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LA REVOLUCIÓN POR LAS URNAS
Un país bajo convulsiones políticas en la que estaba pariendo la nueva Argentina con sangre en sus venas aportadas por las crecientes corrientes inmigratorias europeas, comenzaba a buscar un cauce hacia el voto válido del pueblo. Lo abriría el presidente que se avecinaba: Roque Sáenz Peña, con el apoyo del líder revolucionario: Hipólito Yrigoyen. Comenzaba "la revolución por las urnas", expresión de Sáenz Peña.
En febrero de 1905, estalló una revolución radical en distintos puntos del país. La revuelta fue derrotada pero las demandas radicales de limpieza electoral y de un marco jurídico claro y justo seguían vigentes. Luego de un viaje por Europa, Roque Sáenz Peña regresó al país en agosto en 1909 (pronto se volvería a ir), en un clima de gran agitación social y política.
Todavía sonaban las repercusiones de la matanza perpetrada por el coronel Ramón Falcón el 1º de mayo en la Plaza Lorea y los partidos tradicionales preparaban sus candidaturas para las elecciones de 1910.
* Terminar con el fraude
Su nombre fue propuesto por los partidarios de terminar con el fraude, incorporar a la oposición menos revolucionaria al sistema político y descomprimir el clima de presión social que se vivía. En Europa, Sáenz Peña había observado las ventajas que había traído a las sociedades modernas la ampliación del sufragio y la modernización de las leyes electorales. El 12 de junio de 1910, el colegio electoral consagró la fórmula Roque Sáenz Peña-Victorino de la Plaza. El presidente electo se encontraba nuevamente en Europa y emprendió el viaje de regreso a su país. A poco de llegar, concertó dos entrevistas: una, con el presidente José Figueroa Alcorta y, la otra, con el jefe de la oposición, Hipólito Yrigoyen. La entrevista con el caudillo radical, concertada en la casa del doctor Manuel Paz, despejó los temores de ambos lados. Yrigoyen se comprometía a abandonar la vía revolucionaria y Sáenz Peña, a la sanción de la tan anhelada Ley Electoral.
El 12 de octubre, asumió el nuevo gobierno y Sáenz Peña cumplió envió al Parlamento el proyecto elaborado con la estrecha colaboración de su ministro del Interior, Indalecio Gómez, que establecía la confección de un nuevo padrón, basado en los listados de enrolamiento militar. Un paso previo para el voto secreto y obligatorio para todos los ciudadanos varones mayores de 18 años. El fin del fraude significaba un notable avance hacia la democracia en Argentina y la posibilidad de expresión de las fuerzas políticas opositoras que habían sido marginadas del sistema por los gobiernos conservadores. En las primeras elecciones libres llevadas adelante en la Argentina, en el mismo año 1912, la bancada socialista crece notablemente y se suceden los triunfos radicales en Entre Ríos y Santa Fe. La salud del presidente comenzó a deteriorarse a comienzos de 1913. Una y otra vez debió solicitar licencia y debió finalmente delegar el mando a Victorino de la Plaza en octubre de ese año. Falleció en Buenos Aires en la madrugada del 9 de agosto de 1914, mientras en Europa estallaba la Primera Guerra Mundial.
* Otra frase de Sáenz Peña
"He dicho a mi país todo mi pensamiento, mis convicciones y mis esperanzas. Quiera mi país escuchar la palabra y el consejo de su primer mandatario, quiera el pueblo votar", palabras de Roque Sáenz Peña ante el proyecto de ley de sufragio.
Fuente: buenosaires.gov.ar