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CUIDADO CON EL SUEÑO DE LOS CONDUCTORES

Muchos políticos, en especial legisladores nacionales, afrontan largas distancias desde sus provincias al volante para llegar a Buenos Aires. Nota para todos de un médico especialista y, en especial, para ellos.

Por Prof. Dr. Miguel A. Lacour

En nuestro país mueren más de cinco mil personas por año por accidentes de tránsito, mientras que otras cuarenta mil quedan discapacitadas por el mismo motivo. Esta verdadera epidemia de lesiones traumáticas de todo tipo, tiene un alto costo socioeconómico y sanitario para toda la comunidad.

Por nuestra especialización en el tratamiento del Ronquido nocturno y la Apnea del sueño, nuestra intención es la de alertar a la población sobre el riesgo que implican estas afecciones para el manejo de vehículos, dada la posibilidad de sufrir accidentes viales ocasionados por los peligrosos síntomas de las caracterizan, como la somnolencia diurna, el insomnio y los repetidos microdespertares nocturnos.

El manejo de vehículos en tales condiciones de disminución de la atención originan graves accidentes de tránsito, en los que pueden intervenir automóviles particulares, medios de trasporte público automotor o ferroviario y camiones de carga, producidos al quedarse al quedarse dormido el conductor aún por breves segundos, como los accidentes que han ocurrido en el último tiempo en nuestro país, por lo que el tema ha captado la atención de toda la comunidad y tomado gran actualidad por la natural inquietud generada.

Además de los tantos accidentes de tránsito que se producen diariamente, podemos citar particularmente entre los más conocidos y recientes el del camión que quedó colgado casi 22 horas en el puente Zárate-Brazo Largo; el ferroviario en que el conductor del Premetro que embistió a un colectivo declaró que perdió el conocimiento o se quedó dormido por breves segundos o el que hace cinco años produjo la muerte de nueve estudiantes en la ruta 11, al ser embestido por un camión en circunstancias poco claras.

La incidencia de los accidentes de tránsito frecuentemente no se evalúa en forma adecuada, ya que básicamente constituye un grave problema de Salud Pública además de socioeconómico, ya que representa un costo anual del orden de los 8.000 millones de dólares.

Constituyen la causa de muerte más frecuente entre los cinco y los treinta y cinco años de edad, siendo el grupo más afectado de la población por ésta epidemia de traumatismos de origen vial el segmento de la población más vulnerable, en especial niños carenciados, peatones, ciclistas y motociclistas.

Este tipo de lesiones afecta no sólo a la población de nuestro país, ya que según cifras proporcionadas por la ONU, en todo el mundo sufren traumatismos en ocasiones discapacitantes, más de 45 millones de personas mientras que anualmente mueren por esta causa más de 1.300.000 personas.

Se considera que según la opinión de los expertos en la materia, ocho de cada diez accidentes viales se producen por errores humanos, ya que aproximadamente el 85 por ciento se produce por exceso de velocidad, distracción o invasión del carril contrario, alcoholismo, cansancio o abuso de drogas adictivas, mientras que se atribuyen a las falencias mecánicas del vehículo alrededor del 3 por ciento de los casos.

Es nuestra intención, además de poner de manifiesto la importancia del ronquido y la apnea del sueño en la génesis de accidentes originados frecuentemente por la somnolencia producida por el cansancio, la fatiga crónica y el insomnio producido por los microdespertares nocturnos reiterados característicos de éstas afecciones, remarcar el valor de las medidas de prevención de los traumatismos ocasionados por el tránsito.

Se debe considerar al respecto, que se calcula que por cada dólar invertido en prevención se ahorran diez (10) dólares en concepto de gastos de atención médica especializada, rehabilitación, ausencias laborales y descenso de la productividad de los afectados con disminución de la competitividad global de la comunidad.

Los factores de orden médico como el ronquido y la apnea son potenciales productores de accidentes viales, situación especialmente conocida por las compañías de seguros. De acuerdo a nuestro criterio, no son evaluados ni controlados por los organismos fiscalizadores con la periodicidad necesaria, por restarle importancia al hecho de que la somnolencia provocada por los mismos puede dar origen a que los conductores frecuentemente se queden dormido al volante por breves segundos, lo que puede generar un accidente de proporciones catastróficas.

(*) Especialista en Otorrinolaringología, Alergia y Administración Hospitalaria

Título: Accidentes de tránsito, ronquido nocturno y Apnea del sueño 

Fuente: http://blogsdelagente.com/3/10/11.

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