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LAS ARENAS Y EL RELÀMPAGO

Periodista de varios medios, escritor de varios libros, este es un bello poema de Alejandro C. Tarruella motivado por la muerte de Néstor Kirchner y escrito en esas mismas horas.  Lugar y fecha: Barracas al Sur, 27 de octubre de 2010. Su correo: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. .

Por Alejandro Tarruella 

Néstor las arenas y el relámpago

Un relámpago te llevó a otras arenas,

Néstor,

caminante audaz de vientos duros,

mi corazón es el que siente ahogo

y sin palabras parece quedar por un instante solo

como si quisiera estar con vos en un suspiro

donde las ausencias respiren una vez más

tu palabra, tu paso, tu mano

en cuya palma

siempre llevas un aliento de pan para el necesitado;

Llaman, Néstor, claman de dolor

los hermanos del camino y van sobre una herida

de barro, inconsolables,

buscan tu mano, tu sonrisa, tu solidario andar

por los atajos, en los pueblos de olvido.

  

¿Dónde está, Néstor?

un relámpago lo llevó a otras arenas y ahí anda,

presente en nuestro dolor con su voz de muchacho

 y su sonrisa de pueblos;

una niña le apresa una palabra y la guarda en su bolsillo 

anónima, desesperada como un dije

que desdice las ausencias; 

allí hacen una casa las manos de los otros

y desnudan una lágrima, la comparten

desdeñando las míseras condenas

de los años viejos.

 

¿Dónde está Néstor?

un relámpago lo llevó a otras arenas y ahí anda,

entre los trabajadores de los puertos perdidos en los mapas

y las turbulencias de los ríos donde navega

 su ilusión prepotente, su luciérnaga de nieve,

ese encuentro de padeceres y lluvias

que hacen de una mujer y un hombre, un semejante,

con la dignidad insolente

de un árbol de futuro enramado.

 

Frente a los que dividen la miseria

multiplicaba panes

frente a los que derrumban paredes

alzaba una multitud de puertas y ventanas

donde pudieran mirarse los pobres

con la altiva dignidad de un amanecer

con un mate, un pedazo de pan y un libro abierto.

¿Dónde está Néstor, mi amor?

¿Por qué me arranca un grito si me dicen que ha muerto, 

si es presente todo este dolor que no alcanza un final

porque no quiere abandonar su mirada 

en una voz que lo repite, una vez y otra?

 

¿Dónde está Néstor?

un relámpago lo llevó a otras arenas y ahí anda,

está en Cristina, doliente, abrumada

porque partió su amor y hay que buscarlo, hallarlo

devolverlo a su lugar secreto,

de pie como las laderas de los cerros

que allá en el sur los proclaman,

rodeada de los cálidos brazos

que se arraciman en el dolor

cuando hay que partir otra vez a las arenas

donde la voluntad es nuestra,

es la flor que lleva en su huella

abruptos quehaceres de lejanías

que acercan a los pueblos

en un encuentro de silencios que claman.

 

¿Dónde está Néstor?

un relámpago lo llevó a otras arenas y ahí anda.