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LAS PARITARIAS DE LOS DELANTALES BLANCOS

La paritaria nacional docente está implícita en la norma lograda en 1999 tras la larga protesta de la Carpa Blanca frente al Congreso de la Nación - que nunca fue reprimida-, luego ampliada y asegurada por otra norma en el gobierno de Néstor Kirchner. Varias provincias no pueden solas. 

Por Emiliano Vidal

El gobierno de Mauricio Macri espolea acciones que las dos anteriores gestiones neoliberales en democracia, la del peronista Carlos Menem y el radical Fernando de la Rúa, a contramano ambos de la historia de sus respectivos partidos, se animaron. Por ejemplo, ellos no reprimieron a los docentes.

Sí en cambio lo dispuso Macri, el domingo 9; y lo atenuó el gobierno porteño, horas después al posibilitar que se levantara el emblema de una escuela itinerante frente al mismo lugar de la represión,  el símbolo democrático del poder republicano: el Palacio del Congreso de la Nación.

El mismo lugar -y seguramente que siempre lo será. que durante 1003 días permaneció la Carpa Blanca de los maestros, entre el 2 de abril de 1997 y el 30 de diciembre de 1999.

Si bien el principal propósito de aquella carpa era el salario de los docentes y el incremento de más fondos para la educación, los maestros enmarcaban su reclamo en la defensa del trabajo, la producción nacional, defensa del mercado interno, sustitución de importaciones y suspensión del pago de la deuda externa.

Más de tres millones de personas, incluyendo a miles de alumnos de escuelas argentinas, desfilaron por su interior, además del apoyo incondicional de diferentes personalidades nacionales y extranjeras.

Comprender esa carpa y su principal consecuencia, que fue el debate legislativo y posterior sanción y promulgación de la Ley de Financiamiento Educativo que garantizaba un fondo salarial de  660 pesos (valor dólar por la paridad con el peso), tiende un puente para entender el actual conflicto educativo de todo el país con asiento más fuerte en la provincia de Buenos Aires.

Actualmente los sueldos docentes están a cargo de las provincias, pero es el gobierno de turno, desde la administración del Estado nacional, quien garantiza un piso de ingresos en todos los distritos y su principal herramienta es la paritaria nacional.

Luego de crisis política y económica que estalló el 20 de diciembre de 2001 y de la transición de Eduardo Duhalde, senador elegido para ese cometido por la Asamblea Legislativa hasta el reestablecimiento del sistema, la primera decisión del gobierno elegido por las urnas de Néstor Kirchner –ministro de Educación, Daniel Filmus- fue que el estado nacional colaborase con el pago de los salarios en las provincias más débiles.

Luego impulsó y reforzó por ley el financiamiento, garantizó el salario docente, aseguró la participación del estado nacional con respeto a las autonomías provincias y promovió la educación técnica en apoyo de la industria nacional.

En 1993, diez años atrás, Carlos Menem, con la ley Federal de Educación impuesta por su ministro de Economía, Domingo Cavallo, había desarticulado el sistema al transferirle las escuelas, dejando desprotegidas a las provincias más pobres, situación que hoy está a la vista.

En la ley de 1999, la ley emergente de la Carpa Blanca, la primera ley de Financiamiento Educativo, el estado nacional reúne como una parte más en torno de una misma mesa a  las provincias y los principales gremios en relación a la cantidad de afiliados.

La paritaria es el instrumento legal por excelencia que no solo regula un conflicto sino que establece el piso salarial docente e institucionaliza un fondo compensador financiado por el gobierno nacional para los estados provinciales cuyos recursos no alcancen. Su incumplimiento afecta a la nación federal y debilita a los sindicatos del sector.

La no realización de la paritaria nacional docente y el incremento del conflicto, fueron la base de los argumentos principales de la jueza Dora Eva Temis, a cargo del Juzgado de Primera Instancia de Trabajo N° 58, para declarar admisible una medida cautelar presentada por la Unión Docentes Argentinos (UDA), motivo por el cual ordenó al Ministerio de Trabajo de la Nación a convocar en un plazo inmediato a la paritaria nacional.

El acuerdo salarial a nivel nacional es tomado como una referencia para las negociaciones provinciales. Su propósito es establecer un salario por debajo del cual no puede quedar excluido ningún maestro del país. El Estado nacional que garantiza un piso de ingresos. Desde hace años viene axuliando a siete provincias.

El año pasado el aumento fue del 40 por ciento, lo cual generó fuertes críticas de los gobernadores, quienes en la misma condición que entonces quedan en la órbita del ministro de Interior y Obras Públicas, Rogelio Frigerio, con cartera abierta y más en un año electoral.

Cuando el Estado es cooptado como herramienta para acrecentar únicamente poder propio y así neutralizar los órganos de control y someter a las provincias, desdibuja la razón de su principal función. El Estado es el núcleo de todas las peticiones sociales en busca del interés general y el sentido común de la política, aun cuando los portavoces del gobierno, el jefe de Gabinete, Marcos Peña y Frigerio, sostengan que al no tener escuelas a su cargo el gobierno nacional no debe intervenir en las paritarias.