Sólo la represión aparece como sostén del gobierno de Macri, a la luz de las medidas tomadas y la decisión de hacer pagar al pueblo la suma de sus errores y la intención no declarada de hacer de la Argentina una tierra al servicio de los intereses yanquis. Un análisis crudo como la realidad escamoteada.

Por Juan Gabriel Labaké

En nuestro país los poderosos optaron por la recesión y el ajuste. Lo indican las medidas adoptadas y el monolítico apoyo de las superpotencias del lobby anglosajón-israelí y del poder financiero. Defenderán a cualquier costo la permanencia del Presidente Macri y su equipo de talibanes neoliberales.

Los datos son inequívocos. Veamos:

- Según la Fundación Ecolatina (Roberto y Marcos Lavagna), el salario real en 2018 caería el 6%.

- De acuerdo con lo publicado por la propia prensa de la dependencia, se calcula que el consumo bajará 3% en 2018.

- En una nota publicada por Infobae:

° La Reserva Federal subirá dos veces más la tasa de interés hasta fin de año (una septiembre y otra en diciembre).

° Aún con déficit primario cero, el gobierno seguirá precisando de fondos frescos para hacer frente a los pagos de intereses de la deuda, por más de U$S 10.000 millones. Todo el dinero necesario, de acuerdo con ese esquema, provendrá de los desembolsos del Fondo, no siendo necesario recurrir al financiamiento de los mercados.

° En otras palabras, es altamente probable que los mercados sigan cerrados para los bonos argentinos, aún cuando el FMI apruebe adelantar sus desembolsos al 2019, por un total de USD 29.000 millones.

° Para pasar del déficit primario de 2,6% de este año, a 0% el que viene, el ahorro debe ser de $ 500.000 millones. Sólo una parte menor se cubrirá con el ahorro del gobierno nacional. El resto recaerá sobre el sector privado.

 En consecuencia:

1.- El gasto en obra pública se reducirá a la mitad en términos reales. Por lo tanto, será menos empleo, ya que la construcción es mano de obra intensiva.

2.- Las retenciones a las exportaciones aportarán 280.000 millones de pesos, algo más del 50% de los 500.000 millones exigidos.

3.- El resto lo hará la inflación: el salario real caerá con duro sacrificio de los sectores más necesitados. La pérdida de poder adquisitivo será la más grande desde 2009 y consultoras privadas estiman que la caída del consumo masivo (alimentos y bebidas principalmente) llegará al 5% en el segundo semestre de este año.

* El miedo a la cárcel

Para el macrismo, permanecer en el gobierno es salvarse de peregrinar por Comodoro Py. Para los poderes extranjeros que lo apoyan, la caída de Macri significaría un importante retroceso en el plan geopolítico de dominación de Latinoamérica como punto de apoyo para un desesperado intento de recuperar la influencia planetaria perdida en los últimos diez años.

El problema ahora es saber si el pueblo argentino soportará en paz el brutal ajuste que se avecina, o veremos repetirse los desastrosos acontecimientos de diciembre de 2001, que sólo pudieron aplacarse en parte con el acuerdo entre Alfonsín y Duhalde para que este último asumiera la presidencia provisional del país.

El gobierno confía en que podrá evitar los desbordes sociales gracias a un aumento en las partidas de asistencia social para los más necesitados, para lo cual ha dotado de fondos extras a la ministra de Bienestar Social Carolina Stanley, y a la gobernadora de Buenos Aires María Eugenia Vidal.

A su vez, desde hace meses, quizás un par de años, la ministra de seguridad Patricia Bullrich ha pactado con Israel el envío de asesores de inteligencia que trabajan ahora en nuestra AFI, así como la compra de tecnología y armas “antimotines”.

Una demostración aplastante de ese verdadero ejército para reprimir protestas sociales, que ha armado la señora Bullrich con ayuda de Israel, pudimos presenciarlo en la segunda semana de diciembre, cuando la Gendarmería “desfiló” por la Av. Callao para mostrar su poderío. Era algo que erizaba la piel y recordaba al estrafalario armamento y armaduras metálicas de las películas de ciencia ficción.

De modo que el gobierno de Macri se apresta a evitar desbordes sociales por las buenas (léase asistencia social de urgencia en manos de dos mujeres que pretenden ser el rostro agradable de Cambiemos: Carolina Standler y María Eugenia Vidal) o por las malas con las fuerzas de seguridad copiadas y facilitadas por Israel, que ahora están bajo las órdenes de una funcionaria tan poco confiable y tan voluble como Patricia Bullrrich.