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1921, DESAFUERO Y MUERTE
Enrique del Valle Iberlucea, precursor de nuestra legislación social, primer senador socialista de América en 1913, no culminó su mandato: lo desaforaron por pedido de un juez que lo condenó por una opinión con el voto de los radicales antipersonalistas. Aquí, el senador en ejercicio hace una ligera referencia a la actitud del radicalismo que precipitó la muerte del joven senador socialista enfermo. Una de las vergüenzas mayores de la vida parlamentaria.
Por Rubén Giustiniani (*)
El 30 de agosto (NdE: 2004) se conmemora el 83º aniversario de la muerte de Enrique del Valle Iberlucea, a los cuarenta y cuatro años, muy joven, lo que no fue óbice para que dejara marcada una profunda huella en la vida política y social argentina de las primeras dos décadas del siglo pasado. Su joven vida malograda, resultó hondamente trágica por las circunstancias políticas y sociales que le tocó vivir durante su enfermedad y agonía. Y lo extraño, y anormal es que sus padecimientos morales los vivió por su condición de socialista miembro del Senado de la Nación, al que había llegado por voluntad expresada mediante el voto democrático del pueblo de la Capital.