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EL CASO SIVAK

El secuestro del empresario Osvaldo Sivak, esposo de Marta Oyhanarte, cuya actuación le daría a ella una notoriedad que después la llevaría a actuar en el campo político, generó un episodio de características espectaculares en el recinto de la Cámara de Diputados.

Por Armando Vidal

Fue el 22 de mayo de 1986 en una interpelación al ministro del Interior, Antonio Tróccoli, y al ministro de Defensa, Germán López.

En esa sesión, el diputado peronista Roberto Digón, autor del proyecto por el cual se realizaba la interpelación relacionada con la seguridad pública, sostuvo que Tróccoli había hablado con la esposa del empresario, finalmente desaparecido. Digón estaba convencido de que Tróccoli no desconocía que eran agentes de inteligencia y de la policía los que habían realizado el secuestro y reclamaban un importante pago por la libertad del empresario.

Tróccoli negaba hasta haber hablado con Marta Oyhanarte como para alejar toda posibilidad de aparecer enredado en la búsqueda de fondos oficiales para pagar el rescate.

Y entonces Digón volvió a pedir la palabra y, para sorpresa de todos, y en particular del ministro, accionó un pequeño grabador junto al micrófono de su banca. Así fue que se escuchó con palmaria claridad una conversación entre Tróccoli y Oyhanarte.

El clima de tensión aumentó mucho más cuando Jorge Sivak, hermano de Osvaldo, se puso de pie en el palco bandeja ubicado al lado del estrado, para gritarle en la cara al ministro “miente, miente”, lo cual generó a su vez un alboroto mayor.

Las tensiones no se resumían en ese episodio. En febrero de ese mismo año había muerto Roque Carranza, en circunstancias poco claras –electrocutado en su piscina-, en especial porque era el ministro de Defensa, al que había accedido tras la muerte de Raúl Borrás.

Germán López reemplazó a Carranza y después tomó estado público la existencia de un grupo de operaciones de inteligencia, con base de actuación en Alem 218, al servicio del gobierno. Un asunto de difícil comprensión. Más todavía cuando se supo que en ese plantel estaba y había sido su organizadorel agente de inteligencia Raúl Guglialminetti, un represor que aparecía en el Nunca Más de la CONADEP y era, no obstante, custodio de Alfonsín.

Este tema tenía directa relación con la interpelación, tras la cual renunció López a su cargo pero permaneció Tróccoli.No se supo más de Gugliaminetti hasta la publicación de un reportaje en Europa (Clarín, el 23 de julio), que tuvo especial repercusión porque funcionarios del gobierno decían que no podían ubicarlo.

 “No estoy prófugo ni hay pedido de captura”, decía el título del reportaje a todo ancho de la página. Ese era el hombre que, el 5 de mayo de 1987, declararía ante la Justicia argentina que había sido preparado como agente de inteligencia “para obrar, en el noventa por ciento de los casos, al margen de la ley”.

Nota: el reportaje fue de Francoise Lepot (seudónimo del periodista Enrique Oliva).

Fuente: Historia visual de la Argentina, Clarín, CD 4,

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