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DE LA RUA Y SU LIBRO
Con textos preparados para su defensa judicial, el ex presidente Fernando de la Rúa armó un libro donde lanza además duras críticas contra distintas figuras, entre ellas su jefe de Gabinete Rodolfo Terragno, que en el momento de escribirse este comentario era senador de la Nación. Dice que fue víctima de un “golpe civil” .
" La repetición de lo falso no hace lo verdadero. Hay que escribir la historia de la justicia y la verdad", sostiene Fernando de la Rúa.
En Operación Política, La causa del Senado, un libro que acaba de publicarse, el ex presidente se propone probar que las sospechas de que la Ley de Reforma Laboral se aprobó en el año 2000 mediante sobornos, no son más que "una falsa historia".
"Demostrar la falsedad de una creencia es algo colosal", dice. Y en ese camino, repasa los pormenores de aquella sesión del Senado, en abril de 2000, y da detalles de su último año de gobierno.
Critica a su vice, Carlos Chacho Alvarez, al entonces senador Antonio Cafiero y, con la mayor dureza, a Mario Pontaquarto, el empleado legislativo que resucitó el caso con su confesión.
El libro, publicado por editorial Sudamericana, en realidad es una ampliación de un escrito que el propio De la Rúa presentó en la causa judicial por este episodio.
"Puede ser criticado (este trabajo) por repetir conceptos. Ojalá se asuma con la seriedad que el tema requiere", arranca en su "Mensaje" inicial. Allí señala una vez más que, a fines de 2001, fue víctima de un "golpe civil".
"Desde entonces -retoma- viví una intensa persecución judicial, mediática y política. Quienes participaron del golpe necesitaron denostarme para su propia justificación. Esto tuvo diversas manifestaciones. Una de ellas es la causa del Senado", asegura De la Rúa.
En ese contexto, responsabiliza por ciertas actitudes a actuales funcionarios. Recuerda que el presidente Néstor Kirchner se prestó a una sátira de su persona en el programa de Marcelo Tinelli, en lo que define como "una actuación cómica que lo descalifica".
Involucra a Alberto Fernández con la confesión de Pontaquarto: "Al producirse (esa) declaración, dijo que era un día de gloria y que se reivindicaba a Chacho Alvarez". Y hasta se ocupa de la senadora Cristina Fernández de Kirchner: "Reclama para sí que fue de las primeras denunciantes" cuando era diputada.
El radical que se lleva los peores reproches es Rodolfo Terragno, jefe de Gabinete del gobierno de la Alianza.
Según De la Rúa, el ahora senador mintió al declarar en la causa y debería ser procesado por falso testimonio. "Lo mueve una gran ambición y un fuerte egoísmo, llegando a la mentira", le dispara. Según el ex presidente, el senador por un sector de la UCR tuvo "una conducta dual" en relación a si la Secretaría de Inteligencia habría reforzado su presupuesto para que -entre otras cosas- de ahí salieran las coimas del Senado.
Por el contrario, De la Rúa despliega en su obra gráficos que probarían que la SIDE redujo su presupuesto durante su gestión. Otros cuadros reproducen pruebas usadas por el juez del caso, Daniel Rafecas, para dictar los nueve procesamientos que hoy tiene la causa.
A Cafiero le dedica varias páginas, incluso reproduciendo su diario personal. De la Rúa puntualiza: "Además de prodigarse en los medios de comunicación, Cafiero organizó encuentros importantes que le darían crédito, en campaña para su causa. Lo visitó a Alfonsín. Su respuesta de que si era cierto (el escándalo de los sobornos) dejaba la política puso dramatismo. Nadie arriesga algo así por cosas menores. Alfonsín siguió en política". Cafiero fue el primer legislador en llevar sus sospechas a los tribunales federales. "Alvarez -sigue el ex presidente- lo hizo a ocultas (...). Planeaba un acto lamentable. Contradiciendo sus declaraciones anteriores, venía no a acusar -porque no hay pruebas- sino a operar con su testimonio en contra de quienes le fueron cercanos, el ex Presidente y el ex ministro de Trabajo", el frepasista Alberto Flamarique.
Hasta el diputado Rafael Bielsa, entonces titular de la Sindicatura General de la Nación, se lleva su parte. Se lo describe como "una persona correcta a quien le hicieron creer que había descubierto una irregularidad en la SIDE".
Sobre Pontaquarto -militante radical y ahijado político del entonces presidente provisional del Senado, José Genoud-, De la Rúa cita el libro que él escribió el año pasado y sus declaraciones en Comodoro Py. Lo hace para marcar sus "contradicciones y errores fatales", que darían cuenta de la "falsedad" de sus dichos.
No se olvida del juez Rafecas, a quien recusó. Lo acusa de actuar sometido a presiones políticas y de la prensa. Y le dedica una frase: "El día que los jueces tengan miedo, ningún ciudadano podrá reposar tranquilo".
En el capítulo final, el ex presidente insiste en describir la persecución en su contra y la causa judicial, como una herramienta para desprestigiarlo. "El gobierno de la Alianza levantó las consignas de la ética. Querían mancharlo. Lo hicieron con increíble eficacia. Superaron las expectativas de la intriga".
Título, volanta y bajada: Contraofensiva política del ex presidente / El libro donde De la Rúa apunta contra todos y se defiende de las coimas / Critica con dureza a Chacho, a Cafiero, a Terragno, al Presidente y también a Cristina. Acaba de publicarlo para explicar su situación en el escándalo del Senado.
Fuente: Clarín, 23/7/06.