halló con esa curiosidad y al mismo tiempo contrasentido histórico, que sólo lo explica la adversión al peronismo, durante una recorrida por las principales ciudades de la provincia de Entre Ríos para la designación de corresponsales honorarios de la sección Interior del diario en el que trabajó toda su vida.

Capítulos que restan: 6) Descuartizamiento del proyecto de Perón y el modelo privatizador. 7) La continuidad del modelo extractivista. 8) Los  Kirchner o la segunda privatización petrolera. 9) Neocolonialismo, bipartidismo y endeudamiento. 10) La dominación neocolonial. 11) Recuperar el proyecto de Perón. 12) Los tres ejes del proyecto político de Perón. 13) La Constitución de 1949 y hacia una nueva reforma. 14) "Unidos somos inconquistables, separados indefendibles" (Perón). 15) Defensa de la naturaleza y los bienes comunes. 16) El Plan Trienal: relanzamaiento industrial y capitalización nacional. 17) A dos siglos de la Independencia: escenarios y asignaturas pendientes. 18) Actualizar y engrandecer el proyecto de Perón. 19) Francisco y la juventud descartada. 20) Hacia la construcción de una nueva síntesis y la "suranidad".

(*) Este anunciado propósito no se podrá cumplir porque el autor tiene todavía sus textos en plena elaboración. Perdón por el apresurado anticipo.