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JÁUREGUI, VIVA EMILIO PARA SIEMPRE

FATPREN no olvidó en 2009 recordar a cuarenta años de su asesinato a Emilio Jáuregui, su secretario general, periodista de La Nación, dirigente del Sindicato de Prensa y un hombre comprometido en toda lucha contra la injusticia. Lo mató expresamente la policía, luego en una manifestación de repudio a la visita de Nelson Rockefeller, en tiempos del dictador Juan Carlos Onganía. Fue el único muerto. Abre la evocación un poema de su amigo Juan Gelman.

Por FATPREN 

 “No crecerán ya nunca de él / flores o gorriones grises / aunque me mate la tristeza / esta mañana de noviembre / llena de sol y de canallas / en el país que todo se lo aguanta / sobre el pueblo que todo se lo sufre / y de donde una mano salió / cuando el Emilio se moría / y escribió en el techo del mundo / viva el Emilio para siempre, carajo!”

El asesinato del periodista Emilio Jáuregui se produjo en Buenos Aires el 27 de junio de 1969, en la calle Anchorena, a pocos metros de Tucumán.

Emilio había trabajado como cronista en el diario La Nación entre julio de 1960 y diciembre de 1962. Es decir, hasta que decidió afiliarse al Sindicato de Prensa de la Capital Federal en el que, después de varias discusiones políticas, fue elegido secretario general.

En 1966 Onganía intervino el sindicato. Poco tiempo después nacía la FATPREN y en un congreso de 1969, delegados de distintos puntos del país eligieron una conducción que llevó a Jáuregui como secretario general.

En su condición de militante, nunca aceptó la mentalidad de su medio ni la indiferencia ante los graves problemas sociales de la mayoría. Han transcurrido cuarenta años desde aquel 27 de junio de 1969 (NdE: esta declaración es de 2009) , en el que Emilio decidió encabezar la manifestación de repudio a la visita que Nelson Rockefeller, entonces gobernador del estado de Nueva York, realizaba a Buenos Aires como enviado de Richard Nixon en una gira latinoamericana.

La marcha fue apoyada por todos los partidos políticos; el radicalismo, el peronismo, los partidos de izquierda. La concentración mayor tuvo lugar en plaza Once y, desde allí, Emilio, junto a un grupo, decidió bajar a la avenida 9 de Julio.

La policía reprimía y los manifestantes corrían; un patrullero persiguió a Emilio y le cruzaron el auto en Tucumán y Anchorena, abrieron fuego y lo acribillaron.

Fue el único muerto de la jornada.

Como dirigente de prensa, Emilio Jáuregui ya era entonces el hombre que aprende y crece, el hombre que no acepta ser cómplice de una violencia de guante blanco.

Desde la FATPREN expresamos hoy nuestro emocionado homenaje a este compañero, militante y dirigente que nos dejara en vida el testimonio del profundo valor del compromiso social, la perseverancia en el trabajo solidario y un inclaudicable espíritu de lucha por una sociedad más justa. Y cuya muerte todavía nos ilumina.

Buenos Aires, 27 de junio de 2009, Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPREN) Afiliada a la Federación Internacional de Periodistas (FIP)

Gustavo Granero, secretario general; José Insaurralde, secretario adjunto; Analía Freund, secretaria de DD.HH. y Fabiana Orqueda, prosecretaría de Prensa.

FATPREN, Buenos Aires, 27/6/09