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NO A PATTI, SÍ A BOROCOTO
La sesión en la que la Cámara de Diputados de la Nación rechazó el ingreso del diputado electo Luis Patti, ex policía bonaerense acusado de graves violaciones a los derechos humanos y envió su diploma a estudio de la comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento, aceptó, en cambio, tomar juramento al ex macrista Eduardo Lorenzo Borocoto, inesperadamente coptado por el presidente Nestor Kirchner después de ser elegido. El debate tuvo en las bancas y más en las galerías un clima tan agitado como la dimensión de las decisiones tomadas por amplia mayoría.
Por Alfredo Gutierrez
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A las 4 de la tarde la marcha peronista atronó el recinto de Diputados como hacía mucho que no sucedía: acababa de consagrarse como presidente a Alberto Balestrini, el ex intendente de La Matanza que en su discurso nombró a Perón, a Alfonsín y, por supuesto, a Néstor Kirchner.
Fue el final de un día concurrido y tumultuoso, en el que entre abucheos y cánticos en los palcos los diputados impidieron que Luis Patti, acusado de violaciones a los derechos humanos, jure como diputado. Y aceptaron la incorporación del tránsfuga político Eduardo Lorenzo Borocotó.
Los roces por el caso Patti habían comenzado temprano en la calle. De un lado, se juntaron sus seguidores, apenas un puñado. Del otro, unas 500 personas con banderas azules y blancas y una ruidosa batucada de bombos y redoblantes: estaban las Madres de Plaza de Mayo, la agrupación HIJOS, piqueteros, militantes kirchneristas de Barrios de Pie y del PRD de Miguel Bonasso, entre otros. "¡Asesino, asesino!" cantaron unos. "Patti sí, otro no" ensayaron los pattistas. "Ustedes tienen 500 mil votos, nosotros 30 mil desaparecidos" gritó alguien.
Las Madres habían pegado fotos de los desaparecidos en las paredes del Congreso. Los HIJOS pintaron con aerosol "Escobar, capital de la Flor - Patti, flor de torturador". Entre las banderas se destacó una, que cruzaba la avenida Callao, del Frente para la Victoria con los nombres de Kirchner, Cristina, Felipe Solá y Balestrini. Cuando Patti llegó al Congreso, rodeado de fornidos custodios, hubo un tumulto de gritos y patadas. Lo separó la policía. Ya en el recinto, lo esperaba una bandera desplegada en uno de los palcos (nadie ordenó sacarla, aunque no está permitido): "Patti genocida".
Sus seguidores, un pequeño grupo de bulliciosas señoras, ocuparon otro palco. Desde allí silbaron a los oradores o aplaudieron a los defensores del ex intendente de Escobar, y llegaron a gritar "viva Videla", según aseguró haber escuchado Bonasso, impulsor de la impugnación a Patti.
"¿Quién mató a nuestro compañero Rucci?", se defendió Patti con un ataque. "Está presente, ustedes lo saben", completó mirando a Bonasso (éste, después, evaluó que "Patti es capaz de acusarme del asesinato de Lincoln").
Tras evocar a los policías y militares muertos, en un discurso desafiante, gritó que "se están terminando los cojudos en la Argentina, ¡tienen miedo!" y pidió permiso para retirarse porque, dijo, "me voy con el pueblo que me votó".
No pudo ser en lo inmediato: se lo vio deambulando con sus custodios, en busca de una puerta para esquivar a los manifestantes de la calle.
El caso Borocotó fue menos tenso, señal de que estaba todo arreglado de antes. Lo apoyaron los kirchneristas, sus aliados y hasta el ARI, contra los macristas y radicales que querían impedirle jurar. "No podemos violentar la voluntad popular", dijeron los mismos que habían votado contra Patti con el argumento de que ese caso —por la denunciada violación de derechos humanos— es diferente. Al final de la agitada sesión, la "marchita" no se pudo escuchar en el circuito cerrado de TV porque se cortó el sonido, y las cámaras solo pudieron mostrar algunos diputados de pie, gesticulando en silencio con los dedos en "V". Otros cantaron sentados.
Y los opositores prefirieron mantener los brazos cruzados sobre sus pechos.
Volanta, título y bajada: Movidas en el Congreso: una jura atípica en el Parlamento/ Una sesión concurrida y tumultuosa / En los palcos hubo abucheos y cánticos. Y barras a favor y en contra de Patti.
Fuente: Clarin, 7/12/05