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FLORENTINA GÓMEZ MIRANDA

La mayor de las mujeres políticas, siempre distinguida por su libertad de pensamiento y acción, responde aquí con franqueza sobre las figuras del presente. A ella no le gustan las mujeres que llegan al poder por sus maridos y en alusión a Isabel Perón y Cristina Kirchner dice que las que han sido presidentes “siempre han tenido un referente masculino que las ha empujado “. La ficha personal que acompaña la nota señala aporta estos datos: 98 años, abogada, afiliada a la Unión Cívica Radical desde hace 63 años, diputada entre 1983 y 1991, autora de más de 150 proyecto, feminista y luchadora por los derechos de la mujer.

Por María Laura Santillán

- ¿Cómo hace para estar tan saludable? Pasan los años, ¡y está igual!

- Yo estoy mejor ahora que antes. Porque he vivido más. La gran maestra es la vida. Debo agradecer a papá Gómez y a mamá Miranda. Son los genes. Los genes no envejecen si vos los activás permanentemente. Ahora, si vos te jubilás y te quedás en tu casa, ya no te interesan ciertas cosas. No tengo muchas fotos de chica. Yo sufría. Eramos ocho hermanos. La que era un poquito mayor que yo era bonita y yo era una chica fea.

- ¿Usted cree que eso templó tu carácter?

- Fue la adversidad. Mi nariz era importante. Cuando tenía 13 ó 14 años estaba llena de granos.

- ¿Siempre sufrió y se sintió fea?

- Siempre.

- ¿Eso la hizo fuerte?

- Claro. Porque yo quería sobresalir. Sin embargo, nunca fui la primera. No sé por qué, ni me preocupa.

- ¿Además de los genes, la actividad es lo que la mantiene tan lúcida?

- Claro. Y sobre todo saber por qué una es mujer y para qué es mujer. Si somos mujeres nada más que para tener hijos, es muy poco porque seríamos animalitos reproductores, nada más. Cuando me preguntan cómo he vivido, digo que viviendo: sufriendo, gozando, haciéndome mala sangre, haciéndome buena sangre. No me he encerrado. Por eso yo lucho y he luchado mucho por la mujer en política. A mí no me gusta la mujer que llega al poder porque el esposo es o ha sido alguien reconocido. Las que han sido presidentes siempre han tenido un referente masculino que las ha empujado. Hay pocas chicas jóvenes importantes porque todavía sienten la influencia de los hombres. Todo lo consultan con los hombres, pero es necesario que nos equivoquemos.

- ¿Las mujeres seguimos consultando a los hombres por cosas sobre las que no los deberíamos consultar?

- Por supuesto. Sobre una posición política, una opinión. Según las mujeres radicales el partido es machista. Totalmente machista. Es que los hombres son machistas. Yo me sublevo cuando me dicen qué tengo que hacer. Al partido nadie le dice qué tiene que hacer. ¿Le gustaría conocer a Julio Cobos personalmente? No tengo inconveniente. No lo conozco.

- ¿Le provoca curiosidad saber cómo es, qué opina?

- Yo lo defiendo mucho, aunque a veces no coincidimos con lo que pensamos. Pero él no está afiliado. Una vez que se afilie puede ser candidato a presidente. No somos iguales a los hombres, felizmente. Solo en derechos y obligaciones.

-  ¿Cobos tiene que seguir ejerciendo la vicepresidencia?

- Es alguien que ya no es leal al Gobierno, pero por algo se queda. No entiendo esa actitud. Creerá que así beneficia al radicalismo. Puede ser. Pero sé que él no es un hombre al que le guste estar en las primeras páginas.

- ¿Le gustaría que volviera al radicalismo?

-  Sí, si es sinceramente sí.

Muchos dirigentes se fueron del partido.

- Sí. Hay muchos. Los que se fueron, se fueron por algo. Por ejemplo: Margarita Stolbizer.

¿Usted comprende que una mujer necesite un protagonismo que no le da su partido?

- Pero por supuesto. Se fue estando en un gran cargo, cuando era secretaria del Partido Radical Nacional. A lo mejor su partida responde a algo que le han hecho.

¿Y Elisa Carrió?

- Nunca fue radical. Nunca. Yo la conozco desde que estuvo en el partido. Ella fue la mejor constituyente. La vi siempre como una mujer inteligente, capaz, que se juega. Pero no es radical.

-  ¿Le gustaría que siguieran siendo radicales Stolbizer y Carrió?

No. En los últimos años no se fue nadie importante que yo recuerde.

- ¿Cómo la ve a Cristina Kirchner?

 Me da mucha pena. Porque sea lo que sea, es una mujer inteligente y luchadora. Siento mucha pena como mujer, no como radical, como mujer.

- ¿Por qué? ¿Cómo le gustaría que fuera?

- Que fuera de otra manera. Está contra los medios, contra éstos, contra los otros. A mí me da mucha pena. Eva Perón era una revolucionaria social, pero le faltó cultura y de ella se aprovecharon. Después vino Isabel. ¿Qué hizo? Siempre digo que en las fórmulas tiene que haber un hombre y una mujer.

- Pero los radicales no llevaron una mujer y un hombre.

- No cumplieron y es difícil. El otro día vi en un diario una foto con una mujer que bajaba de un avión. Y pensé "qué hermosa artista" y era Cristina. Iba a una cuestión de trabajo, de presidentes, no es una reunión social. Se trata de política. Y pensé que si iba así a ese tipo de reuniones, confundía todo. No le falta inteligencia, ni fuerza, ni discurso, pero ¿cómo lo usa? Ella me llamó para un cumpleaños. Me avisaron: "Doctora, la llamó la Presidenta". Qué Presidenta pregunté. "La Doctora Cristina". Suena el teléfono de nuevo y atiendo yo esta vez. ¿Quién habla?, dije. "Habla Cristina Fernández de Kirchner", y le contesté que no conocía a ninguna Cristina Fernández de Kirchner. Ella se rió. Yo le dije: "Vos sos Cristina Fernández". Y se reía. Cuando terminamos de hablar, le dije que se cuidara de no hacer demasiado caso a los hombres. Nunca más me llamó.

- ¿Ese es un consejo que le da a las mujeres?

- Por supuesto.

- En los momentos en que tuvo que pelear por su lugar, ¿cómo lo hizo? ¿A los codazos, persuadiendo o de las dos maneras?

- De las dos maneras. O por la fuerza o por la persuasión.

¿Y cómo logró el lugar que tiene?

- Trabajando, nada más. Siempre fui la primera en llegar a las sesiones y la última en irme.

- ¿Cuáles son los derechos que a las mujeres nos faltan conquistar?

- Ninguno falta conquistar. Lo que nos falta es decidir, luchar por lo que tenemos. Ocupar los lugares, que cada una sepa que lo merece. Hay que pelear.

- ¿Y cuánto tuvo que pelear usted para leyes fundamentales como la Ley de Divorcio o la Ley de Patria Potestad?

- Mucho. Yo no fui la autora, yo luché. A la Cámara una vez llegaron seis chicas con guardapolvo. Me consultaron cuándo iba a salir la Ley de Divorcio. Quise saber por qué tenían tanto interés. Me dijeron "para que se casen papá y mamá".

 - ¿Por qué no se discute el aborto, Florentina?

- Se exige que se reúnan médicos para determinar si es posible y, mientras tanto, el embarazo sigue. Por eso es tan frecuente el aborto clandestino. Todos lo saben. ¿Y quiénes lo saben más que nadie? Las médicas. ¿Has visto alguna médica que haya hecho alguna gran campaña por la despenalización del aborto? No. Ponen como excusa los principios, la Academia. Con esas actitudes, nunca vamos a tener una ley que sea la expresión de la voluntad popular. Yo no quiero que aborten. ¿Dónde está la diferencia? Yo lo consigo con educación sexual del hombre y de la mujer, de los dos. Al hombre no le decimos nada. Nadie quiere que la mujer aborte. Educar. No hay otra manera.

¿Las mujeres entonces no defendemos nuestros derechos?

.Exacto. Y no los defienden las mujeres que deben defenderlos.

 ¿No quieren enfrentarse con los hombres?

Algo así. Lo vuelvo a decir, tenemos todos los derechos y todas las obligaciones. O sea que a la mujer no le faltan espacios por ganar, sino espacios por ocupar. Claro. Hay que luchar para que se cumplan. Confío en que es una cuestión de cultura. Cuando pasen muchos años, se dará.

¿Quién le pinta las uñas?

- Yo. Son mías.

- ¿Y el maquillaje, el rubor, el lápiz de labios?

-  Todo yo.

-  ¿Qué secretos puede transmitirnos sobre su juventud?

Trabajar. Es la actividad lo que te tiene así. Mental y físicamente. Cuando llego a casa tengo como un soneto, una plegaria que termina así: "Mientras tenga una vida en el cerebro, un corazón para amar y un alma para soñar, la vida y la política serán siempre para mí las más extraordinarias de las aventuras". Yo no he hecho nada extraordinario, mi vida es la de cualquier mujer.

Volanta, título y bajada: Mano a mano. Florentina Gómez Miranda "Las mujeres no defendemos nuestros derechos" / En una charla a fondo, la decada de las políticas habla de la Presidenta, Cobos, Stolbizer y Carrió.

Fuente: Suplemento de la Mujer, Clarín. 6/3/10.

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