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INTELIGENCIA, EN EE.UU

Hora de saber cómo funcionar esa red de espionaje en los Estados Unidos que comienza por devorar a grandes exponentes propios como John F. Kennedy, su hermano Robert Kennedy y Martín Luther King, tal como señala el autor. Y que promete ampliar la cuestión.

Por Gabriel Fernández (*)   

El sistema de inteligencia norteamericano está conducido firmemente por el sector atlantista vinculado a las corporaciones que fabrican y comercializan armamentos. Desde hace varias décadas inserta en el comportamiento tanto exterior como interior del país una serie de acciones que tienen como objetivo promover malestar, concretar crímenes, perseguir cuestionadores.

En definitiva, elaborar los ambientes adecuados para las confrontaciones bélicas. En el tramo reciente fue muy visible la participación de ese espacio en el hostigamiento a las propuestas industrialistas y a todo esbozo de vínculo de franjas políticas occidentales con el bloque euroasiático.

Si el atentado contra el Nord Stream resultó ostensible, los asesinatos de referentes iraníes completaron un cuadro entornado por una potente aunque poco imaginativa campaña comunicacional.

Hace pocas horas, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, firmó un decreto destinado a desclasificar los archivos relacionados con los asesinatos de tres figuras clave de la historia del país: el presidente John F. Kennedy, su hermano Robert F. Kennedy y el líder de los derechos civiles Martin Luther King Jr.

Según las fuentes consultadas por este periodista, la resolución tiene que ver con la historia, pero sobre todo con el presente. La continuidad de la orientación descripta implica una amenaza persistente contra quienes, desde la administración, necesitan modificar el sentido económico político que ha hundido al Estado norteño y beneficiado grandemente a las entidades financieras que regentean a las armamentísticas.

Al suscribir la medida en el Despacho Oval de la Casa Blanca, Trump afirmó que representaba una "gran noticia" y un paso esperado durante años por la nación. "Muchos han esperado esto por décadas. Todo se va a revelar", destacó.

La Casa Blanca, a través de su página oficial, subrayó que las familias de las víctimas y el pueblo estadounidense "merecen transparencia y verdad", y que se publicarán los registros relacionados con estos asesinatos sin más demora.

El decreto establece que, en los próximos 15 días, el director nacional de inteligencia y la Fiscalía deberán presentar un plan para la publicación de los documentos relacionados con el asesinato de JFK, mientras que para los de Robert F. Kennedy y Martin Luther King Jr. se deberá presentar un plan similar en un plazo de 45 días.

Como se sabe, el asesinato de John F. Kennedy ocurrió el 22 de noviembre de 1963, cuando fue abatido mientras viajaba en un automóvil descapotable en Dallas, Texas.

La difusa versión oficial señaló a un francotirador de la Marina, Lee Harvey Oswald como el único responsable. El andamiaje de inteligencia norteamericano abrumó difundiendo que quienes estimaban que el delito fue perpetrado por varias personas bien organizadas no eran más que adeptos a las teorías conspirativas.

La burocracia ligada al gran capital financiero en los Estados Unidos es formidable. A niveles difíciles de aprehender.

Estas son las entidades destinadas al rubro en cuestión: Agencia Central de Inteligencia (CIA). Oficina Nacional de Reconocimiento (NRO). Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA). Agencia de Seguridad Nacional (NSA). Agencia Nacional de Inteligencia-Geoespacial (NGA). Servicio Secreto de los Estados Unidos (USSS). Oficina de Inteligencia y Contrainteligencia (OICI). Oficina de Inteligencia y Análisis (I&A). Inteligencia de la Guardia Costera (CGI). Oficina Federal de Investigación (FBI). Oficina de Inteligencia e Investigación (INR). Oficina de Terrorismo e Inteligencia Financiera (TFI).

Todo ese andamiaje es sostenido por el erario público. No sólo implica un gasto extraordinario -el más grande del planeta en materia de Seguridad-, sino que sus tareas están destinadas a boicotear el despliegue de quienes pretenden la re industrialización y el alza del nivel de empleo en la desastrada economía norteña.

Finalmente, cabe anticipar que ese deterioro no será revertido por el nuevo gobierno aunque logre algunos éxitos iniciales al destinar crédito y recursos a la producción local, y al reorientar gastos en Defensa y Seguridad hacia la economía real.

Con eso no le alcanzará para lograr una renovada coalición occidental porque sus aliados también denotan retroceso, mientras que quienes han adoptado otro sendero no sacrificarán sus desarrollos para que los Estados Unidos se recompongan.

El país más endeudado del mundo está lejos de encontrar una salida. Al visualizar esa verdad ¿qué hará?

Esto será eje de próximos artículos.

(*) Director La Señal Letra G Medios

Título: Inteligencia