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PERIODISMO: PÉSIMO APORTE DE LA GRAN TV

FOPEA realizó en noviembre/15 un relevamiento de la tarea periodística en los canales capitalinos -que imponen en algunos casos su mirada a todo el país-, con testimonios sin identificar de los periodistas de cada lugar. Lamentable cuadro de ignorancia y vulneración  de derechos.  Un raiting de la mediocridad.

Por FOPEA

Es sabido que gran parte de la ciudadanía se informa a través de la televisión. Este soporte es uno de los que detenta mayor masividad a la hora de brindar información y, pese a los cambios tecnológicos, se mantiene como una plataforma fundamental para la sociedad a la hora de

adquirir conocimiento, formar opinión y tomar decisiones acerca de lo que sucede en la sociedad.

Frente a este panorama, el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) encaró una investigación con el formato de “misiones” que contemplan las organizaciones internacionales con las que viene trabajando para conocer en forma intensiva una problemática puntual.

Las encuestas cualitativas fueron realizadas entre el mes de agosto y septiembre de 2015 y forman parte de una misión encarada por el FOPEA dentro de su programa de Libertad de Expresión.

Basada en preguntas cualitativas, sobre cuál es la realidad que viven los periodistas que desarrollan sus tareas en los todos los canales de televisión de Buenos Aires, tanto en los noticieros de las señales abiertas, como en las que son exclusivamente señales de noticias que llegan por los sistemas de cable.

Los nombres de los colegas entrevistados de todas las señales -públicas y privadas- de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se mantienen en reserva para que no peligre su trabajo y no haya represalias contra ellos.

Contestaron las preguntas tanto conductores, productores, cronistas de la calle y camarógrafos.

Vale recordar que el impacto de los noticieros y canales de noticias de Buenos Aires alcanza dimensiones nacionales, ya sea porque esas mismas señales se emiten en distintas provincias del resto de país, tienen repetidoras o los medios locales toman esa agenda. Y, por ende, las problemáticas profesionales que se viven en esos canales o noticieros y sus consecuencias en la calidad de la información que llega al público, trascienden sus propias realidades, se multiplican y se proyectan hacia otros escenarios.

De las respuestas a este cuestionario surgieron situaciones particulares de algunos canales.

Pero hubo muchas más problemáticas comunes que se resumirían en los siguientes puntos:

Calidad de contenidos y profesional 

* El rating es el determinante –salvo excepciones- a la hora de decidir qué temas se cubren y cuáles no. Y también qué tiempo se le dedica a cada noticia.

* Se cubren temas irrelevantes y muchas veces se los prioriza por sobre otros de mayor importancia. Eso lleva, entre otras cosas, a una frivolización de la actualidad.

* En esa lógica del rating, se sobredimensionan determinados casos y se pide que “se estiren” aquellos que “rinden” aún cuando ya se agotó la información que se pueda agregar al tema en cuestión. Las mediciones de audiencias, con el sistema denominado “minuto a minuto”, actúan como principal articulador de ese problema.

* En cuanto a la falta de experiencia, la mayoría de los periodistas manifiesta su desacuerdo con que eso lleve a que se utilice mucho material tomado de Internet, incluso de sitios de dudosa credibilidad, y que no se recurra a fuentes confiables.

* En algunos canales no están abonados a agencias internacionales de noticias, lo que limita la cobertura de dichas temáticas a lo que aparezca en Internet.

* Se ha eliminado casi en absoluto la existencia de corresponsales en el interior del país. Los medios que los mantienen lo hacen con condiciones laborales y/o profesionales no acordes a su trabajo. Mucho menos se cuenta con corresponsales en el extranjero.

* La proliferación de información surgida de las redes sociales y de lugares no tradicionales (por ejemplo los videos que hace llegar el público) que hicieron su irrupción con las nuevas tecnologías, es una realidad que muchas veces afecta la calidad y seriedad del abordaje de ciertos temas. O, directamente, se toman como ciertas supuestas informaciones que no lo son.

* Hay muy pocos viajes -o son casi inexistentes- para realizar coberturas especiales fuera de Buenos Aires por una cuestión de costos. Incluso se restringen coberturas a más 50 kilómetros de la Capital para evitar el pago de los adicionales que establecen los convenios laborales, como por ejemplo los viáticos. Los viajes a más distancia se limitan a aquellos que resultan de una invitación, lo que a su vez condiciona la cobertura por los intereses (públicos o privados) de los anfitriones.

* Hay una queja bastante extendida sobre la calidad de esos zócalos o videograph. Incluso poniéndolo por delante del contenido de lo que se expresa en la pantalla.

* Hay una preminencia de cobertura de temas policiales. Luego siguen los temas deportivos y de espectáculos. Muy escasa presencia de temas internacionales. Y poca cobertura de temas políticos, salvo que interese particularmente a la línea editorial de la empresa.

* En algunos medios informativos hay una tendencia a colocar al frente de la pantalla a animadores más que a periodistas. Esto hace imperar una lógica del entretenimiento por sobre la de la información.

* Muchos canales eligen los temas que cubren en función de lo que tiene en pantalla su competencia. Es decir que falta agenda propia. Lo mismo ocurre con el hecho de que se cubren noticias que antes salieron en los diarios.

Capacitación y profesionalización

* En las empresas no se suelen encarar tareas de capacitación para sus trabajadores. En la mayoría de los consultados hay una demanda sin respuesta por cursos de idiomas y talleres vinculados a las nuevas tecnologías, entre otros.

* En general se sostiene que hay muy poca motivación profesional, lo que afecta el trabajo de los periodistas. No hay planificación de las tareas a cumplir.

* Hay una queja de los cronistas de la calle en cuanto a una supuesta falta de experiencia e idoneidad de los productores que los envían a hacer las notas. Plantean que en términos generales esos productores no chequean los datos, no tienen contactos ni fuentes propias y tampoco buscan información para facilitar la tarea de quienes están en los móviles.

* Hay una molestia generalizada por parte de los periodistas de noticieros y canales de noticias acerca de la falta profesionalismo y de lejanía con los trabajadores por parte de los directivos de esos espacios. Lo que se traduce en que el trabajo profesional en general se deteriore.

* En algunas de estas estructuras informativas, hay poca inversión técnica. 

* El nivel profesional es muy desparejo. Hay profesionales muy calificados o de mucha experiencia y otros que no reúnen ninguna de las dos características. Muchas veces se prioriza a estos últimos por ser jóvenes, por ser “más baratos”, porque tienen algún tipo de “banca” o simplemente porque no hacen cuestionamientos profesionales. 

* En cuanto al relacionamiento interno entre los trabajadores, en algunos casos se sostiene que hay una falta de compañerismo y que eso lleva a que cada cual haga su arreglo personal con la empresa que trabaja. Eso fomenta el individualismo y le sirve a las empresas para imponer las reglas de juego en materia laboral y profesional en función de su propio beneficio.

Censura y autocensura 

* En casi todos los canales, tanto de aire como de cable, los periodistas denuncian que hay serios problemas de censura y autocensura. Eso hace que los periodistas no propongan temas o que se cuiden en demasía ante algunos, por temor a represalias. Por ende, no hay libertad de conciencia para los periodistas.

* Hay medios televisivos donde directamente se ignoran los hechos de corrupción, de acuerdo a la cercanía de los mismos con algún gobierno (nacional, provincial y/o municipal) o de empresas privadas.

* En algunos canales se habla de una gran falta de libertad, manipulación de las noticias, imposición de contenidos (sobre todo políticos partidarios), priorización excesiva de ciertas voces en detrimento del resto.

Comercial vs. Contenidos 

* Los gerentes administrativos y/o comerciales suelen estar por encima del gerente periodístico, lo que significa un retroceso enorme en materia informativa.

* En muchos canales existe lo que en su propia jerga o código llaman las notas “Sí o Sí”. Es decir que tienen que salir al aire indefectiblemente, pase lo que pase. En general se trata de los denominados “chivos” políticos. O sea, notas donde el periodista sólo va a poner el micrófono para la cobertura de un acto –muchas veces de poca trascendencia- de un político, que son pautadas comercialmente por los canales pero que se “venden” como hechos noticiosos a la audiencia.

* También hay una queja generalizada por la proliferación de notas que son armadas por equipos de campaña o de prensa de políticos, que llegan “enlatadas” –sin intervención periodística ninguna- y que son puestas al aire como noticias, cuando en realidad también son publicidades o propagandas encubiertas de esos políticos.

* En algunos canales la demanda de los periodistas tiene que ver con la enorme dependencia de la publicidad (en algunos casos estatal y en otros privada), registrándose sanciones o castigos contra periodistas por haber hecho algún informe que afecta los intereses de los anunciantes.

Precarización laboral, derechos y salarios

* Si bien en la mayoría de los casos no hay cuestionamientos al tema salarial, sí hay reclamos en cuanto al cobro de los feriados y las horas extras. 

* En algunos medios informativos televisivos hay demoras exageradas en el pago a los colaboradores que facturan. Y también hay denuncias de que ciertos canales realizan las retenciones a la seguridad social sobre el sueldo de sus trabajadores, y después no realizan los aportes previsionales o jubilatorios correspondientes, algo que constituye un delito.

* Hay desigualdad de derechos entre quienes están afiliados al Sindicato Argentino de Televisión (SAT) y quienes están afiliados a la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA). En algunos medios se ha impedido que los periodistas estén representados internamente por el Sindicato de Prensa. Por ejemplo, si estuviesen afiliados a la UTPBA por convenio tendrían más beneficios en materia de pago de feriados y de días libres.

* Hay canales de TV que no ven con buenos ojos la sindicalización de sus periodistas y ha habido casos de exclusiones a quienes participan de asambleas de trabajadores.

* Los productores se quejan de los maltratos laborales y de la enorme precarización que existe en su área. La multiplicidad de tareas es una constante en el trabajo de los productores.

* Hay falta de personal, en particular en el área de productores, donde recaen muchas tareas en pocas personas.

* Hay un ajuste permanente y silencioso de personal. En el presente no hay despidos masivos pero cada vez que un profesional deja su lugar no es reemplazado o es contratado otro de mucha menor experiencia y, por ende, menor salario.

* Las reducciones en el personal o el intento de abaratar costos lleva a que algunas empresas pretendan enviar a una nota sólo al camarógrafo y obligarlo a la tarea –que no es propia- de poner el micrófono. Estos trabajadores han rechazado esta modalidad, pero muchas veces se recurre a que la tarea del periodista la termine realizando un jefe de prensa o vocero del entrevistado.

* Los fines se semana en las señales de noticias se cubren con el mínimo personal, poca producción propia y mucha repetición de las noticias que acontecieron durante la semana. Lo mismo ocurre en los días feriados y en los horarios marginales de los días hábiles.

* Algunos medios han minimizado o directamente han dejado de usar servicios de motos para acercar el material al canal, haciendo que sea el propio equipo periodístico quien lo tenga que llevar, perdiendo tiempo y actualidad. Muchas veces cuando ese material llega ya no es noticia y no se difunde.

Influencia política 

En muchos casos los jefes de prensa o voceros de las empresas llaman a los canales para protestar si un cronista preguntó algo que les molestó y eso condiciona el trabajo de los periodistas.

* La cobertura de cuestiones que sólo tienen que ver con intereses políticos y comerciales de los propios dueños de los medios contaminan la calidad de la información y hacen que los equipos periodísticos tengan que ir a cubrir actividades o proyectos de los propietarios de esos canales, dejando de lado hechos trascendentes que quedan sin tratamiento. En esas notas, los colegas quedan en una situación delicada y padecen una presión adicional ya que puede estar en juego la continuidad de su trabajo.

* A veces, posiciones contradictorias entre los propios dueños generan tensiones y premisas confusas, lo que afecta el contenido informativo.

* En muchos canales se ha priorizado la presencia de columnistas o especialistas en piso, antes que la cobertura desde el lugar de los hechos. En general, los columnistas/especialistas en política y economía suelen representar la línea editorial del medio. 

* Si bien aseguran que la inseguridad no es un problema a la hora de la cobertura de un tema en la calle, la presencia de asistentes ayuda a evitar situaciones más complejas.

* Los periodistas también denuncian las dificultades al acceso a la información de acuerdo al medio donde se trabaje. Las fuentes suelen ser reticentes si el medio es crítico a su postura.

Convergencia tecnológica y su impacto

* La llegada de la tecnología 4G es un tema preocupante ya que hay intentos por parte de los canales de que los periodistas utilicen celulares con esa capacidad para desarrollar, además de su tarea, la de camarógrafo, sonidista y todo lo que tendría que ver con el área técnica del móvil. Esa práctica significa no sólo una reducción encubierta del personal, sino también un deterioro de la calidad de la información que llega a la audiencia. 

* Algo similar ocurre con la utilización de las denominadas “mochilas” que permiten transmitir en directo, y donde los trabajadores debieron dar una gran pelea para lograr que, dadas las características de esos elementos, haya un asistente técnico que acompañe a los camarógrafos y cronistas. Sin embargo eso sí repercutió en la disminución del personal técnico de los equipos móviles. En algún canal la presencia de móviles se redujo a su mínima expresión.

* Hay preocupación por el hecho de que en el futuro, la tecnología lleve a una multiplicidad de tareas de una misma persona que hagan perder fuentes de trabajo de otras áreas.

Frente al panorama descripto por los trabajadores de prensa de los informativos televisivos y los canales de noticias, desde FOPEA pedimos a los dueños de los medios televisivos que garanticen los derechos laborales de los colegas, que mejoren las condiciones profesionales en las que desarrollan sus tareas y que cumplan con la responsabilidad social que tienen frente a una ciudadanía que necesita y demanda estar bien informada.

Es un compromiso central que deben afrontar en la vida en democracia.