A+ A A-

GAS Y CORRUPCIÓN

El final de Gas del Estado coincide con el de su bochornosa conducción, a cargo del interventor Miguel Marizza. "Los mismos funcionarios sospechados de irregularidades al introducir cambios técnicos aprobados en el último hálito de la empresa, formaron después parte del ente auditor o de las empresas que entraron al nuevo mercado", se señala aquí.

Por Armando Vidal

"Operadores norteamericanos, canadienses, británicos, españoles, italianos, belgas y chilenos, asociados a capitales argentinos, han asumido la responsabilidad del servicio” se alegraba el diputado demoprogresista Alberto Natale, satisfecho por el final del proceso de privatización de Gas del Estado que había arrancado en tiempos de Roberto Dromí como ministro de Obras Públicas y que pegó un giro una vez que Domingo Cavallo asumió Economía y se hizo cargo de todo.

Dromi pugnaba por entregar la distribución a grupos privados sin licitación pública en base a las llamadas iniciativas particulares. Mientras veía ese destino para la empresa creada por el peronismo en 1946, desde la conducción de Gas del Estado a cargo del interventor Miguel Marizza -bien conocido por los contratistas honestos- se aceleraban drásticos cambios técnicos que desataban protestas y denuncias por corrupción porque le concedía a un grupo de agentes el control arbitrario sobre el mercado de redes.

Las denuncias de también cobraron forma en un pedido de informes presentado por el diputado radical Miguel Angel Ortiz Pellegrini, que nunca salió de la comisión de Energía que presidía Hugo Bordín Carosio (PJ, Mendoza).

Los mismos funcionarios sospechados de irregularidades al introducir cambios técnicos aprobados en el último hálito de Gas del Estado, formaron después parte del ente auditor o de las empresas que entraron al nuevo mercado.

Fuente:  El Congreso en la trampa , Ed. Planeta,1995, Pag. 117.