A+ A A-

DE LA RÚA, EN EL BANQUILLO

A diez años del escándalo, el Bicentenario incluirá un espectáculo relacionado con la moral de la República, toda una garantía por lo tanto en materia de atención ciudadana. Y sobre todo porque un ex presidente de la Nación, de decoroso tránsito por el Congreso en sus tiempos de legislador, será la gran estrella en su papel de principal acusado por el pago de sobornos para la sanción de una ley. Si no fuera crudamente cierto y no una obra de ficción no habría motivo para tanta indignación que sólo la Justicia podrá atenuar.

El juez Federal Daniel Rafecas ratificó que el ex presidente Fernando de la Rúa deberá ir a juicio oral en la causa en la que está procesado por el pago de coimas en el Senado para aprobar la ley de reforma laboral en el año 2000.

El magistrado fundó su decisión al considerar que el ex mandatario no podía desconocer los hechos que se sucedieron y procedió a cerrar el expediente al no haber ningún recurso legal interpuesto por la defensa.

El escándalo, que derivó además en la renuncia del entonces ex vicepresidente, Carlos “Chacho” Álvarez, tuvo una fuerte repercusión por las declaraciones del arrepentido, ex secretario parlamentario del Senado, Mario Pontaquarto, que había denunciado, entre otras cosas, que De la Rúa encabezó una reunión con senadores para destrabar la ley.

En el mes de agosto, la Justicia había confirmado el procesamiento del ex presidente, en una decisión que fue tomada por la Sala 1 del Tribunal de Apelaciones, que había confirmó así el fallo dictado en febrero del año pasado por Rafecas.

En declaraciones televisivas, De la Rúa minimizó el tema, aseguró que se pretende organizar "un escándalo nacional" con una "noticia que no es noticia” y remató: “Esto es la mera continuación de un trámite, es una situación que ya tiene un tiempo”.

 “La resolución de la cámara fue del 5 de septiembre, la firma de Rafecas es un mero trámite, quieren manosear la situación porque esto ya se sabía. Todavía falta un recurso de Casación que está pendiente”, dijo el ex presidente que le restó importancia a un fallo que lo ubica en el banquillo de los acusados. (...).

Rafecas ya ha elevado a juicio oral la causa contra nueve ex senadores y ex funcionarios del Gobierno de De la Rúa, también acusados de haber recibido los sobornos.

Los que ya estaban procesados son los ex senadores del Partido Justicialista (PJ, peronista) Emilio Cantarero, Alberto Tell, Augusto Alasino, Ricardo Branda y Remo Costanzo, así como al radical José Genoud (fallecido). También lo están el ex titular de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE, servicio secreto) Fernando de Santibáñez, el ex ministro de Trabajo Alberto Flamarique, y Mario Pontaquarto, quien confesó haber llevado en un maletín el dinero de los sobornos. De acuerdo con la acusación del fiscal del caso, los entonces senadores justicialistas recibieron en total 4,3 millones de pesos (por entonces igual suma en dólares) "para que a través de su apoyo se lograra la sanción del proyecto de ley que resultó aprobado por la cámara alta el 26 de abril de 2000".

 Cohecho activo: Fernando de la Rúa, ex presidente, quien habría consentido el pago de coimas para sancionar esa nueva reforma laboral que había hallado escollos en Diputados –en buena medida superados con la participación en las negociaciones de los diputados duhaldistas Graciela Camaño y Alfredo Atanasof - pero que en el Senado eran mayores debido al mayor peso del bloque justicialista. Fernando de Santibañes, empresario ajeno a la política, era entonces titular de la SIDE, de donde habría salido el dinero de partidas reservadas. Alberto Flamarique, mendocino, peronista, ministro de Trabajo de De la Rúa y antes secretario general de la Presidencia. Se le atribuye haber dicho “a los senadores los arreglo con la Banelco ".

Después de participar de su acto de asunción como secretario general de la Presidencia, Chacho Alvarez, vicepresidente de la Nación, fue a su casa y redactó la renuncia a su alto cargo. Mario Pontaquarto, ex secretario parlamentario del Senado, militante radical de Luján, estrechamente cercano al jefe de la bancada, José Genoud. Portaquarto, cuya confesión daría lugar a las investigaciones , sostiene que le entregó a Genoud 700 mil pesos recibidos en la Casa Rosada. Genoud, también acusado de cohecho activo, se suicidaría en su casa de Mendoza en 2008, ocho años después de los hechos, aunque aparentemente por razones ajenas al caso.

Cohecho pasivo: Augusto Alasino, entrerriano y ex constituyente de la reforma constitucional de Santa Fe, era el presidente del bloque del PJ. Emilio Cantarero, salteño, ex periodista del diario de Juan Carlos Romero, fue quien admitió el ilícito y luego negó haberlo hecho en un diálogo con una periodista de La Nación. En su casa se habría repartido el dinero. Ricardo Branda, formoseño, a quien Eduardo Duhalde luego distinguiría al designarlo en el directorio del Banco Central. Al declararse su procesamiento en 2005, fue removido por Néstor Kirchner. Alberto Tell, senador por Jujuy, hijo de un trabajador telefónico desaparecido, era el presidente de la comisión del Trabajo de la Cámara. Remo Constanzo, senador rionegrino, el único que admitió haber estado en la casa de Canterero aunque para ver “una película” y no para ser parte en el reparto de una coima.

Volanta, título y bajada: Al banquillo / De la Rúa, a juicio oral por los sobornos en el Senado / La elevación fue firmada por el juez Rafecas en la causa donde el ex mandatario está procesado por cohecho en la distribución de dinero. 21.10.2009 De la Rúa deberá enfrentar un juicio oral por el escándalo de las coimas en el Parlamento durante su gestión presidencial.

Fuentes: Critica de la Argentina y Clarín, 21/10/09.