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LA BOCA, EL PARQUE SOÑADO

He, aquí, el producto de un esfuerzo vecinal, del cual el editor de esta página sólo fue testigo, transformado en el Primer Parque Público de La Boca, que no sólo es un recreo de alegría para los niños, familias, paseantes y caminantes sino que también  embellece al mismísimo estadio del Club Boca Juniors  y honra a la naturaleza. Esta es su historia.

Por El Editor

La Comisión de Vecinos de la Calle Irala y Adyacencias nació a mediados del año 1999 a raíz de la preocupación que ocasionaba entre los vecinos de la calle Irala al 100 del barrio de La Boca, el problema generado por el desvío ilegal del tránsito pesado, que afectaba especialmente nuestra zona. En principio nos reuníamos para resolver esa problemática y rápidamente surgieron otras demandas históricas del barrio, como la carencia de conectividad Inter.-barrial (Boca-Barracas) y la falta de Espacios Verdes.

En diferentes comisiones temáticas que convocaba el entonces CGP 3 en la Av. Martín García, nos entregaron fotocopias de los lineamientos estratégicos del Plan Urbano Ambiental en estudio por entonces. Allí constaba que todas las superficies desafectadas de las playas ferroviarias de la Ciudad serían destinadas preferentemente para la creación de espacios verdes de uso público, en concordancia con lo establecido en la Ley 71. Eso cambió nuestra mirada hacia el hasta entonces depósito de contenedores y estacionamiento de autos los días de partido en el Club Atlético Boca Jr.-

Así se originó nuestra propuesta, que en una tímida carilla resumía:

De nuestra mayor consideración:

La Comisión de Vecinos de la Calle Irala y Adyacencias les acerca la siguiente propuesta de reconversión de la Terminal Multimodal Casa Amarilla en ESPACIOS VERDES. La misma se basa en la imperiosa necesidad que tiene nuestra Ciudad de contar con superficies permeables, áreas forestadas, espacios públicos y mayor conectividad urbana; apelamos para ello al PLAN URBANO AMBIENTAL -Ley 71 de 1998- y al Art.30 de la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

1. Los terrenos ocupados actualmente por la Terminal Multimodal Casa Amarilla tienen salida a la Av. Almirante Brown por la franja que ocupa el F.C.G.R.; los vecinos atraviesan a diario ese atajo hacia la avenida de a pie, dado que la continuidad de las calles se halla suspendida en el tramo que va del 100 al 700 de la calle Irala. Recuperar ese predio garantizaría la apertura de las calles en cuestión generando mayor conectividad urbana y un más accesible ingreso al Hospital Cosme Argerich. (Ampliarían la red las calles Pilcomayo, Pi y Margall, Tomás Liberti, Gualeguay; Arzobispo Espinosa, y Wenceslao Villafañe )

2. En los terrenos mencionados no existe en la actualidad ninguna edificación relevante, lo que facilita la forestación del área, a la cual podrían agregarse los perímetros de las calles Cnel. Tomás Espora, Palos, Martín Rodríguez, Wenceslao Villafañe y Av. Alte. Brown, que hoy funcionan como espacios de deportes. Forestar el área, en particular con sauces - que constituían la especie dominante original- daría marco adecuado al paisaje no solo para los usuarios, sino también para los pasajeros del proyectado tren turístico. Álamos y frutales darían albergue y sustento a las distintas aves que actualmente viven en el baldío, cumpliendo además con todas las funciones ambientales que ofrecen las especies verdes.

3. La construcción de puentes peatonales de estilo similar al transbordador del Riachuelo serían un atractivo adicional al funcionar como miradores del paseo.

Estimamos todo lo antedicho como una propuesta capaz de jerarquizar nuestro barrio y a su vez cumplir con numerosos objetivos sin mayores costos: Mejora de la calidad de vida. Ampliación de los espacios públicos. Mayor conectividad interbarrial. Imprescindible acceso al hospital. Más áreas verdes para la ciudad.

Agradeciendo desde ya toda gestión que haga posible esta propuesta, nos despedimos atte. Se adjuntan 220 firmas que avalan este petitorio.

Era septiembre de 2000 y, sin saberlo, habíamos iniciado una aventura en la que maduramos como personas y como ciudadanos; y en la que hoy perseveramos a pesar del tiempo transcurrido.

En abril de 2001 la Dirección General de Planeamiento e Interpretación Urbanística nos notificó que la propuesta era convergente en términos generales tanto con la normativa vigente como con los lineamientos generales y particulares para el sector explicitados en el Plan Urbano Ambiental, lo que hizo crecer nuestra esperanza.

Sin embargo, en septiembre del mismo año apareció en el diario Clarín una nota titulada: “Tierras abandonadas del ferrocarril se usarán para proyectos urbanísticos". Ese proyecto pretendía dividir el predio en cinco partes: cuatro manzanas de complejos de edificios y una pequeña plaza en el medio.

Esa noticia nos motivó a defender con más ahínco nuestra propuesta.

Para entonces ya habíamos conocido a la gente de la Asamblea Permanente por los Espacios Verdes Urbanos (Apevu) y a varias organizaciones vecinales del barrio de La Boca.

Con el intercambio de ideas nuestro proyecto original creció: El Parque debía ser de ESPECIES AUTÓCTONAS para recuperar el paisaje original y darle un plus de interés al paseo. Eran momentos de gran intensidad social y diciembre de 2001 nos encontró con la gran ventaja de ser un grupo pre existente con un proyecto propio para divulgar y mucha ciudadanía ávida de participar.

Así llegamos al Defensor Adjunto del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, Antonio Elio Brailovsky, y nos enteramos de la existencia de una herramienta fundamental de nuestra constitución ciudadana: La Iniciativa Popular. Los vecinos armamos nuestro propio proyecto de ley y lo ingresamos en la Legislatura como Iniciativa Popular, amparándonos en el artículo 64º de la Constitución de la Ciudad, Ley 40 y como no se contraponía con que lo tomara algún diputado, Beatriz Baltroc lo firmó y acompañaron el proyecto 18 diputados más de diferentes partidos, queríamos que no fuera acaparado por ninguno en especial: se trataba de un proyecto para el bien común, por lo tanto debía ser subscripto por todos.

Hicimos su lanzamiento en la escuela Carlos Della Penna el 1º de agosto de 2002 y si bien la cantidad de firmas que reunimos no alcanzó para que sea tratado como Iniciativa Popular, el apoyo fue muy significativo: pudimos reunir 14.271 firmas, además de 3.000 adhesiones; un logro importantísimo que convirtió a nuestra Iniciativa en la primera en llegar a la instancia de la Promoción desde que se reglamentó la Ley Nº 40 en el año 1998.

Para cristalizar nuestra idea era necesario, además de la sanción de la ley, que el ONABE cediera los terrenos en cuestión. En la primera reunión con el Prof. Fernando Suárez, Presidente del ONABE, nos adelantó que en breve se firmaría el convenio con el Gobierno de la Ciudad para su traspaso, lo que sucedió el 31 de julio de 2003, cuando fue firmado por el entonces Presidente la Nación, Néstor Kirchner, y Aníbal Ibarra, a cargo de la Ciudad.

Cuando a principios de 2004 nos encontrábamos ajustando el despacho del proyecto incorporándole todos los datos que nos había aportado el convenio suscripto entre el Estado Nacional y el GCBA (mensura definitiva, condición de uso comunitario, etc.) descubrimos la oportunidad de seguir ampliando la participación de los vecinos: en la página del GCBA se relataban dos experiencias de un programa denominado “Diagnóstico participativo del paisaje”.

En ambas estaba el espíritu que motorizó nuestra gestión del parque: participar, involucrar a los vecinos así como lo habíamos hecho con la Iniciativa Popular.

No fue fácil, algunos legisladores querían que el proyecto se definiera por concurso público, lo que nos demoraba la construcción del parque y ponía en riesgo que el resultado final fuera muy profesional, pero lejano al interés de los vecinos. Por otra parte el equipo que trabajaba en diagnóstico participativo del paisaje estaba siendo reasignado a otras dependencias, mudanza incluida. Así y todo estábamos tan convencidos de que habíamos encontrado la herramienta ideal, que logramos los consensos para que figurara en el despacho definitivo de la ley, Audiencia Pública mediante.

El proceso fue muy rico, tuvimos primero una serie de reuniones para definir los lineamientos generales y luego dos jornadas en las que participaron más de 70 vecinos y 13 organizaciones.

Fue una experiencia inédita, dado que nunca se había hecho para un nuevo espacio público, donde lo que había que definir era sencillamente todo, respetando dos premisas inclaudicables: uso público de acceso irrestricto y de especies autóctonas.

Durante estos años esta experiencia de Diseño ha cosechado varios premios y el interés tanto de otras organizaciones como de funcionarios de otras regiones del país. Todos encuentran, en esta herramienta de participación, la manera de mejorar los conceptos vigentes sobre la gestión de lo público.

El 30 de octubre de 2004, festejamos de manera memorable por partida doble: la sanción definitiva de la ley de creación del parque y la presentación del plano del diseño participativo.

Son innumerables las gestiones que realizamos y que involucraron participación civil, legisladores; actores del Gobierno de la Ciudad y del Estado Nacional, e incluso debimos recurrir a la Justicia para lograr el desalojo del predio cuando ya había sido cedido para el parque…pero queremos destacar nuestro agradecimiento a todos los que hicieron posible con sus gestiones, esta importante mejora para el sur de la Ciudad y fundamentalmente que aquellos que nos apoyaron con su firma a través de la Iniciativa Popular, sepan que no fue en vano, que gracias a esa y otras formas de participación hoy podemos disfrutar de este nuevo espacio público que está cumpliendo sus primeros cinco años.

La participación social debería retomarse a través de las convocatorias de la Administración del Parque para conformar el plan de manejo; dado que creemos imprescindible se organicen cuanto antes las distintas actividades, tal como se planteó en las jornadas de diseño participativo, así como lo establecido en el curso-taller: “Vecinos, Organizaciones Barriales y Estado en la gestión participativa del espacio público local” (Organizado por: Mesa de Trabajo y Consenso de Parque Avellaneda, FLACSO (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales), Corporación Buenos Aires Sur, Programa de Diseño Participativo del Paisaje, Plan Estratégico de la Ciudad de Buenos Aires.

Durante el año 2008 logramos que se lo denomine oficialmente en homenaje al artista boquense Don Benito Quinquela Martín porque quisimos destacar el carácter creativo de sus donaciones al barrio, más allá de sus dotes de pintor: PARQUE DE FLORA NATIVA BENITO QUINQUELA MARTIN es el nombre que esperamos lo llene de orgullo.

Este Parque reúne condiciones excepcionales: Fue la Primera Iniciativa Popular de la Ciudad que alcanzó la Promoción (17.271 adhesiones), y en el 2003 fue votado como prioridad del Presupuesto Participativo; su diseño se realizó empleándose el programa Diseño Participativo del Paisaje por primera vez para un nuevo espacio público; y es el primero en la Ciudad de Flora Nativa. También es el primero del que dispone nuestro barrio.

Seguimos trabajando para que nuestro parque pueda convertirse en un referente formativo por su flora nativa y un estímulo que promueva a mejorar las condiciones ambientales de nuestra ciudad a través de la participación en las distintas actividades que allí pueden brindarse.

El PARQUE DE FLORA NATIVA BENITO QUINQUELA MARTÍN está ubicado en la calle Irala, entre Pi y Margall y Aristóbulo del Valle y vías del Ferrocarril Roca.

* Otras acciones

Algunas cuestiones que nos propusimos ya son parte de nuestra cotidianeidad, como la apertura de la calle Pilcomayo, la prohibición de circulación del tránsito pesado, las luminarias públicas, las rampas en las esquinas, la derogación de la línea particularizada de la calle Irala, la bicisenda, etc. Otras siguen demandando mucho esfuerzo, así que seguimos proponiendo el hábito de la separación de residuos domiciliarios, mejorar la conectividad en nuestra área barrial y fomentar nuevos hábitos en la ciudadanía con un proyecto de ley para restringir el uso de pirotecnia, un programa de recuperación barrial, entre otros, como las propuestas presentadas en el Presupuesto Participativo.

Desde 2005 trabajamos junto a más de 80 organizaciones en EL MOVIMIENTO VECINAL POR EL RESURGIMIENTO DE LA BOCA DEL RIACHUELO para redireccionar un proyecto de construcción de viviendas en el sector Brown de Casa Amarilla hacia la trama ya edificada de La Boca de manera de preservar las últimas tierras disponibles para Espacio Verde de uso público.

El PROYECTO VECINAL ALTERNATIVO POR EL RESURGIMIENTO DE LA BOCA fue presentado el 7 de julio de 2005 en la legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, bajo el Nº 1787-P-2005”, y planteó la necesidad de declarar el barrio en “Emergencia Urbanística y Ambiental” para que se apliquen de manera intensiva políticas públicas que aseguren la recuperación barrial, impulsando así la integración social, la recuperación urbana y la consolidación de los espacios verdes; lográndose su sanción definitiva el 14 de diciembre de 2006, luego del proceso de doble lectura.

La Ley 2240 prevé en uno de sus artículos, que los programas que el Poder Ejecutivo aplique deberán tener especialmente en cuenta la consolidación del área urbana delimitada, tendiendo a la ocupación de los inmuebles ociosos a fin de fomentar la renovación urbanística y el mejoramiento social y ambiental; y ordenó la conformación de una Unidad Ejecutora, en la cual participamos como representación vecinal de manera interina, hasta tanto funcionen los consejos consultivos comunales.

Los acontecimientos relatados, encontraron un amplio respaldo en la Universidad de Morón y sus aportes técnicos, así como los sendos aportes hechos por la Dirección de Desarrollo y Mantenimiento Barrial del ex CGP Nº3 (Hoy sub-sede del CGyPC Nº4).

Lo actuado en el marco de la UNIDAD EJECUTORA DEL PROGRAMA DE RECUPERACIÓN URBANÍSTICA Y AMBIENTAL DEL BARRIO DE LA BOCA, consta en el primer Programa presentado el año 2007 a la Legislatura y el Ejecutivo constituyendo un importante insumo de trabajo técnico cuantificado que permitiría comenzar a recuperar nuestro barrio; solo se necesita que se comience a ejecutar, garantizando así su continuidad y sus resultados.

Actualmente promovemos el tratamiento legislativo de cuatro proyectos presentados en la Legislatura a fin de dar soluciones a diversas problemáticas del barrio de La Boca:

670-P-2010 (Ahora 917-D-2010) para proponer la rezonificación del polígono delimitado por la Av. Alte. Brown, Av. Martín García, Irala y Pilcomayo a E3 (2) (Equipamiento local –Sector 2 Barrio de La Boca) del Código de Planeamiento Urbano. Ya tiene 2ªsanción.

823-P-2010 (Ahora 918-D-2010) para proponer la rezonificación de dos predios lindantes al Parque de Flora Nativa Benito Quinquela Martín a distrito de zonificación Urbanización Parque del Código de Planeamiento Urbano.

481-P-2011(Ahora 749-D-2011) Para incorporar al Código de Planeamiento Urbano la tipología T22 CASA DE CHAPA Y MADERA –Remodelación u obra nueva que respete la morfología y los colores de La Boca. Es un proyecto resultado del trabajo técnico de la Unidad Ejecutora que nosotros retomamos para darle impulso. Incluye la catalogación de 200 conventillos.

Asimismo, como miembros integrantes del Movimiento Vecinal por el Resurgimiento de La Boca, impulsamos también el proyecto 404-D-2010 de rezonificación de los terrenos de Casa Amarilla a Urbanización Parque y la inmediata aplicación de la Ley 2240 de Emergencia Urbanística y Ambiental de La Boca.

Final

Esperamos que nuestro trabajo ayude a entusiasmar a otros a participar y creer en la capacidad de hacernos responsables de los cambios que necesitamos. El Sur, con toda su identidad e historia, puede ser emblema de que es posible recuperarse y ser ejemplo de transformación hacia una ciudad socialmente sostenible.

Título: Breve historia de la gestión del Primer Parque Público de La Boca.

Fuente: http://www.vecinosdeirala.freeservers.com/resumen.htm

NdE: Se menciona también como una llamada que fue Ponencia ganadora del Concurso Plaza Pública 2011

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