- Categoría de nivel principal o raíz: Nosotros con lo nuestro
- Categoría: AGUA, MINERÍA Y REPRESAS
- Visto: 189
AGUAS DULCES QUE VALEN ORO
Ex diputado nacional y ex subsecretario de Medio Ambiente en tiempos de Carlos Menen, cuya titular era María Julia Alsogaray, a quien denunció por corrupta y renunció, escribe aquí sobre el alto valor del agua dulce que proviene del Brasil y ríos argentinos que alimentan la Cuenca del Plata y se pierde en el mar. Denuncia la abulia compartida de nuestro país y el Uruguay.
Por Héctor H. Dalmau
Tanto Brasil como la Argentina tienen su poder económico en la Cuenca del Río de la Plata, la que se destaca en el mundo por su enorme poder de generación de aguas dulces. Esas aguas, que hoy representan una de las mayores riquezas del planeta, discurren de norte a sur, y tienen como colectores finales a las subcuencas de los ríos Paraná y Uruguay,
Rìos que forman el Río de la Plata y vuelcan sus aguas al Océano Atlántico donde se salinizan. Una persistente pasividad de décadas de nuestro gobierno de turno de aquí y el de la República Oriental del Uruguay, más preocupados en sacar ventajas en la lucha por el uso de los puertos, les impide unirse para el aprovechamiento integral y compartido de ese enorme regalo recibido de la naturaleza.
Dos países - que debieron ser uno, el sueño de Artigas- son dueños de la puerta de entrada y salida de la cuenca que comprende tres millones ciento setenta mil kilómetros cuadrados (3.170.000 Kms/ 2) y donde el Río de la Plata transporta 22.000 m³/s de aguas y cincuenta y siete millones de metros cúbicos (57.000.000.) de valiosos sedimentos, entre los que sobresale por su valor las arenas, cuya mayoría es para el gasoducto de Vaca Muerta.
* Hablemos de las aguas dulces
Hasta hace menos de cincuenta años, las estimaciones de la existencia del agua del planeta llegaban al tres por ciento del total, que hoy se redujo al dos y anticipa un acelerado escasez.
Advertido esto por las grandes multinacionales, acopiadoras de lo que el mundo va a necesitar, han creado bancos que compran esas aguas, pagando ya con el asegurado compromiso de que el vendedor entregará cuando los dueños del banco las necesite. Repito: el Río de la Plata es capaz de transportar 22.000 m³/s de agua, que los dos países platinos desaprovechan al dejar que se pierdan en el mar.
Si nos fijamos en cualquier mapa de la Cuenca del Río de la Plata, veremos que los más grandes ríos que la conforman nacen en Brasil, que está arriba y por una especie de embudo bajan hasta terminar en el Atlántico. Aguas que pertenecen solamente a Argentina y Uruguay, sin que Brasil, pueda salir de ella con la libertad y poder que tiene en ríos Amazonas y San Francisco, por ejemplo.
* Historia de las pujas
Esa paradoja de ser el mayor fabricante, y no participar del poder de su manejo, desvela a los geopolíticos brasileños, desde la década de los años treinta, cuando el capitán de ejército brasileño Mario Travassos escribiera el libro Proyección Continental del Brasil.
Años más tarde llevó al establishment brasileño a rechazar el proyecto del ABC (Argentina, Brasil y Chile), propiciado por Juan Domingo Perón, Getulio Vargas y Carlos Ibañez del Campo, con la oposición de los Estados Unidos.
Aquella presión de de los años treinta de Brasil tuvo como respuesta de Perón, con su igual del Uruguay, la construcción de la represa hidroeléctrica de Salto Grande, pocos kilómetros más al Norte del Salto Chico, en 1946. Así lo anunciaba una placa acerca del inicio de las obras pero inaugurada treinta y tres años después. Una decisión equivocada, que impide la navegación y cuya esclusa permanece virgen desde su construcción.
Como lo hizo años más tarde con Itaipú, donde con Paraguay construyeron la represa sin esclusas, ni sistemas de trasbordo de cargas desde el río Paraná al embalse, cien metros más arriba y viceversa. Todo para evitar la posibilidad de que los buques y barcazas, provenientes de nuestro país, se introduzcan en la red de navegación de aguas arriba de la sub cuenca paranaense. Adiós a la posibilidad de navegar por los ríos interiores de la América del Sur, como exaltaba Sarmiento.
Con la represa hidroeléctrica Yacyretá, connstruída con Paraguay, la Argentina quiso asegurarse que Brasil no le corte la provisión de aguas que de faltarle impediría la navegación desde Ituzaingó , provincia de Corrientes, hasta Iguazú.
* Argentina siempre se equivoca
Hoy que las aguas dulces se agotan, en esferas gubernamentales de la Argentina creen que la solución pasa por hacer canales aislados para preservarlas. Craso error.
En tanto, Uruguay transforma a los puertos de Colonia, Nueva Palmira, y construye dos nuevos en Montevideo y Soriano, para los cruceros más grandes del mundo que navegan con tan solo 12 pies, poco más de nueve metros de profundidad.
La cuestión pasa por represar al Río de la Plata entre el oeste de Montevideo y el norte de la provincia de Buenos Aires.
Cuando uno lee los informes de la comercialización de las aguas dulces, en todos los mapas del mundo Montevideo aparece marcada con un círculo más grande que Buenos Aires.
Pensar en grande es lo que hizo Perón en su último y corto gobierno antes de morir al promover y firmar el tratado con el Uruguay por la limitación de las aguas compartidas, del cual se cumplirá medio siglo el próximo año.
Pensar en grande argentinos y orientales.