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CUANDO LO ECHARON A BUSSI
Periodista destacado de Clarín, que cubrió el largo juicio a los ex comandantes y se abocó durante años a los grandes temas judiciales, un día se vio obligado a otras tareas en la redacción hasta que fue rescatado para integrar el equipo parlamentario del diario. Tucumano, tuvo especial placer en escribir esta nota con Amado Juri, ex preso del genocida Bussi.
Por Claudio Andrada
“Eran cerca de las tres de la mañana del 24 de marzo de 1976 cuando llegué a la Casa de Gobierno. Cuando entré a mi despacho vi que estaba lleno de militares y policías. Revisaban papeles, abrían muebles, iban de un lado a otro. Antonio Bussi gritaba órdenes pero no me dio ni los buenos días ni me miró. Me ignoró como gobernador elegido y como persona. Después me llevaron a la Cárcel de Encausados donde estuve dos años, nueve meses y siete días. No acepté ningún privilegio para mí o mi familia: debían hacer cola para verme”.
Así sintetizó don Amado Juri (83 años) el día más amargo de su vida cuando lo depusieron del cargo de gobernador de Tucumán.
Fue ayer (NdE: 1/12/1999) en su despacho de Diputados y cuando a casi venticuatro años de ese episodio su carrera política alcanzó la más alta notoriedad por presidir la sesión donde se rechazó incorporar al militar que antes lo había humillado.
“En la cárcel tuve mi tarea como todos los presos. Ahí se fabricaban ladrillos pero los detenidos se opusieron a que hiciera ese trabajo. Con toda consideración me dieron otro: debía representarlos ante los represores. Y así lo hice, discutiendo la mísera paga”, agregó.
“¿Quiere que le diga qué pensé cuando me tocó presidir la sesión preparatoria? Que fue un designo de Dios. Tuve el privilegio de ser el más viejo porque justo ahora se retiró Alvaro Alsogaray. Son las vueltas de la vida, m´hijo. El que las hace, las paga”, sentenció.
Juri trabajó ayer como todos los días. Desde que fue elegido diputado en 1997, no faltó a una sesión a pesar de su edad y de que su esposa está prácticamente ciega por causa de una diabetes.
“Le digo una cosa –expresó espontáneamente-: a Bussi no lo odio, tampoco siento nada por él. Me opongo a que sea diputado por lo que le hizo al pueblo tucumano. También me acuerdo de mis compañeros y colaboradores desaparecidos. Entre otros, Eduardo Tenreyro, secretario general de la Gobernación; José Chebaya, de Planeamiento; Dardo Molina, mi vicegobernador: Rodolfo Vargas Aignasse, senador provincial, y muchos más. Es muy doloroso para mí, Por eso agradezco esta oportunidad que me dio la vida. Bussi debe decir dónde están los desaparecidos y aclarar su ilícito enriquecimiento”.
Juri se despidió de Clarín de un modo campechano: “Vivo en Suipacha 862, su casa en San Miguel de Tuumán”.
Volanta y título: Gobernador de Tucumán depuesto por Bussi/ Juri: El que las hace, las paga”.
Fuente: Clarín, 2/12/1999