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CRÍTICA Y UNA LUCHA QUE CONTINÚA

El gobierno porteño, el de la provincia de Buenos Aires y el de Santa Fe, además del Estado nacional, tienen fuertes deudas por publicidad con Critica de la Argentina, cuyos accionistas abandonaron la empresa, mientras que sus trabajadores, que no perciben sus salarios desde hace dos meses, mantienen en pie su lucha en nombre del diario. ¿En qué reside el mentado progresismo de los políticos? ¿Cuál es el compromiso social de los empresarios? ¿Cuál es el papel del Estado? Desaparecido en su propio humo Jorge Lanata, ellos, en cambio, siguen allí . Con la volanta "Un diario a pulmón, de trabajadores" y el título "La única lucha perdida es la que se abandona" esta es la nota de apertura de la edición de junio del periódico que hacen. 

En los 50 días que pasaron desde que Crítica de la Argentina dejó de estar en los kioscos, sus trabajadores nos convencimos de haber hecho todo lo humanamente posible para explicar por qué la desaparición de un diario es una mala noticia para todos.

Porque peleamos en primer lugar por mantener nuestros empleos, pero también por evitar que una voz sea violentamente silenciada en plena democracia y justo cuando el debate sobre los medios de comunicación se extiende a sectores cada vez más amplios de la sociedad.

Como el número histórico que publicamos a pulmón para el Día del Periodista, esta edición es una herramienta de difusión y de lucha por lo que consideramos justo.

No es (¿todavía?) un periódico cooperativo ni autogestionado.

Es simplemente el producto del trabajo mancomunado de un grupo de periodistas, fotógrafos, infógrafos, diagramadores, correctores, personal de maestranza y administrativos que nos resistimos a aceptar la calle como destino inexorable tras el fracaso de empresarios aventureros e irresponsables.

Busca mostrar nuestro potencial creativo y organizativo y reconstruir –al menos temporariamente– el puente con nuestros lectores que nunca quisimos cortar.

Desde el 29 de abril nos movilizamos repetidas veces al consulado español para denunciar al vaciador Antonio Mata (de esa nacionalidad), a los laboratorios Richmond para exigir a su dueño Marcelo Figueiras (ver en buscar...) que se haga cargo de sus obligaciones como accionista del diario, al Ministerio de Trabajo para reclamar que el Estado evite la destrucción de 190 empleos y hasta a la Plaza de Mayo para pedir la intervención personal de la presidenta Cristina Kirchner.

No habríamos llegado hasta acá sin el apoyo de los cientos de colegas que nos abrieron sus páginas y micrófonos, de quienes se movilizaron para acompañarnos, de quienes aportaron a nuestro fondo de huelga, de los lectores que compraron el número anterior y de la Gráfica Patricios, con su rotativa recuperada.

A todos ellos les decimos, y a quien nos quiera oír: vamos a seguir peleando.

El diario no se cierra.

Fuente: Diario Critica de los trabajadores, junio de 2010  

http://www.serutil.com.ar/critica_de_los_trabajadores_2.pdf