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LA CRISIS DE LOS CUARENTA
No es una elección como las registradas hasta el presente. La herencia de años de dictadura, en 1983, mantuvo en acción a políticos avezados para enfrentar los inevitables juicios a los militares responsables de crímenes, secuestros, torturas y desapariciones, proceso complejo, de idas y vueltas pero que, al fin, veinte años después, quedaron despejados para quienes se amparaban en leyes que fueron anuladas por el Congreso de la Nación, uno de los primeros actos del presidente Néstor Kirchner. A cuarenta años de la democracia, avergüenza e irrita un candidato como Milel, que opera sobre los chicos de los celus y las redes. A Bullrich, al menos, la conocemos.
Por Armando Vidal
La crisis siempre abre un camino y ahora se expresa en las urnas, que serán las que decidan si la Argentina se resigna a la sumisión colonial de sus riquezas –Milei&Bullrich- o reafirma su independencia hasta llegar a la antesala misma del golpe que derrocó al presidente radical Hipólito Yrigoyen en 1930, el primer consagrado en 1916 con el voto secreto y obligatorio de la Ley Sáenz Peña. El golpe que convalidó la Corte Suprema de Justicia (1) llevó a Yrigoyen a la prisión y al general golpista José Félix Uriburu al gobierno.
Si bien el peronismo, apenas llegado al gobierno en 1946, sometió a juicio político a los integrantes de aquella Corte y los expulsó al año siguiente por veredicto del Senado de la Nación –el mismo, dicho sea de paso, de hoy-, aquella acordada está.
La historia empuja al presente tomando en cuenta el intenso trabajo en la comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados de la Nación para echar por mal desempeño a los cuatro integrantes actuales, igual que en 1947.
Del resultado de las elecciones depende también qué clase de Justicia habrá en nuestro país. La telaraña armada en el gobierno del presidente fisgón Mauricio Macri se mantiene inalterable.
La división en tercios de las PASO coronó a un hombre mal conocido, Javier Milei, nacido en 1970, el 22 de octubre, el Día Nacional del Derecho a la Identidad en homenaje y reconocimiento a la incesante labor de las Abuelas de Plaza de Mayo en la recuperación de nietos/as sustraídos durante la última dictadura.
Referencia válida dada su frontal reivindicación de la dictadura, negador de los 30 mil desaparecidos, lo mismo que su candidata a vice Victoria Villarruel, incluyendo los juicios a los ex comandantes y con los autores de hechos atroces y aberrantes cometidos por quienes no pudieron ampararse en el principio de la obediencia debida porque las leyes de la amnistía fueron derogadas en el 2000 y anuladas en el 2003, a poco de asumir el presidente Néstor Kirchner.
Milei desprecia a la democracia al atacar a los políticos que la expresan y se arroga el papel de salvador con medidas disparatadas, como el más vil de los dibujitos yanquis. Peor que el Guasón.
Milei es sinónimo de tragedia, como lo eran los copitos, que pretendieron matar a Cristina Kirchner, la vicepresidente de la Nación, blanco del odio promovido y organizado acerca del cual la jueza de la causa hace lo contrario de lo que lo debe, razón por la cual respira por ahora más tranquila la Bullrich y su segundo en el Ministerio de Seguridad en tiempos del gobierno macrista, Gerardo Milman, escondedor de celulares.
Milei y los copitos, la misma familia.
Despreciar la soberanía de la moneda nacional es propio de un apátrida, aunque esté seriamente afectada por la inflación generada por el pago de la colosal deuda de los 45 mil millones de dólares de Donald Trump a Macri, a través del FMI. Y por los grandes generadores de la escalada de los precios, caso de la Coca Cola que se ufana de no cumplir resoluciones oficiales, en un alarde repudiable.
Bullrich, la candidata de los radicales, del Pro y de la Coalición Cívica, fue. en el 2007, la jefa de campaña de Elisa Carrió cuando enfrentó a Cristina Kirchner en las presidenciales de ese año. Nunca se entendió la razón porque Carrió, cuando era Lilita, fue protegida por el diputado Alfredo Bravo y su bancada cuando se sintió ajena por completo al bloque del entonces presidente Fernando de la Rúa. Juntos habían echado de la Cámara de Diputados al genocida Antonio Domingo Bussi, diputado electo por Tucumán (2). Fue el 1 de diciembre de l999. Y por allí anduvo Milei, asesor de Bussi pero de Ricardo, el hijo, quien defendió a su padre, ausente, en la sesión que presidió Amado Juri
Bussi había pasado por la Cámara, renunció cuando ganó las elecciones en Tucumán para gobernador y, finalizado su mandato, presentó su candidatura a diputado nacional, que ganó nuevamente. Pero su título fue rechazado porque regían los alcances de la reforma constitucional de 1994.
Otra vez: ¿Qué tenía que ver en 2007 Lilita con la Bullrich, que había sido la ministra de Trabajo de De la Rúa que le descontó el 13 por ciento de los haberes de los jubilados?. Desde allí, hasta hoy, Llita fue Carrió. Una pena para quienes la conocimos cuando enfrentaba el poder, no a sus víctimas.
* La hora de los votos
Contados los votos que sacaron por persona en las PASO, Milei logró el 30 por ciento, Sergio Massa el 27 y la Bullrich el 17.
Massa apabulló con una serie de medidas logradas a tambor batiente de amplia repercusión social a favor de la producción y el trabajo, gambetió los aprietes del FMI, obtuvo una labor espectacular en el Congreso -¡en plena campaña electoral!- estrechó lazos con China y, por supuesto con Brasil, mientras Alberto Fernández colaboraba con su silencio, lo mismo que Cristina.
Digan lo que digan los medios –que no saben si reír o llorar con tener a la Bullrich a su servicio- el peronismo singular de este período está dando su pelea. ¿El mismo Massa que en las primarias del 2015 le sacó votos a Daniel Scioli y cuyo electorado en el balotaje hizo presidente a Mauricio Macri?. El mismo pero hoy mejor que Milei y la Bullrich juntos.
Massa no expresa odio alguno, lo aceptan peronistas duros y peronistas tolerantes, empresarios de abajo y empresarios de arriba, trabajadores orgánicos y trabajadores que no lo son, la Iglesia y los curas que siempre están -todos ellos, con el arzobispo a que iba en el colectivo 70, pasaba por la puerta de Clarín, seguía por Av. Martín García, doblaba por Av. Patricios, doblaba en Iriarte, cruzaba Vélez Sarsfield, pasaba junto a la bella Iglesia donde se casó Jorge Videla y de allí unas pocas cuadras, bajaba, descubría el hábito e ingresaba a la Villa 24-14 para ir a la Parroquia Virgen de los Milagros de Caacupé. Nunca, nadie, como Francisco.
Massa, además, insiste en que formará un gobierno de coalición lo cual vuelve a motivar que Ricardo Alfonsín, embajador en España, hijo del primer presidente de este período de casi cuatro décadas, pida a los ciudadanos radicales que voten en primera vuelta al candidato de Unión por la Patria. En un reportaje del periodista Ernesto Lucero expresó su escozor ante los dichos y acciones de Milei, del mismo modo que le resultaba incomprensible que la UCR tenga como candidata a Bullrich.
(1) José Figueroa Alcorta, Roberto Repetto, Ricardo Guido Lavalle y Antonio Sagarna. Procurador General de la Nación: Horacio Rodríguez Larreta (tío abuelo de político de Juntos por el Cambio).
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A modo de recuadro
Elecciones presidenciales
1983, Raúl Alfonsín, UCR, 51.75 %. Derrotado: Italo A. Luder, 40.16%, PJ.
1989, Carlos Menem, PJ, 47.51 %. Derrotado:l Eduardo Angeloz, 38.10 %, UCR.
1995, Carlos Menem, PJ, 49,94 %. Derrotado: principal José O, Bordón, 29,30 %, Frepaso.
1999, Fernando de la Rúa, UCR/Alianza, 48,37%. Derrotado Eduardo Duhalde, 38,27 % , PJ.
2003, Néstor Kirchner, Frente para la Victoria, 22,25 %. Derrotado; Carlos Menem por haber abandonado su participación en el balotaje tras haber logrado el 24,25% de los votos en la primera vuelta. Frente por la Lealtad (sic)-Ucede.
2007, Cristina Kirchner, Frente por la Victoria, 45.28%, Derrotada: Elisa Carrió, 23,05%. Coalición Cívica.
2011, Cristina Kirchner. Frente para la Victoria, 54.11%. Derrotados (oposición dividida): Hermes Binner, 16.81 %. Partido Socialista; Ricardo Alfonsín, 11,4%, UCR; Alberto Rodiguez Saá, 7,86%, Compromiso Federal; Eduardo Duhalde, 5,86%, Frente Popular.
2015. Mauricio Macri., Cambiemos (51,34%) venció a Daniel Scioli, Frente para la Victoria (48,66%) en el balotaje del 2 de noviembre. En las primarias del 25 de octubre había ganado Scioli pero por menos de lo que se esperaba: 36,35 a 34,78%. Sergio Massa salió tercero con el 21,23%. Gran sorpresa: María Eugenia Vidal venció a Aníbal Fernández (39,64 a 35,03). Lejos, Del Caño (3,32), Stolbizer (2,59) y Rodriguez Saá (1,69).
2019, Alberto Fernández. Frente de Todos (48,24%). Derrotado: Mauricio Macri (40,28) Cambiemos. 27 de octubre, primera vuelta.